“Ya veremos”, con el Cano”
https://www.gorkazumeta.com/2015/05/ya-veremos-con-el-cano.html
Le tenía ganas. Desde el primer día he acompañado mis cenas con su voz, sus ocurrencias, sus invitados y su música. Es Juan Luis Cano. Y voy ya, a estas alturas de la vida, a dejar de llamarle la “mitad de Gomaespuma”, y mucho menos a preguntarme si él se correspondía con la “espuma” o con la “goma”, un recurso facilón que he escuchado infinidad de veces... Juan Luis Cano es Juan Luis Cano, señores. Irrepetible. Genuino. Un tipo tan cercano que todos sus oyentes (incluido yo, por supuesto!) le invitaríamos a cenar en nuestra casa porque seguro que nos haría muy entretenida la velada.
Con Francino, presentando "Ya Veremos" en la SER |
Juan
Luis empieza ya, desde el principio de su regreso a la radio, a jugar con el
lenguaje y hasta con la programación
neurolingüística, eligiendo “Ya
Veremos” como estandarte de su nueva experiencia en este medio, que tanto
idolatra. En realidad, no vamos a “ver” nada, porque se trata de radio… pero
este periodista, militante del Atlético de Madrid hasta las cachas, elige
deliberadamente este título no porque podamos ver luego los vídeos de sus
mejores entrevistas, no; lo ha elegido porque sólo la “buena radio” se puede
“ver” en la cabeza, gracias a la portentosa imaginación que puede provocar en
los oyentes más inteligentes, solo de aquéllos que estén permanentemente
atentos a la rapidez verbal y de reflejos de su proverbial capacidad de
improvisación.
Juan
Luis Cano ha elegido (o le han elegido) M-80
Radio para alojar su programa. Me parece una decisión muy oportuna, porque
quienes mejor habrán recibido su regreso a la radio son los cincuentones como
él, los que compartimos generación y universo cultural. Pero también los
cuarentones. Y algunos treintañeros. Los que sumen menos años, seguramente
estarán alucinando con un periodista que se permite el lujo de “insultar” a sus
colaboradores con perlas del tipo: “no,
si tú eres un tipo asqueroso, un ‘listo’ que te cagas”. Y que le dejen
seguir haciendo el programa sin leerle la cartilla… Y es que Juan Luis Cano
siempre ha sido el “enfant terrible”
de la radio española desde los tiempos de “El
Flexo” (en las noches de Radio Madrid, hace más de 25 años…).
Con Juan Antonio Corbalán |
La
radio de Juan Luis Cano es generacional, de la vieja escuela, de aquella que
cuida mucho la antena, la calidad del sonido, la diferencia de los planos ante
el micrófono, los silencios, las “acotaciones” en radio, de los que están
atentos a todos los elementos que conforman el programa, pero sin que el oyente
se dé cuenta de su purismo… “Pero qué
bien hablo, es la leche!”, repite a menudo, ante propios y –sorprendidos- extraños.
Sin embargo, en mi modesta opinión, le faltan más “ilustraciones” al programa,
más derroche de recursos, indicativos, separadores, sintonías… elementos todos
ellos que añaden no sólo lustre al espacio, sino también personalidad. Sirven,
por ejemplo, para anunciar secciones y contenidos… Y en tiempos en los que los
podcast descontextualizan las coordenadas tiempo-espacio sirven para situar al
oyente circunstancial y “etiquetar” el contenido.
Está feliz por el regreso a su medio natural: la radio |
Inevitablemente,
sobre todo en los sketchs humorísticos,
se echa de menos a Guillermo Fesser,
que por cierto acaba de fichar por lo nuevo de Onda
Cero, en las matinales de Carlos Alsina. Las ocurrencias de uno se enriquecían con las del
otro, y viceversa. El universo que lograban crear entre ellos era difícilmente
superable en algunos momentos, irrepetibles. Aquí, pese a los esfuerzos, a
menudo los toques humorísticos del programa terminan en sonrisas del equipo,
inexplicables para los oyentes que no entiendan el humor de Cano. El elemento provocador
de la risa generada en un programa de radio tiene que llegar al oyente. Si no,
se ríen sólo los que hacen el sketch
y, como mucho, contagian –por las características de su risa- a unos cuantos,
mientras que otros se pierden en la nada, y hasta se incomodan por una risa que
“no entienden”. Tal vez, para redondear mejor estas parcelas humorísticas de “Ya Veremos”, Juan Luis Cano debería,
dada su facilidad para la creación de voces diferentes, utilizar la técnica de Juan Carlos Ortega, y grabarse los sketchs. Ya he escuchado alguno que
sigue estas pautas, donde habla consigo mismo, pero lógicamente requieren más
guion, más producción y menos improvisación… En definitiva, se resta
espontaneidad para ganar en eficacia. Escuchar en su boca “pograma” a estas alturas del “curso”, a muchos nos plantea una
doble sensación, contradictoria: por un lado nos retrotrae a la época dorada de
Gomaespuma, pero por otra nos parece un recurso fácil, demasiado repetitivo y
algo trasnochado.
Uno de los momentos más emotivos del programa, cuando se emocionó charlando con Guillermo Fesser |
En
las entrevistas de Juan Luis Cano se le nota a la legua la escuela y la
profesionalidad. A quienes hemos bebido de las mismas fuentes que él, no nos
llama la atención que el presentador esté pendiente de las respuestas del
entrevistado, que le mire a los ojos (a pesar de esas gafas bajas que delatan
la presbicia) y que repregunte, siempre con humor, y su punto de ternura y
emoción, como en la entrevista –deliciosa- a la actriz Charo López, a la que –él lo sabe bien- resulta complicado
entrevistar si ella percibe carencias e inseguridad en el entrevistador. Cano
introduce constantemente referencias autobiográficas en sus entrevistas, lo que
convierte estos encuentros en charlas informales más que en un simple intercambio
de cuestionario o alternancia, tópica y demasiado previsible, del esquema
pregunta-respuesta.
Juan
Luis Cano entrevista a quien quiere. Esto, se plantearán muchos de los
lectores, ocurre siempre ¿no? Más o menos sí. Pero en el caso de Juan Luis Cano
se hace imprescindible un feeling
especial previo. El personaje, o la persona, deben gustarle al periodista de
Carabanchel, porque empatiza mucho con él, debe sentirse muy cómodo frente a
él, o ella, para disfrutar. Y se le nota. Y se nota en la calidad de la
entrevista, como en el caso del humorista Agustín
Jiménez, cuando éste reconoció su admiración (incluso sus influencias) por
Gomaespuma y sus libros, y Juan Luis cortó y retomó rápidamente la conversación para
volver a hablar de la trayectoria del invitado y no de sus propios ‘milagros’…
En sus entrevistas, el que queda retratado es no sólo el invitado, sino el
propio Juan Luis.
Con Charo López |
Charlando con Tomás Gómez o 'poner las pilas' a un político en el cuadrilátero |
La
estructura del programa, sin embargo, no me ha parecido original. Demasiado
clásica (¡cuidado!, en cuanto a clásica, correcta). Pero no aporta mucho (si es
que debe valorarse el concepto de aportación como tal, claro). Se trata de una
sucesión de contenidos lineal, sin participación coral del equipo, más propia
de la radio de Gomaespuma, cercana al espectáculo. Juan Luis, aquí más
contenido, y tal vez protegido por una estructura más férrea (impuesta probablemente por M-80), menos flexible y
por tanto con menores riesgos de descontrol, reparte juego solo entre
secciones, sketchs, entrevistas y
música, los cuatro pilares sobre los que descansa este “Ya Veremos”, programa situado estratégicamente en la tarde-noche de
lunes a viernes para acompañar los desplazamientos a casa o las cenas tempranas
de sus oyentes. Si la estructura tuviera que estar sometida al dictado de los podcast (seccionados por contenidos),
sería la estructura ideal, pero no he visto en la web el programa troceado,
sino completo (¿todavía?). Las entrevistas sí se ofrecen segmentadas, en video y en audio.
Con el actor José Luis García Pérez |
En
cuanto a la música, Juan Luis Cano la presenta, la identifica, lo que se
agradece. En una radiofórmula musical, como es M80 Radio, los discos deben emitirse
identificados para información de los oyentes. Pero en el caso de Cano, como no
podía ser de otra manera, tienen también su ‘sello’, y así, si suena el tema
más conocido de Gerry Rafferty, su oldie “Baker Street”, el de Carabanchel
cuenta que “este tipo lo que mejor hacía,
además de cantar, era aguantar la respiración bajo el agua”. Información
complementaria, además de curiosa! Bienvenida sea!
Hablaba
una de estas noches el de Carabanchel de la importancia de la Comunicación No
verbal, y tal vez debería aplicarse el cuento, y ser más consciente de que sus
entrevistas se graban en vídeo. Desconozco el significado de ese gesto que
hace, al comienzo de cada una de ellas, en la presentación previa, de apretarse
con la mano la nuez de la garganta, en un signo –intuyo- a medio camino entre
el nerviosismo y la concentración en lo que lee e improvisa. Pero siempre sonríe.
Ya se sabe: “una sonrisa es el camino más
cercano entre dos personas”. Se lo dijo el actor Pepe Viyuela, a Pepa Fernández
en RNE, y me he apropiado de la frase.
Pero, en el fondo, la cuestión que sobrevuela, es la inoportunidad
de añadir imágenes a un medio que, en su esencia, no las necesita.
Alma de clown |
Voy
a seguir compartiendo mis cenas familiares con Juan Luis Cano, a quien sigo
admirando por muchas razones: por su profesionalidad, por su ideario humorístico
(tan cercano al mío), por su bagaje cultural, por su capacidad para bucear (en todos los sentidos) en las vidas ajenas con naturalidad y eficacia, pero sobre todo por su bonhomía,
cercanía y humildad. En estos tiempos que corren, los sucedáneos no gustan. Y Juan
Luis Cano gusta porque uno de sus principales valores, si no el que más, es la
autenticidad. ¡Y la radio no engaña!
Gran anláisis.Lo que no estoy de acuerdo es en lo de la profesionalidad y autenticidad.Quiere hacer Goma Espuma el solo y no le sale,porque es Juan Luis Cano,no los dos.Se vuelve incomodo escucharlo interrumpir una vez tras otra a un entrevistado para decir una payasada de graciosin (fesser compensaba y ponía equilibrio) o contar anecdotas de su vida que no vienen al caso.Quiere ser y no puede.Yo he sido muy muy fan de Goma Espuma y de cada uno por separado. Como programa (o "pograma",triste el recurso) aún asi lo oiria de tanto en tanto,con lo que no puedo y lo que me hizo caer el mito fue saber que con lo reivindicativo y defensor de injusticias que es ha estado meses y meses sin pagar a sus empleados.Eso ni es profesional ni es auténticidad.
ResponderEliminarLo he buscado en google y no hay ni una alusión, no digo que mientas, pero se me hace realmente dificil creer que eso sea tal como lo cuentas.
EliminarEn lo demás, adoro Gomaespuma (al Guillelmo y al Juánluis), y Juan Luís no puede ser otro que el que era, así que sabiendolo, a mí no puede decepcionarme por ese motivo.