El culebrón Carlos Herrera (y II)
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Tras el portazo de Onda Cero...
Ahora, ¿Cope sí o sí?
Ahora, ¿Cope sí o sí?
Herrera
pertenece a un tiempo, a un escenario, muy próximo al de sus coetáneos
Gabilondo y Del Olmo, próximo en fuentes, próximo en maneras, y próximo, si se
me apura, en oyentes. De hecho “Herrera en la Onda” no es un programa moderno en su
aspecto, acorde con los nuevos tiempos, pegado al nuevo lenguaje surgido de los
Social Media. El propio Herrera representa a un tipo de español todavía
reticente a los inevitables avances que está trayendo –e imponiendo- esta nueva
realidad virtual a los medios de comunicación y que intentarán hacerle ver los
consultores suecos instalados en Cope, pese a que le gusta alardear con frecuencia de las tecnologías y gadgets que utiliza.
Herrera
hace programas de radio para gente mayor. Por eso yo me siento cómodo con él
(siento reconocerlo por la parte cronológica que me toca…) y mi hijo nunca le
escucharía motu proprio. Tal vez el
techo que cree haber alcanzado en Onda Cero tenga que ver con este aspecto, tan
marcado sobre todo en la radio pública, donde también –recordémoslo- triunfó de
calle. Cope, en este sentido, es tierra de su
cultivo, con un perfil de oyente maduro y entrado en años, que se transfigura y
rejuvenece para escuchar los deportes con Paco González, Manolo Lama y el eterno joven
Pepe Domingo Castaño. De ahí el
interés que ha mostrado Carlos Herrera por seguir contando con Paco y sus
muchachos, por la audiencia que puede sumarle a la incierta emigración de
oyentes de Onda Cero
a Cope que le sigan.
Carlos
Herrera, ni él ni nadie, puede tener la seguridad de que sus oyentes le van a
seguir en el camino emprendido. Tiene una intuición. Sobre todo quien la tiene
es quien le contrata en condiciones tan ventajosas, cuando la casa atraviesa
por unos momentos angustiosos, con salidas de profesionales veteranos de la
redacción, que han diezmado la motivación de sus trabajadores. Algo parecido
ocurrió –salvando mucho las distancias- con la llegada de Pepa Bueno a la SER, para sustituir a un Carles
Francino que se despidió con su mejor EGM hasta entonces.
Dos grandes de la radio, con residencia en Sevilla: Carlos Herrera y Jesús Quintero, "El Loco de la Colina" |
Carlos
quiere contar con su equipo de confianza. José
Antonio Naranjo es su hombre en punta. Su ariete. Y estará en Cope. De lo contrario no podría desembarcar
el almeriense. Sabe perfectamente que su éxito es la suma de los demás, de
quienes le han seguido en esta aventura desde tantos años atrás. Carlos es de
la vieja escuela, de ésa que sabe apreciar la casi siempre inapreciable
labor del equipo, trascendental en el éxito de un programa.
¿Le
impondrán los temas a Carlos en Cope? ¿Dirigirán sus pasos los consultores? ¿Le conminarán a ser
menos escatológico en la antena, por decoro y respeto con sus oyentes más
puritanos? ¿Le orientarán en torno a los invitados que puede o no puede traer a
su programa, en función no sólo de su ideario sino también de su atractivo e
imán mediático? Las preguntas se agolpan en mi imaginación y a todas ellas, por
lo general, me respondo a mí mismo, conociendo a Carlos, que no, que su
personalidad e independencia estará por encima, pero también es cierto que al
final, quien manda es el patrón, el que paga. ¿Carlos Herrera se comprometerá a
lograr unos resultados en un determinado plazo? No creo que se cumplimente por
ambas partes un contrato vacío, sin cifras ni aspiraciones. La Cope querrá ver resultados y Carlos querrá
ofrecérselos. Y me consta que se dejará los cuernos por intentarlo. Pero las
incertidumbres son muchas, y variadas. Complejas.
Es
cierto que la Cope,
ahora, reforzada en su red de emisoras por los postes alquilados a Vocento
(propiedad de Punto Radio) se ha revalorizado y puede enfrentarse al líder –la SER- casi de igual a igual. Pero la
superioridad de repetidores no lo es todo. Ya lo hemos visto con el deporte,
que no termina de arrancar; al menos el EGM no lo certifica, pese a los saltos
(algo incomprensibles) de audiencia que refleja en algunas oleadas. Carlos
Herrera firmará (ya no hay retorno a Onda Cero, acaban de cerrarle las puertas…) por
una Cope mucho más potente que la que dejó. Y
puede pensar que “ahora sí, puedo ganar
al líder”. Personalmente, y no hay que ser un lince para verlo, creo que
Herrera les va a venir mucho mejor a los obispos que los deportes liderados por
Paco González. En este caso, sí existe coherencia ideológica, ideario común,
aunque Carlos no es un tipo ortodoxo en casi nada. Y es muy celoso de su
independencia. Y además, lo puede ser.
Carlos Herrera, Roberto Gómez y Antonio Jiménez, los tres pasaron por la SER. Eran otros tiempos... |
El
perfil del oyente de Cope está próximo a su manera de pensar. Pero tampoco creo que
hay que confundir los términos. Carlos Herrera va a fichar por la Cadena de
Ondas Populares Españolas, no por Radio María, la evolución subsiguiente de la
presencia de la Iglesia Católica en el paisaje radiofónico patrio. Todas las casas,
por muy a gusto en que nos encontremos en ellas, tienen sus ventajas y
desventajas. Pero Carlos parte de una extraordinaria situación: ya ha pasado
por Cope en otro momento, y sabe cómo piensan los
obispos. Y como decía en un anterior post, no son ya los tiempos de Juan Pablo II, o de Antonio María Rouco, sino los del Papa Francisco y del nuevo arzobispo de
Madrid, Carlos Osoro, y de Ricardo Blázquez, presidente de la
Conferencia Episcopal, proclamado hace poco nuevo Cardenal del Colegio romano.
La
estabilidad que proporcionará Carlos Herrera a las mañanas de Cope traerá muchos beneficios a esta casa, no
sólo por la suma de ambas marcas, lo que redundará en beneficio de la influencia,
la notoriedad y el posicionamiento, sino también –y sobre todo, seguro que
piensan los responsables de la cadena- en términos de audiencia. Una mañana
fuerte garantiza un día más fuerte. Las audiencias se suceden de unas horas a
otras, de unos programas a otros. En Onda Cero, como consecuencia de las diferencias
ideológicas entre profesionales y tramos, conozco gente entusiasta seguidora de
Carlos Herrera, pero críticos con Julia
Otero, y viceversa. Existen miles de oyentes de la SER que prefieren a la gallega/catalana,
frente a Carles Francino, por
ejemplo. Y eso que la cadena de Prisa sí practica la coherencia de marca.
Carlos haciendo el Camino de Santiago. Su bitácora era Twiter. |
La
Cope es coherente en toda su programación.
Quien se acerca a ella ya sabe lo que se va a encontrar. El caso de Onda
Cero podría entenderse,
de alguna forma, como un error estratégico. Otra cosa sería si Atresmedia
ofreciera también, como lo hace en televisión, dos ofertas radiofónicas: Onda
Cero por un lado y La
Sexta Radio, como se ha avanzado en algunos mentideros. Una de centro derecha,
la primera y la segunda de centro izquierda. La cadena de los obispos es la que
más fidelidad logra de sus oyentes. Esto quiere decir que quien oye “La Mañana”, continúa oyendo el informativo “Mediodía
Cope”, luego “La Tarde” con Ramón García y terminará el día, con toda probabilidad, escuchando
a Juan Pablo Colmenarejo en “La
Linterna”. La
fidelidad se produce a una emisora: la Cope. Ni siquiera la SER disfruta de tanta fidelidad.
Son
muy importantes las sinergias. Y me consta que en Cope están utilizándolas como elemento
estratégico, aunque no siempre les produzca el efecto perseguido (y me refiero
básicamente al deporte). Está claro que durante mucho tiempo el líder ha
marcado el paso, no sólo de sí mismo, sino también de la competencia. Todos se
miraban en la SER y
querían utilizar sus mismas armas. Pero no es tan sencillo, por más estudios y
análisis de campo que se hagan.
Con Pedro Rollán y José Antonio Naranjo, su mano derecha en un plató de Canal Sur TV. Dice en su Twiitter: "Mi casa de mi corazón. 25 años" |
Tras
la marcha de Iñaki, la cadena de Prisa apostó por Francino. Y funcionó. Mantuvo la misma
estructura de una mañana, un comunicador. Pero, sin venir a cuento (las
audiencias eran sólidas y el trabajo del catalán magnífico) le apearon de las
mañanas y le confinaron a las tardes, donde ha vuelto a mostrar que tiene
recursos y flexibilidad para adaptarse a situaciones –y necesidades-
diferentes. Y la SER decidió partir la mañana, regresar al statu quo anterior a la llegada del ”Hoy por Hoy” de Iñaki
Gabilondo. Pepa Bueno y Gemma Nierga
se han repartido el programa y la responsabilidad.
La
Cope, tras la experiencia fallida de un Ernesto Sáenz de Buruaga, con recursos
radiofónicos limitados, introdujo a Javi
Nieves en el tramo del magacine, trasladando (copiando) el modelo de la SER de partir las mañanas. Tras su marcha, Ángel Expósito le relevó en el primer
tramo. Pues bien, la que faltaba –Onda Cero- ha vuelto a copiar al líder y a
anunciar que Carlos Alsina y Juan Ramón Lucas se repartirán la
mañana como buenos amigos, en los mismos tramos horarios que la competencia.
La
pregunta que me hice el otro día, y compartí, en Twitter es ¿por qué se ha
producido esta regresión en los formatos –me refiero a la partición de la
mañana-, si hablamos en términos cronológicos? ¿Por la adecuación a los nuevos
tiempos? ¿Por seguimiento –una vez más- de la política marcada por el líder?
¿Por falta de profesionales que puedan asumir el tramo matinal completo? ¿Por
diferenciar más claramente el tramo informativo del magacine?
Carlos Alsina esperaba la baja de Herrera. No hubo mucho feeling entre ellos |
La
profesora de radio de la Universidad Pontificia de Salamanca, Chelo Sánchez Serrano, me comentaba a
través de Twitter que el formato ómnibus de las mañanas ha pasado a mejor vida,
argumentando que “eran otros tipos y han funcionado en su tiempo. ¿Ahora? Y sobre todo
¿mañana? Cambios consumo y medición”. Como siempre, la visión
inteligente y ajustada de la profesora Sánchez Serrano marca pautas. Pero mi
pensamiento, aún reconociéndome también en las palabras de mi colega, se acerca
más a la cuestión personal/profesional. Da la impresión de que sólo Carlos
Herrera es capaz de asumir la mañana completa con eficacia. Y no estoy en
absoluto de acuerdo. Lo ha demostrado Francino. Y lo podrían corroborar, no
tengo ninguna duda, Gemma Nierga o Ángel Expósito que, de hecho, es lo que
hace: alternar el tono informativo y el magacine prácticamente ‘cada segundo’
de su tiempo de radio (algunos diríamos, ¡como la vida misma!). Juan Ramón
Lucas ya lo ha hecho en RNE, y con muy buenos resultados. En este último caso, al
parecer concurre otro elemento contractual, y es el derecho de tanteo de Carlos
Alsina a ocuparse de las mañanas. Estaba esperando, por tanto, a que el
almeriense se marchara…
Es perfectamente lícito aspirar a
mejorar posiciones en la casa en la que uno trabaja. Alsina no sólo no lo ha
ocultado, sino que parece, por las informaciones publicadas, que lo exigió en su contrato, negociado desde la fuerza de una oferta de Punto Radio en 2008 que le lanzó Luis del Olmo y que Ferrari consiguió desactivar in
extremis, ofreciéndole al director de “La Brújula” unas condiciones contractuales
muy mejoradas, tanto que provocaron envidias entre otros comunicadores de Onda Cero.
Juan Ramón Lucas, llamado a formar parte del club de las estrellas de la radio, con personalidad propia. ¿Representa la continuidad del modelo? |
En este mismo sentido, Ángels Barceló nunca ha ocultado su
aspiración, insisto, lícita, a ocuparse del “Hoy por Hoy” en la SER. De hecho su nombre ya ha estado
situado varias veces en las quinielas que acostumbran a hacer algunos
confidenciales que se equivocan en sus fuentes, o tratan de intoxicar. Y lo
curioso es que vuelve a estarlo, pero éste es otro tema…
RNE, mientras tanto, permanece ajena a esta moda, marcada por el líder,
manteniendo a Alfredo Menéndez al
frente de sus mañanas de la radio pública.
Carlos Herrera volverá a ocuparse
de la mañana entera, aunque es posible que relaje su incorporación, para ganar
algo en calidad de vida. El de Almería tiene claras sus prioridades y entre
ellas, que la vida es mucho más que trabajo. Y le alabo el gusto. Esto es algo
a lo que conduce sumar años y darte cuenta de que el crédito se va agotando poco a poco… Ese mismo crédito es el que
ahora se le está apagando a Carlorrera, porque Onda Cero ya le ha cerrado la puerta –más bien le ha despedido con un portazo- y
la Cope está cansada de esperar tanto. La decisión (¿ultimatum?), en abril. ¿Cope sí o sí? O... año sabático?
Pepa Bueno, Antón Losada y Carlos Herrera, competidores sí, pero también amigos, ¿por qué no? |