“La Sexta Radio”, ¿una puerta entreabierta?
https://www.gorkazumeta.com/2016/05/la-sexta-radio-una-puerta-entreabierta.html
En el escenario analógico no hay sitio para una tercera cadena comercial, pero es que este modelo está a punto de caducar
Antonio García Ferreras intentó cortar los
rumores, pero sus palabras los posponen
- El quid del éxito de un proyecto como éste depende del modelo radiofónico que se aplique
- “La Sexta” tiene la marca, el target y los contenidos más adecuados para el salto a la radio
Estoy seguro de que a Antonio García Ferreras, un hombre esencialmente de radio, al que
la televisión se le cruzó por el camino, le apetecería un proyecto como “La
Sexta Radio”. Pero la SER, siempre lo
he dicho, es mucha SER. Y un enemigo a
batir, de estas dimensiones y con tal solidez y posicionamiento, costaría mucho
tiempo superar. Tiempo que inevitablemente se refleja en dinero en el mundo
empresarial, no lo olvidemos. “La Sexta Radio” debería encontrar su sitio en un
mercado publicitario que, aunque ha crecido en 2016, nunca se ha mostrado tan
expansivo como el que rodea a la televisión y, ahora, a internet (con una
progresión ascendente en la inversión espectacular). Muchos dudan de que
sirviera para cuatro cadenas (el ejemplo de Punto Radio del Grupo Vocento se
dio de bruces con esta más que suposición) e incluso hay quien piensa que
tampoco dará para mantener por mucho tiempo tres grandes cadenas a corto-medio
plazo.
Ya es un hecho histórico que un comunicador de
la talla de Luis del Olmo defendió, en
2010, con firme convicción, la necesidad,
decía él, de
fusionar Onda Cero, Cope y Punto Radio (que todavía no había desaparecido
de los diales). El tiempo no le dio la razón.
No fue el único en defender esta
alianza. El editor José
Manuel Lara, muy amigo del locutor leonés, anunció en 2012, precisamente en Punto
Radio, de la mano de Luis del Olmo, la apertura de negociaciones, a tres bandas,
entre Onda Cero (de responsabilidad del
propio Lara), la cadena Cope (en manos de los
Obispos españoles) y Punto Radio (del grupo Vocento) para estudiar un posible
acuerdo de fusión: “yo
soy un fanático del matrimonio a tres”,
afirmó en aquella entrevista el editor catalán. No sólo aquellas conversaciones
no prosperaron, sino que Vocento decidió bajar la persiana de Punto Radio y
echar a la calle a sus trabajadores. Se
desvanecía así, como escribí en 2012, el último gran sueño del locutor leonés.
Luis
del Olmo recaló luego, por poco tiempo, en RNE, donde cerró con su
jubilación un ciclo que empezó más de 50 años atrás, no en la cadena pública, como
cree la mayoría, donde sí se hizo enormemente popular gracias a “Protagonistas” (la marca de radio más
consolidada del sector), sino en Radio Juventud de Ponferrada y –paradójicamente-
en la Cadena SER, en Radio Asturias de
Oviedo (o sea, del Olmo trabajó en las cuatro grandes marcas de radio
españolas).
Luis del Olmo en su última etapa en RNE: se quedó sin Punto Radio y sin la cadena 'Onda Cope' |
Quién le iba a contar a Luis del Olmo en 2010,
cuando su ilusión por hacer crecer Punto Radio le animó a abandonar la
seguridad económica de Onda Cero, que
Vocento no iba a acudir a la fusión que él defendía, pero por contra, le iba a
alquilar sus postes emisores a la cadena de los obispos, para hacerla más
fuerte frente a la cadena verde de Atresmedia. La realidad se empeñaba en
llevar la contraria a esa fusión. Muy al contrario, y como ha ocurrido
siempre en la radio española, sus actores son tremendamente
individualistas. Catorce
meses después de alquilar los postes a la Cope, el Grupo Vocento volvía a
obtener rentabilidad con Punto Radio. Inaudito.
Aquel proyecto, impulsado por del Olmo y Lara,
que no prosperó (ni creo, hoy por hoy, que prospere, salvo necesidad imperiosa)
se veía bien desde posiciones ideológicas de centro-derecha como estrategia
para competir, en igualdad de condiciones, ante las alternativas mediáticas del
centro izquierda, léase, en el caso de la radio, la Cadena SER. El paisaje radiofónico español
hubiera restado pluralidad a los oyentes con el descenso de opciones, pero las
sinergias de todo tipo hubieran hecho más rentable el proyecto surgido de la
alianza de Onda Cero y Cope. Siempre la SER ha sido el enemigo a batir. En este
caso, este era el pensamiento desde opciones ideológicas conservadoras. El caso
de RNE era una cuestión cíclica, que dependía
(y sigue igual) de la inspiración política del gobierno de turno, que establecía
a capricho (cada uno con sus voces y nombres de amigos) la línea editorial,
cada cuatro años.
Además, Atresmedia ya dispone de su cadena de
radio generalista (Onda Cero) en la que
conviven dentro diferentes ‘sensibilidades ideológicas’, con toda naturalidad y
aparente buena convivencia, y resultados razonables de audiencia, incluso tras
la marcha de Carlos Herrera a Cope, el
movimiento que más daño ha infligido a la cadena verde desde sus inicios (más
que la marcha de Luis del Olmo a Cope). Se
espera ahora un golpe de efecto de la cadena verde con el más que presumible
fichaje de José Ramón de la Morena. Ya ha dicho adiós en la SER. Y
otros que vendrán, porque la salida de Herrera de San Sebastián de los Reyes ha
aligerado la cuenta de gastos de la cadena de Atresmedia.
El hecho es que, olvidado este intento de
reordenamiento del paisaje radiofónico español, la crisis económica, apremiante
especialmente en algunos grupos mediáticos como Prisa,
hizo que los medios de comunicación de Jesús
de Polanco iniciaran un vía crucis tras la muerte de su fundador e hicieran
de la renegociación de la deuda su deporte preferido. Por increíble que
parezca, los herederos no pudieron, o no supieron, hacerse con las riendas del Grupo Prisa (la muerte de Isabel de Polanco fue el gran zarpazo en esta historia, era la llamada a suceder a su padre) y Juan Luis Cebrián, el eterno ‘Rey Sol’ asumió todo el poder. Su
dependencia de los bancos, que eran en última instancia los que permitían que
Prisa siguiera existiendo, y del
poder del PP (Soraya Saénz de Santamaria) hizo que este grupo mediático, el
primero en español del mundo entero, se viera obligado a girar más al centro
derecha ideológico y a conceder demasiados guiños al partido en el gobierno. Puso,
ante su situación financiera crítica (al igual que otros grupos) su
independencia en entredicho.
Este Ferreras trabajaba en la radio |
En este marco, absolutamente coyuntural, surgió
la idea de crear una alternativa, por la izquierda, a la Cadena SER, y alguien
le puso nombre: “La Sexta Radio”. Numerosos confidenciales en internet, y
medios generalistas, empezaron a tejer la madeja, que crecía y crecía. Es
cierto, como se leyó en algunas informaciones, que podría tratarse de la
repetición de un modelo empresarial, impulsado por el propio Lara, que hacía
que mantener Antena 3 y La Sexta, de inspiraciones conservadora y progresista,
respectivamente, resultara enormemente rentable, en términos de audiencia, por
cuanto se abarcaba mucho más abanico ideológico que la apuesta por uno solo de
esos nichos. Onda Cero tendría en La
Sexta Radio su radio complementaria. ‘La
Sexta Radio’ aprovecharía las sinergias de su hermana mayor, y todas sus
estrellas, e infraestructura informativa. Y había un nombre que aparecía
vinculado a ese proyecto que alguien, desde dentro de Atresmedia, se ocupó de
extender: Antonio García Ferreras.
García
Ferreras nació profesionalmente en la Cadena
SER: en Radio Valladolid y Radio Sevilla, hasta que se trasladó a la sede
central de Gran Vía 32, donde llegó a ser director de la cadena, en sustitución
de Daniel Gavela (que ascendió a
Director General), proveniente entonces de la dirección de informativos, en la
que sustituyó a Luis Fernández
(luego primer presidente de la Corporación RTVE elegido por mayoría del
Congreso). Cuando le llegó una oferta para encargarse de la dirección de
comunicación del Real Madrid, Ferreras tomó la decisión: dejaría la SER para
trabajar, codo con codo, con Florentino
Pérez. Tras su experiencia en el Club blanco (no es lo mismo el trabajo que
el ocio) se cruzó en su camino el proyecto de La Sexta, liderado por Emilio Aragón y José Miguel Contreras. Mucho
se habló en su momento de la relación estrecha, de amistad, entre García
Ferreras y su paisano, el entonces presidente del gobierno, del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien
jugaba a baloncesto en Moncloa.
No
es de mi gusto ni incumbencia profundizar más en este aspecto, que cada uno se haga su
propia composición de lugar. Mi intención es subrayar que si hay alguien que
podría liderar un buen proyecto radiofónico capaz de plantarle cara a la mismísima
Cadena SER ése es Antonio García
Ferreras, “un
gran periodista”, según Carlos
Carnicero y conocedor profundo de las estrategias de la cadena radiofónica
amarilla, que él contribuyó a construir durante su tiempo en ella. Por eso en
Gran Vía 32 le tienen miedo. Saben de su valía y de su capacidad para afrontar con
éxito proyectos de gran envergadura, como ha demostrado con La Sexta. Por otra
parte, si buscamos en Google “ataques a
García Ferreras”, está clarísimo que su trabajo no deja indiferente a
nadie.
Solo en online |
Ferreras en "Al Rojo vivo" no deja indiferente a nadie (Fotografía La Sexta) |
Es cierto que en términos de inversión, un
proyecto de esta envergadura resultaría costoso. Y ahora, permítanme, yo mismo
me contradigo: ¿Por qué ‘resultaría
costoso’? Pues porque si aplicamos los presupuestos de la actual radio analógica,
difundida a través de postes emisores de FM, la inversión se cifraría en
decenas de millones de euros. Probablemente. Pero ¿y si cambiamos de modelo? Ahora podría reajustarse mucho gracias a la
radio online. Mediaset lo ha hecho con Radioset y sus resultados son buenos.
¿Quién quiere hoy, de cara a los próximos años, una costosa red de postes
emisores de FM? Nadie se metería en esta aventura. Paolo Vasile ni se lo pensó.
La estructura ya está montada, probada y rodada con éxito. La marca, posicionada. El personal, disponible. La audiencia, consolidada y fiel y, ante la radio, seguro que muy expectante. ¿Y la SER? Un gran enemigo, sin duda. Pero su lastre es mucho mayor que el de una empresa que quiera acometer un proyecto de estas características en el escenario online. De hecho, ¿cuál es el target de La Sexta? Mayoritariamente joven (renovación generacional de la audiencia, imprescindible y vital) y muy urbano. Las sinergias entre la televisión y la radio siempre han funcionado. Si se trata de reducir riesgos, éste es el camino, con una buena (auto) promoción (a Atresmedia este capítulo no le supondría gasto) y ajustando mucho los contenidos a las nuevas herramientas, con producción de streaming y podcast dirigidos a un público “joven de tendencia inconformista que busca algo diferente en la televisión”. ¿Dónde está este público? Sin duda, en internet.
La estructura ya está montada, probada y rodada con éxito. La marca, posicionada. El personal, disponible. La audiencia, consolidada y fiel y, ante la radio, seguro que muy expectante. ¿Y la SER? Un gran enemigo, sin duda. Pero su lastre es mucho mayor que el de una empresa que quiera acometer un proyecto de estas características en el escenario online. De hecho, ¿cuál es el target de La Sexta? Mayoritariamente joven (renovación generacional de la audiencia, imprescindible y vital) y muy urbano. Las sinergias entre la televisión y la radio siempre han funcionado. Si se trata de reducir riesgos, éste es el camino, con una buena (auto) promoción (a Atresmedia este capítulo no le supondría gasto) y ajustando mucho los contenidos a las nuevas herramientas, con producción de streaming y podcast dirigidos a un público “joven de tendencia inconformista que busca algo diferente en la televisión”. ¿Dónde está este público? Sin duda, en internet.
“La Sexta Radio” no ha muerto. Hay una puerta
entreabierta. Una nueva cadena nacional de radio es posible, si partimos de las
nuevas premisas establecidas por la radio del siglo XXI: la radio difundida a
través de internet. Es la mejor oportunidad. Yo diría incluso que, hoy por hoy,
es la única.
Leída tu interesantísima reflexión, permíteme una duda, Gorka: ¿Crees que sería rentable y realmente influyente LaSexta Radio si solo emitiera a través de Internet? Aunque suscribo tu planteamiento de que una red de postes emisores de FM resultaría muy costosa, aún hay mucha gente que escucha la radio convencional. Yo reconozco que ya no, pero quizás sea una cuestión generacional. El problema que extraigo de tu reflexión, sin ánimo de enmendarte la plana, es el siguiente: LaSexta Radio que tú planteas, si emitiera por internet como Radioset, tendría un target potencialmente joven y tengo la sospecha de que a Ferreras y a la cúpula directiva de Atresmedia no solo le interesaría dirigirse únicamente a ese público potencial. Como tú bien has apuntado en reiteradas ocasiones, la audiencia de la radio ha envejecido y una radio generalista con vocación claramente política, no nos engañemos, necesitaría dirigirse y captar a la audiencia más veterana, que luego son esos votantes que deciden elecciones por su extraordinaria capacidad de movilización electoral.
ResponderEliminarEn resumen, bajo mi modesto parecer, si Atresmedia se animase a lanzar esta iniciativa, debería hacerlo a través de la radio convencional, siempre y cuando mantengan notables sinergias con las nuevas tecnologías, como es lógico, para fidelidad y movilizar también a la juventud. Para algo están las webs y las aplicaciones móviles. Una solución que se me ocurre, a vuela pluma. pasaría por la reconversión de Onda Cero.
Esto que apunto asumo que daría lugar a un debate interminable, pero ciñéndonos a los datos del EGM, me da la impresión de que Onda Cero hace más daño a la SER por la izquierda que por la derecha. Me explico: en los tramos conducidos por comunicadores más progresistas como Juan Ramón Lucas, por ejemplo, a pesar de estar menos horas en antena, tiene más oyentes. En el último EGM, el tramo de variedades de "Más de Uno" registró más audiencia que el informativo de Alsina que le antecede, al contrario de lo que ocurre en la SER, donde Pepa Bueno tiene más oyentes que Gemma Nierga; en la Cope, donde Herrera marca mejores números en el informativo que en el magazine; y en RNE sucede también lo mismo en el programa de Alfredo Menéndez. Y Julia Otero, sin ser líder, es la indiscutible alternativa a la Cadena SER cada tarde, manteniendo una distancia relativamente baja respecto a La Ventana de Carles Francino; esa relativa proximidad, me parece, preocupa bastante en Gran Vía 32 (en algún EGM anterior, JELO superó a La Ventana a alguna hora en concreto), y por ahí se podría explicar el cambio Nierga-Francino.
EliminarEn mi opinión, que puede ser equivocada, Onda Cero hace más daño a la SER que a la COPE, que se puede terminar erigiendo en la alternativa clara de centro-derecha. Recuerdo que, dentro del espectro ideológico, Onda Cero ganó adeptos a medida que la COPE se fue escorando a la derecha a partir de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero (2004-2008). Mientras COPE se escoraba, quedó vacante el hueco del centro-derecha y ahí se metió la cadena de Planeta apoyada en comunicadores conservadores, pero de talante más moderado que Federico Jiménez Losantos o César Vidal, como son Carlos Herrera y Carlos Alsina. Creo que la COPE, tras el fichaje de Herrera, debería tratar de volver a ocupar el hueco del centro y obligar a Onda Cero a replantearse su estrategia. En esas parecemos estar en estos momentos.
De momento han fichado a un histórico de la Cadena SER como es José Ramón de la Morena, pero ese fichaje tan destacado no sería tan influyente y decisivo como sería el paso de Antonio García Ferreras de la televisión a la radio. De la Morena está centrado en los deportes y un hombre como García Ferreras tiene un ámbito competencias más amplio. Sin saber del tema lo que tú sabes, me da la impresión de que la Cadena SER vivió sus mejores años con Ferreras al mando (1995-2004). Lógicamente no sólo estaba él en aquella imbatible SER de los Gabilondo, Sardá, Llamas, Nierga, González, Castaño y De la Morena. Pero de todos es sabida su faceta de ideólogo y líder espiritual de medios de comunicación, de manera que es inevitable asociar su nombre a la edad dorada de la radio de PRISA, donde fue director de informativos y director general. Dicho mal y pronto, se las sabe todas y lo está demostrando en LaSexta, que se ha convertido en la televisión más influyente del país. Ha provocado tal cisma que así se pueden explicar las salidas de la SER de colaboradores habituales de LaSexta como Ignacio Escolar, Fernando Berlín, Manuel Rico, Javier Aroca, etc.
EliminarTodo porque Ferreras da voz a todas las ideas, sin sectarismos ni dogmatismos de ningún tipo. Siempre entregado a ese pluralismo y a esa moderación que tanto se agradecen en unos tiempos tan convulsos. Aunque lo acusen de ser de Podemos, como espectador habitual de esa cadena, todavía no he encontrado argumentos razonables para suscribir esa afirmación, más basada en el desconocimiento y la ideología de cada cual, que en el tratamiento informativo real que se le otorga a cada partido en LaSexta.
Como tú bien apuntas, pocos conocen mejor los recovecos de la Cadena SER que Antonio García Ferreras. Y si no se ha puesto al mando de otra radio será porque no le han presentado una propuesta firme, como él mismo apuntaba en el enlace que presentas en tu artículo, o por cuestiones personales. Si se diesen las circunstancias, no creo que Ferreras desperdiciara la oportunidad de ser el alma máter y el ideólogo de un proyecto tan prometedor como LaSexta Radio. A mí me da que esa podría suponer la puntilla definitiva a la actual deriva ideológica de la SER.
Alex, una vez más, mil gracias por dedicarte, con tanto detenimiento, a comentar mis reflexiones sobre el mundo de la radio.
EliminarEste tema de La Sexta Radio resulta extremadamente interesante y, coincido contigo, muy oportuno para el contexto que estamos viviendo. Pero las decisiones, en el mundo empresarial, implican riesgos que hay que prever y, en la medida de lo posible, contener.
En cuanto a la pregunta que me formulas en torno a las bondades de poner en marcha La Sexta Radio exclusivamente a través de soporte online, se trata, justamente, de minimizar el riesgo y contener la inversión inicial. Pero qué duda cabe que, en estos tiempos, disponer de un poste en FM es de una grandísima ayuda. Pero, dicho esto, el fenómeno de la radio online avanza imparable y un proyecto de las dimensiones y repercusión de La Sexta Radio, estoy convencido, serviría como un enorme revulsivo que reavivaría el sector, amén de las redes sociales. Puestos a reordenar la red de emisoras propiedad de Atresmedia, ahí están las frecuencias de Melodía FM, que no termina de recolocarse. Pero La Sexta Radio tendría suficiente atractivo en la marca en sí misma como para generar una demanda mucho más que razonable en internet. Y además, no olvidemos otro aspecto, jugar en ese terreno -el online- permite estructurarse de una manera radicalmente diferente a la radio convencional que base sus parrillas en los programas ómnibus. La libertad, por tanto, es mucho mayor.
No voy a entrar en aspectos que entran en el ámbito de la opinión, por cuanto son libres, y están muy bien expuestos y razonados. Algunos los comparto, otro no, como que la reconversión de Onda Cero puede ser un camino para el nacimiento de La Sexta. La cadena verde de Atresmedia, tras la marcha de Carlos Herrera, y su peso en la cuenta de resultados, en el capítulo de gastos, está viendo la luz y resulta rentable, y más que lo va a ser, ante el más que previsible aumento de la audiencia (y de los ingresos) con el fichaje, como apuntas, de José Ramón de la Morena.
Sólo algunas precisiones, permíteme. La audiencia de Juan Ramón Lucas nunca podría ser superior a la de Carlos Alsina, por cuanto el caladero de 6:00 a 10:00 horas es el de mayor audiencia de la radio. Por esta misma razón se explica lo que apuntas de Pepa Bueno sobre Gemma Nierga y también que Herrera registra mejores datos en el tramo informativo que en el magacine. En Gran Vía, sede de la SER, no preocupan los resultados de Julia Otero en Onda Cero, al menos no todavía, porque registra la mitad de seguidores que los que tiene “La Ventana” (852.000 oyentes, frente a 464.000). Pero sí preocupa la COPEtencia de los deportes del fin de semana, con la guerra entre “Carrusel Deportivo” y “Tiempo de Juego”. La guerra del EGM ha vuelto, en esta temporada, a estar de actualidad, por el añadido de una hora más a Herrera, en Cope. Si seguimos por este camino, la única manera que va a tener la Cope para vencer a la SER es tener al almeriense en antena de 6:00 a 17:00 de la tarde…
Otra precisión, relativa a los cargos que desempeñó en la SER, Antonio García Ferreras. Fue subdirector de informativos con Luis Fernández, luego director de informativos y, por último, y antes de salir al Real Madrid, director de la SER. Pero nunca llegó a director general.
Gracias otra vez por tu tiempo. Álex. Un saludo, muy cordial.