Mayca Aguilera (RNE): “Los guiones suenan en mi cabeza antes de realizarlos” (II)
https://www.gorkazumeta.com/2015/10/todos-los-guiones-suenan-en-mi-cabeza.html
ENTREVISTA A MAYCA AGUILERA, RNE (II)
“Un buen montaje no puede apañar las carencias de un mal guión”Foto de familia del equipo de actores, y técnico de "El joven Frankenstein". Mayca Aguilera arriba |
-Intuyo, escuchando tu trabajo, que eres muy disciplinada, muy trabajadora, muy minuciosa, que empiezas leyéndote el guión y ya vas pensando simultáneamente en las ilustraciones musicales y los efectos especiales. ¿Cómo se aprende a ‘pensar en radio’?
-Soy muy disciplinada, sí, muy exigente con el resultado final. Hice guiones también antes de centrarme solo en la realización, y siempre que escribía lo que fuera lo hacía sabiendo que aquello no era un producto acabado, que el texto es una parte del conjunto sonoro. Escribía pensando en cuál o cuáles de mis compañeros leerían el texto, en sus características como actores y en las peculiaridades de sus voces; escribía a la vez que escuchaba música; pensaba en lo que transmitía cada tema y para qué podía valer. Tomaba muchas notas.
-¿Escuchar mucha música resulta fundamental, verdad?
-¡Por supuesto! Hoy en día sigo escuchando mucha música antes de elegir. Me hago listas de descripciones larguísimas de cada tema, pruebo muchas músicas antes de seleccionar las definitivas. Tardo muchísimo en “preparar” y “pensar” cada guión porque para mí es la manera de ir después rápido en montaje.
-¿Y de efectos? ¿Tiras de ordenador?
-Respecto a las recreaciones con efectos, son ya tantos años trabajando con ellos que tengo de todo almacenado… Rehago constantemente montajes que hice para otros trabajos. Puedo reconvertir, por ejemplo, la alegría en las calles por el advenimiento de la Segunda República en la línea de salida de la primera Vuelta Ciclista a España en 1935 en Madrid, por ejemplo. Ya no parto de cero. Lo que sí es cierto es que siempre ha sonado todo en mi cabeza desde que escribo el guión o desde que comienzo a trabajar en el montaje del guión de otro. Los sonidos son un conjunto.
-¿Pues te he oído decir que utilizáis efectos especiales “muy caseros”…?
-Sí, pero deja que precise más el término. Con ‘muy caseros’ me refería a que están creados por nosotros, a que hemos cogido una grabadora y nos hemos grabado en casa comiendo, duchándonos o caminando con distintos tipos de calzado y a distintas velocidades porque lo necesitábamos para construir un ambiente sonoro; o nos hemos ido a La Mancha a grabar molinos de viento. Simplemente porque el resultado es infinitamente mejor que los efectos enlatados que habíamos encontrado. Con ‘muy caseros’ no me refería a simular caballos con cocos, ni a ningún otro sistema clásico de trabajo en el radioteatro. Las nuevas tecnologías han dado un vuelco total al montaje. Los editores de sonido actuales nos permiten un nivel de montaje que creo que hubiera entusiasmado a aquellos técnicos que empalmaban cintas de magnetofón. No me encuentro entre los nostálgicos.
Mayca Aguilera, puro sonido |
-La voz es solo uno de los elementos que forman todo el lenguaje que manejamos con el sonido. Por tanto, es cierto que las posibilidades de jugar con el sonido en ambientación y montaje son más amplias, pero también lo es que un buen texto y una buena interpretación son la base de todo buen producto sonoro. Si esa base no es buena, lo único que podemos hacer en realización son “apaños”: ocultar los errores, hacer que luzca tanto el montaje que el oyente “no note” las carencias del guión o una interpretación mediocre… Habrá una realización aparente, pero el producto final no será bueno.
-Pero en el otro extremo de este argumento, que comparto, figura el escaso aprecio por la aportación del montaje y la producción radiofónica…
-Totalmente de acuerdo, Gorka. Creo y defiendo que el montaje y la ambientación, cuando el guión es bueno, no son –no deben ser- un adorno, un lucimiento, sino parte del contenido. Una recreación sonora de un documental puede aportar tanto como el corte de un experto en el tema que se trata en el documental; ambos se complementan. Muchas veces se trabaja pensando únicamente en el contenido de locución y cortes, y luego ya llegará el realizador a poner “musiquitas y ruiditos y eso”, para que suene “bonito”… No comparto esta forma de afrontar un contenido sonoro. Eso no es realización.
Selfie del equipo de una de las ficciones sonoras |
-Eso, sencillamente, es incultura radiofónica, perdóname. Cambio de tercio: yo recuerdo cómo llegué a escuchar la última etapa de ‘Los Porretas’, en la SER, esa simpática comedia radiofónica costumbrista, y también los maravillosos “Relatos de Medianoche”, de Chicho Ibáñez Serrador, historias de terror a las doce de la noche, que te helaban la sangre y te hacían meterte debajo de la manta, del miedo que pasabas. Durante algún tiempo la ficción dejó de hacerse, y hace algunos años RNE, y también la SER, volvieron a recoger el testigo. ¿Qué diferencias más destacadas, aparte de las técnicas, puedes enumerar entre ese viejo radioteatro protagonizado por los cuadros de actores de Radio Madrid o Radio Nacional de España, y el que tú/vosotros estáis haciendo ahora?
-Sobre todo, lo que es distinto es el mundo. La vida, la gente, las costumbres, los referentes. Es un producto diferente porque la técnica es diferente, pero también porque el mundo es diferente. Ni qué decir tiene que es absurdo plantearse hacer un serial para que toda la familia lo escuche en el salón de casa, porque ya no se vive así, y porque la radio ya no tiene ese protagonismo en la vida de las personas. Porque el sonido del cine es tan apabullante que ahora no atrapa ya el estilo sonoro del viejo radioteatro; porque ahora consumimos de forma individual a través de nuestros ordenadores personales, y ni siquiera ya la tele es el centro de reunión de la familia después de la cena.
-La pregunta, entonces, permíteme, es ¿a quién os dirigís ahora?
-Pues con nuestras ficciones sonoras nos dirigimos al amante de las historias, desde luego, tenga la edad que tenga. Pero creo que todas ellas tienen un sonido acorde al momento en que vivimos; el montaje, el ritmo, el lenguaje de los diálogos… Todos esos elementos se acercan más al contar historias actual en cualquier otro medio como el cine, los videojuegos, las series de televisión… que al viejo radioteatro.
-Hay una diferencia que te he oído comentar, y es el salto generacional del público que asiste a las representaciones en directo que hacéis en “La Casa Encendida”, ¿percibes un rejuvenecimiento de la audiencia interesada en la ficción sonora? ¿A qué lo atribuyes?
-Sobre todo, lo que es distinto es el mundo. La vida, la gente, las costumbres, los referentes. Es un producto diferente porque la técnica es diferente, pero también porque el mundo es diferente. Ni qué decir tiene que es absurdo plantearse hacer un serial para que toda la familia lo escuche en el salón de casa, porque ya no se vive así, y porque la radio ya no tiene ese protagonismo en la vida de las personas. Porque el sonido del cine es tan apabullante que ahora no atrapa ya el estilo sonoro del viejo radioteatro; porque ahora consumimos de forma individual a través de nuestros ordenadores personales, y ni siquiera ya la tele es el centro de reunión de la familia después de la cena.
-La pregunta, entonces, permíteme, es ¿a quién os dirigís ahora?
-Pues con nuestras ficciones sonoras nos dirigimos al amante de las historias, desde luego, tenga la edad que tenga. Pero creo que todas ellas tienen un sonido acorde al momento en que vivimos; el montaje, el ritmo, el lenguaje de los diálogos… Todos esos elementos se acercan más al contar historias actual en cualquier otro medio como el cine, los videojuegos, las series de televisión… que al viejo radioteatro.
-Hay una diferencia que te he oído comentar, y es el salto generacional del público que asiste a las representaciones en directo que hacéis en “La Casa Encendida”, ¿percibes un rejuvenecimiento de la audiencia interesada en la ficción sonora? ¿A qué lo atribuyes?
Montaje de "Blade Runner" en "La Casa Encendida" de Madrid |
-¿Tal vez deseosos de dar un paso atrás, piensas?
-Afortunadamente ese paso se ha dado hacia delante, por todo lo que cuento en la pregunta anterior. Si vienes a “La Casa Encendida” a ver en directo cualquiera de nuestras ficciones sonoras, verás un abanico de edades muy grande, en el que predominan los oyentes de entre 25 y 45 años. Muchos de ellos no han escuchado un radioteatro clásico por la radio jamás.
-A este público más joven no puedes ‘venderles’ el concepto de “recuperación del radioteatro”, porque carecen de referentes…
-¡Claro! No puedes hablarles de nostalgia, de la radio de antes, porque no saben ni de lo que les estás hablando. Han nacido con dispositivos electrónicos en la mano, ya había internet cuando eran adolescentes y han consumido productos online y descargas desde que recuerdan. Nosotros hacemos historias sonoras para ellos, no para “recuperar” nada.
-¿Y qué piensas entonces cuando en los medios, y yo entono el ‘mea culpa’, porque tal vez peque de nostálgico, pertenezco a esa generación que sí tiene referentes… dicen, o decimos, que se está “recuperando” el radioteatro?
-Pues te respondo con sinceridad: el radioteatro no necesita ser recuperado; contar historias sonoras necesita hacerse más, y con más criterio. Los medios que se necesitan son bien simples. Realmente lo único necesario es un buen guión, una buena locución… y realizar el montaje final de una manera sencilla y eficaz. El oyente dispuesto a consumirlas está ahí, a un clic del ratón de su ordenador.
Guión de "El Joven Frankenstein", tuiteado por Alfonso Latorre |
-“La Vida de Brian”, “Drácula, “El joven Frankenstein”, Extraños en un tren" o "El último trayecto de Horacio Dos"
son algunos de los títulos que habéis dramatizado en RNE. Los textos, lógicamente, no están adaptados a la radio, de eso se encarga Alfonso Latorre, con maestría y conocimiento del medio. ¿Cómo se produce la coordinación entre vosotros? ¿Cómo es la dinámica de trabajo que establecéis con cada título?
son algunos de los títulos que habéis dramatizado en RNE. Los textos, lógicamente, no están adaptados a la radio, de eso se encarga Alfonso Latorre, con maestría y conocimiento del medio. ¿Cómo se produce la coordinación entre vosotros? ¿Cómo es la dinámica de trabajo que establecéis con cada título?
-La fase de guión de nuestras ficciones sonoras es la más larga de todo el proceso. El mayor peso recae en manos de Alfonso Latorre, a quien conozco y con quien llevo trabajando desde hace unos quince años. Junto a él, en esa etapa de guión estamos Benigno Moreno -el director- y yo. Afortunadamente, con nadie me resulta más fácil y cómodo trabajar que con ellos dos. Son minuciosos, exigentes, cumplidores, saben escuchar y trabajar en equipo. Cada uno respeta el punto de vista del otro y valora las sugerencias y las propuestas. Nos conocemos y conocemos las virtudes de los otros, lo que cada uno es capaz de aportar.
-A mí me extraña, no obstante, que un trabajo de la envergadura de la ‘Ficción Sonora’, en RNE, cuente solo con tres personas trabajando cada una de las obras revisadas…
-Pues, Gorka, nos resulta cómodo ser solo tres, a pesar de la cantidad de trabajo que nos cae encima.
-¿Os resulta, por lo que veo, más operativo?
-¡Sin duda! Decidimos la obra, que proponemos a dirección de programas para que sea aceptada. Marcamos una línea en los contenidos del guión y Alfonso redacta tratamientos hasta que más o menos estamos de acuerdo con el desarrollo de la trama. Entonces comienza a dialogar. Puede llegar a retocar la primera versión del guión hasta seis o siete veces, y cada una de ellas es discutida por los tres. Es recortada, alargada, modificada… de todo.
La gran afición de Mayca Aguilera, la fotografía |
-Es que, claro, un texto original puede ser genial –como los que habéis elegido para vuestras adaptaciones- pero ninguno está pensado para emitirse por radio…
-Efectivamente, para la radio hay que adaptar. No se cuenta igual una historia cuando se tiene el apoyo de la imagen que cuando no, cuando se lee un texto escrito que cuando éste va a ser escuchado. Muchas veces tenemos que decidir entre los tres cómo resolver alguna escena que es fundamental para la trama y que no puede entenderse solo con sonido tal y como está contada en la obra original. Ese trabajo es de guión, pero también de realización, y pensamos cómo podría resolverse desde el punto de vista del sonido.
-¿Os ayudáis entre vosotros? ¿Guión le pide a realización, y viceversa, para completar el resultado final de la mejor manera posible, intentando sortear las limitaciones, evidentes, que alguna de estas obras presentan en su parte visual?
-Hasta tal punto que existen momentos en que le pido a Alfonso alguna escena innecesaria para el desarrollo de la narración pero que me sirve para meter al oyente en un ambiente, en un escenario, en una época, en un estado de ánimo… Él redacta lo que es necesario redactar, y yo recreo ese espacio. Prácticamente hemos crecido juntos en cuanto a manejo del lenguaje sonoro; leemos un guión y sabemos de dónde cojea. Coincidimos en muchísimas cosas. Por eso es tan fácil trabajar juntos.
-Y cuando acordáis el guión definitivo, ¿cómo os organizáis?
-Bueno, más o menos “definitivo”… Entonces, Benigno y yo comenzamos a montar el sonido. Pedimos a los actores que vengan un día a hacer una grabación de la palabra para que nos sirva de base en el montaje, de referencia. Elaboramos muchísimos premontajes que van milimétricamente enlazados los unos con los otros. En cuanto al guión, sufre cambios constantemente. A medida que montamos, le pido cambios a Alfonso porque tal escena era mejor montarla de otra forma. Y desde luego, durante los ensayos, Alfonso modifica partes del texto constantemente. Nos vamos dando cuenta de qué detalles no se entienden suficientemente, o de qué otros eran innecesarios, o de que esta o aquella frase es mejor decirla en otro momento o de otra manera…
En plena acción |
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