“La radio te quiere, o no te quiere…”
https://www.gorkazumeta.com/2016/03/la-radio-te-quiere-o-no-te-quiere.html
Módulo ‘Magacines’ en la Escuela CES 2015-2016
Nadie dijo que fuera fácil
Nadie dijo que fuera fácil
Nerea Arostegi y Daniela Saenz en plena acción |
Decididamente, es un privilegio. Poder formar, orientar, a quienes aspiran a proseguir nuestro trabajo en la radio constituye una oportunidad magnífica para tratar de inculcarles las excelencias de este medio maravilloso que no sólo cautiva, sino que embelesa, a quienes lo hacen, y a quienes lo escuchan y disfrutan. Ángel Carmona, comunicador excepcional de Radio 3, de RNE, dijo, al recoger su Premio Ondas 2015, que “la radio es ese oficio en el que hay que entretenerse para entretener”. Una frase, aparentemente simple, que encierra una enjundia certera, tan profunda como imprescindible.
El grupo A reunido en el locutorio |
Éste, imbuirles de la esencia de la frase de Carmona, fue tal vez, si no el principal, sí al menos uno de los objetivos en que más insistí a lo largo de mis sesiones con mis alumnos del CES. Y encontré receptividad, pero también incredulidad, en ellos. Les costaba entender que la radio busca, ante todo, naturalidad, dicho de otro modo: autenticidad. Quien no se desnuda ante el micrófono, quien se niega a abrirse a sus oyentes, incluso a confesarles, casi involuntariamente, retazos de su vida más privada, está dificultando el proceso de comunicación y, en definitiva, está impidiendo sus propios progresos.
¿Cómo realizar un buen magacine de radio? Éste era el reto en que me empeñé en mis sesiones con los jóvenes que apostaron por la formación del CES. Y debo reconocer, de entrada, que –una vez más- me encontré con una realidad, en definitiva un gran obstáculo, que hay que salvar, o rodear, para poder avanzar: los jóvenes no escuchan la radio. No se sienten atraídos por los contenidos que difundimos y además carecen del hábito de escucha. Un buen escritor sólo llega a serlo después de haber leído incontables libros. En radio ocurre igual: nadie puede acercarse al medio sin conocer los precedentes, sin tener entrenado su oído en la escucha de radio, y en los diferentes modos y maneras, tan personales, de hablar, de decenas de colegas.
Paula Sánchez Narrillos y Jesús Ramos, del grupo B |
Soy un enamorado confeso de los magacines. Aunque nací, profesionalmente, en los informativos, debo dar gracias a mis jefes por haberme orientado hacia derroteros mucho más flexibles como los magacines. El tono se enriquece mucho más, la mente se enfrenta a mayores compromisos y si no estás despierto, y tu capacidad de reacción no está a la altura, el folio no te saca del brete. Un magacine engloba todos los géneros de la radio. Un informativo te mantiene encorsetado y te impide mostrarte tal cual eres ante tus oyentes. Ese lado lúdico que todos tenemos no puede aflorar cuando abres un informativo con un descenso acusado de la Bolsa. Sin embargo, un magacine te permite jugar mucho más con los oyentes, buscar su complicidad y hasta formar parte de su familia, si consigues ser admitido en ella.
Es lo que tiene la radio, que, o la haces bien y te premia, o no estás a la altura, y te expulsa. No te expulsan los oyentes –que también- sino el propio medio, que te quiere o no te quiere, como las margaritas. Pero, como todo, la radio se aprende, si uno está dispuesto a acercarse a ella con respeto, técnica y –permítanme- un poco de devoción mágica, la misma que irradia la radio (¡qué juego de palabras!).
Tras la emisión del programa, llega el turno para la reflexión entre todos |
Las diferencias entre los dos grupos de estudiantes, entre ellos, e incluso dentro de cada uno, eran manifiestas. Primero la mayoría eran mujeres, siguiendo la estela de que el futuro es de ellas, de lo que no tengo ninguna duda. Han tenido que trabajar más, y esforzarse, para alcanzar sus objetivos, y lo han logrado con creces. Había componentes de esos grupos que procedían de otras carreras, diferentes al periodismo o la comunicación, que se vieron por tanto obligados a trabajar más y a avanzar hasta situarse a la altura del resto de compañeros. Pero en estos casos los progresos, de tan evidentes, eran muy reconfortantes, como formador.
Emisión en directo del programa, con Nerea Arostegi en el micrófono, bajo la atenta mirada de la productora, Rosa Gallardo |
En cada clase planteaba un tipo de magacine y mis estudiantes tenían dos o tres días para producirlo y realizarlo en directo ante mí en la siguiente sesión. Tras el directo, entrábamos en su análisis y disección. La metodología del CES siempre me ha gustado, porque son los mismos estudiantes los que viven en primera persona la experiencia, aciertan y se equivocan, pero indudablemente aprenden y, lo mejor, adquieren las habilidades necesarias para responder mejor en el siguiente programa, avanzando poco a poco, pero de manera constante.
Ya es hora de nombrarles, para que internet los tenga presentes y, dentro de algunos años, confío en que no sean muchos, cuando alguien solicite información de ellos en Google, el buscador de buscadores le remita a este post donde se anuncia el hallazgo de los diamantes en bruto. Nerea Arostegi es una vasca recia, de Bilbao, decidida, curiosa, experimentada en radio (su paso por Radio Euskadi es su gran patrimonio) que destacó tanto por la variedad de sus tonos como por la ayuda que dedicó a sus compañeros de grupo; Arantxa de Fez, periodista vocacional, perfeccionista, y siempre atenta a los detalles, puro nervio; Laura Fernández Palomino, gran observadora, creadora de sus propios mundos, que decidió acercarse a la radio, lo hizo con dificultad en los comienzos, pero creció como sólo lo logran los que se esfuerzan; Rosa Gallardo, almeriense domadora de su propio acento, provista de una simpatía natural apabullante; Jorge Pérez Casado, bilbaíno atípico inseguro en los inicios, pero fuerte en los finales; Daniela Saenz, mexicana, extravertida, arrolladora, pura dinamita, valiente y arriesgada; Mariaje Sevillano, lo suyo es el periodismo, creo que de nacimiento, hipercuriosa e hiperinquieta, ganadora; Samy Ataoui, evolucionó de la verborrea al control de su incontinencia verbal, demostrando que el micrófono puede ser tu aliado; María Fernández Moreno, una documentalista que apostó por la radio sin ahorrar esfuerzos, y fueron muchos, para alcanzar el tono adecuado; Cristina Fernández Vera, otra perfeccionista y autoexigente, con experiencia radiofónica que la delata, de tono versátil y probada solidez; Esther Millán, de Arganda del Rey, Madrid (que conste), madera de comunicadora, simpatía natural, su paso por Onda Cero (de Arganda, claro) quedó de manifiesto; Jesús Ramos Hernanz, un biólogo abducido por la radio, al que auguro un futuro brillante, a pesar de sus difíciles comienzos, ya superados y Paula Sánchez Narrillos, una dependiente del guión que descubrió, no sin esfuerzo, las ventajas de la improvisación trabajada, ganó en naturalidad y venció su timidez, de titánico triunfo.
Todos reunidos, en la presentación del máster, los trece 'grandes' |
“La Batidora”, y “Más y Mejor” fueron los títulos de los magacines que eligieron y, con ellos, avanzaron en el módulo hasta –creo- llegar a disfrutar de la asignatura. A continuación, y gracias a la espléndida herramienta de Ivoox, mis lectores pueden curiosear en sus trabajos. El magacine recogido en este post es el último del módulo, el que constituye por tanto el último ejercicio y el que debe recoger el último progreso de todos ellos. Pero habría que hacer una puntualización: en el caso de “La Batidora” su directora, Arantxa de Fez y la copresentadora, Nerea Arostegi, tuvieron que hacer un esfuerzo suplementario porque un inevitable cambio de estudio condujo a una serie de fallos técnicos que las descentró al comienzo.
A menudo, durante las sesiones del módulo, les sorprendía con interrupciones provocadas deliberadamente para sacarles de su ‘zona de confort’ y comprobar su capacidad de reacción ante los imprevistos (un micrófono que se corta, una emisión que se interrumpe, una noticia de última hora, etc.), pero en este caso, al enfrentarse al directo (Radio CES online emitió el último magacine) se dieron cuenta de que la radio (en realidad la vida…) no es un guión férreo e inflexible, sino que se va adaptando a las necesidades que se presentan por el camino. Una jornada de trabajo intensa -incluso muchas- puede desmoronarse, en segundos, ante un acontecimiento que derriba todas las previsiones. Y esto forma parte del juego…
Mariaje Sevillano llega de un exterior |
Cristina Fernández Vera, Paula Sánchez Narrillos y Jesús Ramos en directo, María Fernández Moreno (de espaldas) en la producción |
Y hablando de juegos, éste –el de la radio- es el juego que ellos, los trece (¡buen número!) han elegido libremente, a ser posible, para vivir con dignidad de él. En la sesión de presentación les dije que la radio es como el matrimonio: uno decide, sin presión, contraer el compromiso en la boda. Pero una vez dentro de la dinámica, nadie dijo que fuera fácil. Ellos, con su tesón, han demostrado que el esfuerzo ha valido la pena, porque han visto los progresos. Han crecido, ¡y más que lo harán! Enhorabuena por haber escogido la mejor profesión del mundo… Pero, cuidado, nadie dijo que fuera fácil...
Nerea Arostegi realizó un espléndido programa dedicado a Agatha Christie, que incluyó una entretenida entrevista a la escritora y periodista Maruja Torres, que merece la pena escuchar.
Gracias Gorka. Es un privilegio contar con profesores como tu en el Master en Periodismo en Radio, Tv y Multimedia
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