Amante de las radios busca museo para sus 400 piezas
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Antonio Ferrández es un vecino de Benejúzar (Alicante) que ha reunido una magnífica colección privada de 400 radios
Fabricó radios capaces de evitar las interferencias franquistas sobre "La Pirenaica"
- Cuenta con tres receptores de frecuencia única que sólo captaban las emisiones del régimen nazi
- Ferrández aspira a que esta población exponga sus piezas en un futuro museo
LasProvincias.es.
5.06.2016. Agencia EFE. Más de 400 radios del
último siglo procedentes de varios países componen la colección privada de un
amante de estos aparatos, Antonio
Ferrández, un vecino de Benejúzar (Alicante) que aspira a que esta
población exponga sus piezas en un futuro museo.
Antonio Ferrández junto a parte de sus joyas, ¡y de su vida! |
"La radio ha sido mi vida", ha comentado a Efe este profesional de la electrónica y restaurador de
todos y cada uno de las transistores exhibidos en esta colección.
Con apenas 18
años y tras terminar sus estudios en Madrid, comenzó a restaurar y construir
aparatos de radio y, posteriormente, de televisión en su pueblo natal.
Este benejucense
cuenta con la radio antigua más pequeña que se ha fabricado en nuestro país, 'pulgarcito', creada en Barcelona en
1954.
Inspirado por esta
pieza, su pasión por estos aparatos le llevó tres años después a diseñar una
todavía más pequeña que continúa funcionando, pero que nunca vio la luz en el
mercado al dejar de fabricarse su mecanismo.
Su colección, de
incalculable valor, está formada por aparatos perfectamente catalogados con su
marca, año de fabricación y procedencia, entre ellos de Alemania, Estados
Unidos, Inglaterra o Italia, además de España.
Dos modelos de receptores 'Pulgarcito', situadas junto a un bolígrafo Bic, para comparar su tamaño |
Cuenta con radios
de principios el siglo XX, el más antiguo de todos del año 1922, y también
cuenta la primera que incorporó el altavoz, fabricada por Philips en 1930, así
como con tres aparatos alemanes con una sola frecuencia y en los que únicamente
se podían escuchar las emisiones del régimen nazi.
La censura que
había en España en esa época llevó a Ferrández a crear aparatos de radio con
dispositivos capaces de eludir las interferencias que se lanzaban desde la
dictadura franquista para acabar con "La
Pirenaica", una emisora clandestina que ofrecía información en
oposición al régimen.
"Muchos vecinos se acercaban hasta mi casa para
comprar estos aparatos y escuchar así lo que no quería del régimen de
Franco", asegura este amante de las radios que,
gracias a un transistor, consiguió que su voz recorriese gran parte del mundo
al contactar con personas de otros países.