¿Qué fue de Radio Clan?
https://www.gorkazumeta.com/2015/04/que-fue-de-radio-clan.html
El proyecto de radio online infantil de RTVE, anunciado a bombo y platillo en 2013 que no se ha desarrollado
A finales de octubre de 2013 los medios
de comunicación publicaban la noticia
de que RTVE iba a impulsar la creación de su primera
emisora de radio online. El propio presidente de la corporación, Leopoldo González-Echenique, confirmó en el Senado que el proyecto elegido iba a ser una
radio dirigida a los niños, que se llamaría Radio Clan, emulando al canal de televisión del mismo nombre.
Leopoldo González-Echenique, el propulsor de Radio Clan |
Las
informaciones añadían que esta emisora de radio online, se podría escuchar por
internet, móviles y tabletas y que estaría dirigida a la franja de edad comprendida
entre los 0 a 12 años y también a sus padres, así lo explicó el propio Echenique
a raíz de una pregunta presentada por un senador del Partido Popular, durante
su comparecencia ante la comisión mixta de control parlamentario.
En
el proyecto de Radio Clan, tal y como anunció el presidente de la Corporación,
habían trabajado profesionales de Clan TV, Radio Nacional y RTVE.es. En la nueva radio, los niños podrían encontrar a sus
personajes favoritos de Clan TV, además de programas en los que aprenderían sobre los
distintos estilos musicales y una parrilla en la que también habría cabida para
los idiomas.
“Este proyecto supondrá llevar el éxito de
Clan Televisión a la radio. Pretendemos que sea la primera radio temática
infantil de España, con una vocación indudable de servicio público y con un
presupuesto ajustado”, señaló el responsable de Prado del Rey. Echenique ya
partía de un error, provocado por la ignorancia, o la falta de una mínima
investigación en Google. Decía el presidente: “la primera radio temática infantil de España”. Dos años antes había
nacido en Cádiz “Baby Radio”,
que sí fue la primera, y que sigue adelante, como ejemplo vivo de una inteligente
monetización de radio online. En el Senado, se arriesgaron, e hicieron el
ridículo.
Clan, en TVE |
Y
el presidente, según las informaciones publicadas, siguió defendiendo ante sus
Señorías, el proyecto, como una de las grandes apuestas de la Corporación. A
juicio del presidente de RTVE, mientras en España hay poca oferta de radio dirigida a los
niños y éstos viven un poco “al margen
del mundo de la radio”, ese tipo de contenidos tienen un gran éxito en
otros países punteros en el negocio audiovisual como Estados Unidos.
Hasta
aquí muchos celebramos la iniciativa y felicitamos en Twitter y demás redes
sociales al presidente Echenique por liderarla. Recuerdo que la profesora Chelo Sánchez Serrano, de la UPSA,
escribió un tuit muy elogioso por el anuncio de la puesta en marcha de Radio
Clan, porque ella ha sido siempre una firme defensora de la implicación de los
niños, y más jóvenes, con la radio. Solo si se convive con el medio, desde
estas tempranas edades, se sabe desarrollar mejor la costumbre de escucharlo. Y
la radio, en el fondo, no es más que una costumbre, que llega a formar parte de
nuestros hábitos rutinarios.
Octubre
de 2013. Ésta fue la fecha del anuncio. Y muchos ansiábamos ver cuanto antes
Radio Clan en marcha. El presidente había hecho público el proyecto, quiero
pensar, después de valorarlo (sobre todo económicamente) y desde el punto de
vista de la producción de contenidos que implicaba su realización. En la
comparecencia ante el Senado, adelantó, entre líneas, que el presupuesto sería
“ajustado”; que es lo mismo que decir
el “mínimo posible”. Y había –también quedó claro- tres departamentos
implicados: el canal de TV –Clan TV-, RNE y RTVE.es. El primero asesoraría y produciría, la segunda le dotaría
de la pátina radiofónica que requería la adaptación de los contenidos y el
último diseñaría y desarrollaría las herramientas digitales para que se pudiera
escuchar en los dispositivos citados por el presidente de la Corporación ante
la comisión de control del Senado.
Los
hechos –o sea, fundamentalmente el silencio- parecen confirmar que la
coordinación interna inicial, imprescindible para poner en marcha un proyecto
de esta envergadura, o no existía, o tenía grietas importantes. Dicho de otra
manera, no estaban todos los flecos bien cerrados como para ‘presentar’ en el
Senado -¡nada menos!- Radio Clan. Pero lo hicieron.
Pues
bien, hasta la fecha nada se sabe en RTVE de Radio Clan. Por supuesto, en la web corporativa no
existe (ni se la espera, me temo). Uno intenta indagar en torno a las razones
que han retrasado tanto su puesta en marcha, y se enfrenta a uno de los
elementos tan propios de las empresas públicas, en todos sus niveles: la
burocracia. De entrada, existe un elemento determinante en este asunto, y es
que su principal impulsor –el propio Leopoldo González-Echenique- ha abandonado
la Corporación por decisión propia y su sucesor no parece haberlo priorizado
tanto; es más, quién sabe si se está dejando que el proyecto languidezca para,
finalmente, ¿morir nonato?
Hay
un hecho que quizá es bastante revelador: desde RNE nunca se habló de Radio Clan. Si el
proyecto no había nacido bien internamente, lo cual entra dentro de lo posible
conociendo la intrahistoria de RNE, se enfrentaría a uno de los principales problemas en
cualquier compañía, privada o pública: el malestar que provoca una imposición
ante una decisión no consultada.
El aprovechamiento de la sinergias y la complementariedad entre canales, claves en el nacimiento de Radio Clan |
El
tremendo silencio da a entender que posiblemente Radio Clan no fue un proyecto
querido por quienes debían desarrollarlo. Visto desde fuera, parece que recibieron
un mandato “presidencial” para ponerlo en marcha, pero mucho me temo –a juzgar,
insisto, por los hechos- que, si alguna vez existieron, las reuniones
conjuntas, los desarrollos departamentales e interdepartamentales, con toda probabilidad no hicieron otra cosa más que prolongarse innecesariamente para ganar tiempo y
retrasar el proyecto, hasta que su impulsor ha desaparecido. Y en este sentido,
también parece probable que la marcha de González-Echenique de la presidencia
de la Corporación haya terminado con el proyecto a la vista de los
acontecimientos o, mejor dicho, de la ausencia de acontecimientos.
Logo de una radio argentina del mismo nombre |
Si
hay alguna empresa de comunicación que es capaz de afrontar un proyecto de
estas características y salir airosa del mismo, ésa es RTVE. No tengo la menor duda. De hecho, ya hubo
programación de radio infantil en otra época. Incluso hoy en día, a pesar de un
EGM para el que no existen los menores de 14 años, Radio 5 emite “La
Estación Azul de los niños” y “Contando
cuentos en R5”. Los medios con que cuenta, la historia, la profesionalidad
y el conocimiento convierten a la Corporación en el actor principal de esta
gran producción. Corresponde, también sin ninguna duda, a una empresa pública
como ésta liderar el proceso educativo último que sigue a la dinámica de un
canal de radio infantil. El incuestionable acierto en la formación en los
valores y conocimientos intrínsecos difundidos por Radio Clan se vería
completado por otro valor extrínseco nada baladí: la generación de la costumbre
de escucha de radio en los niños, fundamental para garantizar la supervivencia/continuidad
del medio.
No
sé si, finalmente, quien debe ordenar la recuperación de Radio Clan tomará la
decisión, pero al menos que las autoridades de la Corporación sepan que no se
pueden publicitar ideas y proyectos gratuitamente (y mucho menos en escenarios
como la Comisión de Control del Senado), sin asumir responsabilidades ante los
ciudadanos, que son los últimos receptores y beneficiarios de su trabajo.
Radio
Clan constituiría también el primer canal nativo online de la radio pública y,
de nuevo, abriría camino en la cultura digital de medios que hasta ahora sólo
ha llevado a los grandes operadores a duplicar la señal de sus productos en
online, sin decidirse (atreverse) a crear nuevas ofertas exclusivas en ese entorno. RTVE
debería estar siempre al frente de la vanguardia, tanto tecnológica como de
contenidos. Hasta la propia Ley de la Radio y Televisión de titularidad estatal
le reconoce ese papel que sí que desempeñan claramente otros radiodifusores
públicos en el resto de Europa. Pero me temo que todavía existen
comportamientos y circunstancias particulares que le impiden estar a la altura
de las expectativas de muchos ciudadanos que, como yo, celebraron la noticia y
hoy se sienten decepcionados y hasta desairados. Porque pocas cosas hay peores que
crear expectativas y frustrarlas. O quizá sí: la inacción y el silencio, en
claro desprecio hacia a los ciudadanos.