Entrevista a Chelo Sánchez Serrano (I)

Profesora de radio en la Facultad de Comunicación de la UPSA

“En la UPSA nunca hemos creído que la radio fuera la hermana pobre de los medios”

Conocer a Chelo Sánchez Serrano es una suerte en la vida. Pocas personas hay, como ella, que te transmiten tanto equilibrio, tanta serenidad y confianza, todo ello envuelto en un papel de regalo repleto de amabilidad y simpatía permanentes. Envidio a sus alumnos (con algunos me he encontrado y me lo han ratificado…) porque disfrutan de una profesora que vive apasionada por aquello que enseña. No todos los profesores pueden decir lo mismo. No todos los profesores pueden contagiar pasión. Por eso, y solo por eso, me puedo explicar el éxito, tan palpable, de una formación en radio tan sólida y eficaz como la que se ofrece en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), donde ella, y otros profesores –como Luis Miguel Pedrero y Aurora Pérez Maíllo, entre otros- intentan luchar contra el desinterés, la ignorancia o la desmotivación que atenaza a los jóvenes que se acercan –entre tímidos, temerosos o incluso románticos- a este oficio maravilloso que es el periodismo. Chelo ya ha colaborado en este blog varias veces desde la “Tribuna de Invitados”. Era momento de contar con ella como entrevistada.

Chelo Sánchez Serrano

-Chelo, me interesa tu condición de profesora de radio en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), y el enorme valor prescriptor que tienes entre los alumnos que se matriculan para aprender a ser periodistas y terminan siendo radiofonistas. ¿Hasta qué punto esta evolución se sigue manteniendo entre los chavales de la FCom de la UPSA?

-Te agradezco Gorka que tengas tan buena visión de mi trabajo, pero no sé si es para tanto.  Llevo 20 años trabajando en la Pontificia y he tenido la suerte de hacerlo enseñando aquello de lo que sé un poco y que me apasiona mucho. En todos estos años las cosas han cambiado mucho: ha cambiado el perfil de los alumnos, ha cambiado la radio, está cambiando continuamente la universidad y, como consecuencia de todo esto, y también de la propia evolución profesional, cambiamos los profesores y la evolución, por tanto, no es siempre en el mismo sentido. Si por radiofonista entendemos la persona que practica la radiofonía, pues sí: aquí aprenden a hacer haciendo y hacemos toda la radio que podemos dentro del contexto del plan de estudios que tenemos y gracias a unas buenas instalaciones. Pero creo que tu pregunta iba más allá. Si te refieres a si los futuros periodistas se “convierten” a la radio…

-…¡exacto!

-Pues debo decirte, en honor a la verdad, que menos que antes. 

-¿Qué me dices!

Chelo Sánchez Serrano en el locutorio, en plena faena

-Aunque sí comprobamos cada año que, en cuanto la conocen, empiezan a practicarla y ven sus posibilidades, la visión cambia mucho. Se suele producir un efecto positivo en el sentido de descubrimiento, que no es lo mismo que enganche. Como me decía una alumna el otro día, “te das cuenta de que hay muchos mundos dentro de la radio”.

-Muy bien visto, sí señor! Tú lo has dicho: los jóvenes estudiantes de periodismo “descubren” la radio en la Facultad de periodismo. ¿Qué ha ocurrido para que no exista mayor porosidad entre los futuros periodistas a los efectos de la radio?

-Cuando tú no haces deporte de manera habitual ¿qué te ocurre el primer día? Cuesta, ¿no? Cuando no conoces un idioma y empiezas a estudiarlo y luego a escucharlo, cuesta ¿no? Y lo mismo ocurre con una tierra en la que no hay siembra, pues que no produce nada. La radio española de las últimas décadas decidió renunciar, y ellos sabrán por qué, al público infantil y juvenil, y lleva años haciendo una radio sin pensar en ellos y al margen de ellos, cosa que no ha pasado con la televisión y sus canales temáticos o programas especializados.

-¿Ése puede ser el gran error, Chelo?

-Claro, Gorka. La consecuencia más clara es esa falta de porosidad que apuntas y que comprobamos, esa falta de identificación, de bien o servicio no necesario para los jóvenes. Está claro que los niños y jóvenes han colocado en su altar de usos y gratificaciones a otros y la radio ha mirado para otro lado como dando la batalla por perdida. ¡Y anda que no se pueden hacer cosas o, por lo menos, intentarlo!

Un grupo de alumnos trabajando en el estudio de radio

-La radio es el medio más camaleónico, que mejor se adapta al entorno y que mejor ha resistido el embate de la crisis económica. Pero al mismo tiempo es el medio que menos ha arriesgado en su evolución en España, porque se sigue haciendo la misma radio de hace 25 ó 30 años. Y no lo digo yo solo, lo afirmó también, rotundo, Javier del Pino –el director de ‘A Vivir que son dos días’ (SER), precisamente, ante los estudiantes de UPSA, a finales de 2013, contigo de moderadora. ¿Cómo analizas esa doble realidad opuesta: por un lado la radio, en España, sigue gozando de un gran apoyo de la audiencia (25 millones en FM), pero por otro no se ha renovado, ni se ha preocupado por acercarse –como medio, de manera institucional- a los sectores que menos la oyen, como bien dices, a los niños o los jóvenes, principalmente?

-Creo que tiene que ver, como tú bien sabes, con la lentitud de la propia radio: en la radio las cosas se cocinan lentas para lo bueno y para lo malo;  y con la comodidad en la que se han instalado las empresas radiofónicas, ¿para qué cambiar lo que funciona, -deben pensar- incluso aunque el cambio pudiera ser para mejor? La población española es casi, tirando por lo alto, el doble de la audiencia de la radio, así que ahí tienes las cuentas: sí, pero no, sí, pero no para todos. Y seguramente no tenga que llegar ni gustar a todos, no seré yo quien diga eso, pero al menos sí explorar caminos nuevos, como muy bien está haciendo ahora, ya que lo citas en la pregunta, Javier del Pino en el “A Vivir”.

En la pecera, dando instrucciones

-Javier está haciendo un gran programa, que no sólo arriesga, sino que arriesga y gana, porque la audiencia le está respondiendo muy bien. Cambio de tercio, Chelo: me sigue maravillando, –y esto, directamente, tómalo como un piropo- la hiperactividad en torno a la radio que desarrollan los estudiantes de periodismo de la UPSA, en la que tenéis mucho que ver profesores como Luis Miguel Pedrero, Aurora Pérez Maíllo o tú misma… ¿Por qué vuestros estudiantes se vuelcan en este medio, con experiencias como “La Radio de mi Recreo”, por citar una de los más recientes, con tanto entusiasmo?

-La Radio de mi recreo ha sido una alegría. Fue un reto que yo les lancé a principio de curso, como cada año, pero es verdad que este curso el resultado, como coincidía con el 90 cumpleaños de las emisiones regulares de la radio en España, tenía que ser un poco más especial. El primer mes de clase pensamos mucho sobre el qué, el cómo, incluso hicimos un concurso de títulos… Finalmente nos quedamos con el que yo había propuesto (“La radio de mi recreo”) porque todos lo asumieron como propio y porque era el que resumía mejor la filosofía del proyecto.

-¡Eso se llama trabajar la motivación, Chelo!

Uno de sus libros

-Por responder a tu pregunta, yo creo que los alumnos se vuelcan cuando entienden que los objetivos de las actividades y de las metodologías van más allá de aprobar la asignatura y también -no te lo voy a negar- porque en esta Facultad trabajamos unos cuantos “apasionados de la radio” en el buen sentido de la palabra… y la pasión, ya sabes, es contagiosa. Hablaba yo antes de la siembra en una respuesta anterior. En esta Facultad, cuando nacimos hace 25 años, tuvimos muy buena semilla de radio y los buenos maestros siempre dejan estelas fructíferas. Aquí nunca hemos creído que la radio fuera la hermana pobre de los medios…

-…muy buen punto de partida.

-Y fíjate Gorka, que yo creo, con toda humildad, que es una de nuestras fortalezas. Hay miles de graduados de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca que lo demuestran cada día desde los micrófonos de una pequeña emisora municipal, en las grandes cadenas o colocando su podcast en el ranking de los más escuchados de Ivoox. 

Continúa…