Algunos apuntes sueltos sobre la radio del verano 2014 (y II)
https://www.gorkazumeta.com/2014/09/algunos-apuntes-sueltos-sobre-la-radio.html?m=0
Macarena Berlín: creadora de atmósferas
Muy
bien la anónima María José Navarro en las tardes de la Cope. No deja de llamar la atención que la
voz elegida para sustituir a Ramón
García –Ramontxu- sea la de una
profesional que en su momento dirigió y presentó el mismo tramo. Entonces lo
hizo con eficacia, y ahora ha renovado resultados. En Punto Radio el sustituto
habitual de Ramón era un compañero del programa Jon Uriarte, que sigue formando parte del equipo y apoya
eficazmente a María José Navarro. Pero en esta ocasión la Cope ha preferido tirar de profesionales de
la casa. En ocasiones, y hablo en general, los vericuetos por los que
transcurre el viaje profesional de los integrantes de la cantera de una casa
bordean la injusticia y la falta de reconocimiento a su impecable y silenciosa
labor.
No me gusta, ni nunca me gustará, el ninguneo de la Cope hacia sus profesionales estivales. En
los indicativos de los programas no figuran sus nombres, sino los de los titulares de la plaza, a pesar de que no
vuelven hasta septiembre (excepto Ángel Expósito). Me parece de una enorme
falta de respeto hacia su trabajo, que sin duda ha destacado durante este
período en el que la sequía informativa impera en todos los escenarios. Ha
ocurrido exactamente igual que el verano pasado y, como entonces, también lo
critico con contundencia. No me sirve el argumento del branding o la marca, que sin duda impone la consultora de la Cope. Existen otros medios para mantener
fresca la memoria de los titulares de la plaza (autopromociones, menciones en
directo, etc.). Pero quien lidera el programa, quien lo presenta y dirige tiene
un nombre y un apellido y no debe silenciarse la personalidad de un
profesional, para bien o para mal.
Muchos
de los compañeros que citaba en mi post
del año pasado dedicado a los sustitutos (uno de los más leídos también este
verano) han repetido al frente de los mismos programas. En Onda
Cero, Josemi Azpiroz, uno de los grandes
valores del firmamento de los informativos radiofónicos, respira credibilidad
por sus cuatro costados. Tanta que, en este tramo, me lo creo más que al príncipe Carlos Herrera, como ya he comentado en
alguna ocación. A partir de las 10:00 horas toma el relevo Begoña Gómez de la Fuente, la sustituta habitual del almeriense,
fiel escudera y profunda conocedora de la maquinaria de “Herrera en la Onda”. En este caso, sin embargo, y sin dejar de
subrayar la profesionalidad que respira su trabajo, sí que echo de menos al
maestro Herrera, sobre todo a la sorna y a la ironía con que adereza su
presencia mayúscula en la antena de Onda Cero. Carlos Herrera es ahora el más querido.
El deseado por la Cope (¿a qué precio?) para reflotar
definitivamente la cadena de los obispos y alcanzar el ansiado segundo puesto
en el palmarés de la radio española, adelantando así a la cadena de AtresMedia, Onda
Cero.
Esperaba que RNE renovara su confianza a un tipo que el verano pasado me hizo tomar la radio pública como mi referencia matinal veraniega: Ángel Carmona, procedente de Radio 3. Un tipo de una fluidez verbal meteórica, que consiguió captarme para su convento por ser un iconoclasta. Pero la opción elegida ha tirado de lógica: Javier Capitán, excelente profesional de la comunicación, y copresentador, junto con Alfredo Menéndez, del tramo de magazine (10:00-12:00 h.) se ha quedado al frente del chiringuito durante las vacaciones de su titular. Y lo ha hecho más que correctamente. Pero con pocas concesiones a la originalidad, e incluso a la valentía de romper moldes desde la radio pública, algo que sí hizo en cambio Carmona y, antes, Toni Garrido, de cuyo equipo, por cierto, formó parte el de Radio 3. Algo le quedó al galgo…
Begoña Gómez de la Fuente (Onda Cero) |
Esperaba que RNE renovara su confianza a un tipo que el verano pasado me hizo tomar la radio pública como mi referencia matinal veraniega: Ángel Carmona, procedente de Radio 3. Un tipo de una fluidez verbal meteórica, que consiguió captarme para su convento por ser un iconoclasta. Pero la opción elegida ha tirado de lógica: Javier Capitán, excelente profesional de la comunicación, y copresentador, junto con Alfredo Menéndez, del tramo de magazine (10:00-12:00 h.) se ha quedado al frente del chiringuito durante las vacaciones de su titular. Y lo ha hecho más que correctamente. Pero con pocas concesiones a la originalidad, e incluso a la valentía de romper moldes desde la radio pública, algo que sí hizo en cambio Carmona y, antes, Toni Garrido, de cuyo equipo, por cierto, formó parte el de Radio 3. Algo le quedó al galgo…
En
el fin de semana esperaba encontrarme a un Carlos
Santos igual de inteligente y eficaz que siempre, en “No es un
día cualquiera”. Y lo he disfrutado. Por él mismo, por el equipo que ha
quedado (más bien reducido y con previsibles tintes “becarios”) y por los
invitados que se han acercado a los estudios de Prado del Rey, de RNE, como mi siempre admirado Javier Reverte, el pasado sábado 16 de
agosto, si no recuerdo mal, que acudió al programa a presentar su último libro,
“Canta Irlanda” (Plaza & Janés). La entrevista derivó en charleta y se aderezó con una
sorpresa, en forma de viejo amigo del escritor, surgido de la sierra madrileña,
que sirvió para –sin establecer comparaciones- colocar también en el escaparate
de las ofertas turísticas las excelencias del norte de la comunidad de Madrid
que, doy fe, resultan más atractivas e imponentes que la Puerta de Alcalá o el
Palacio Real, tan codiciados por los urbanitas. Carlos es experto en sonsacar
información de sus invitados de debajo de las piedras para sorprenderles por el
trabajo previo de documentación, lo que les descoloca y siempre les halaga.
Esta sesuda investigación previa (que incluye leerse los libros, verse las
películas o escucharse los discos de sus invitados, una rara avis) enaltece el trabajo de los
buenos periodistas. La introducción del humor (insisto siempre, ¡qué difícil es
hacer buen humor en radio y para todos!) a través de una colaboradora (Panoli o, en su pronunciación correcta francesa, Panolí) y otros personajes similares (volver a oír a “Doña María”, genial personaje encumbrado
por Luis Figuerola-Ferretti en los
80-90 con Iñaki Gabilondo en la SER, me parecía anacrónico) no me gustó,
por forzada y demasiado impostada, aunque el intento es bueno. Reverte
respondió a las cuestiones planteadas bajo el tamiz del humor, con un tono
condescendiente, arropado también por su larga experiencia en medios y el
respeto entre colegas que siempre enarbola como bandera. Pero Carlos ha sido,
como no podía ser de otra manera, otro de los puntales del fin de semana, en
este caso en la radio pública.
En
la SER, me ha encantado Macarena Berlín. Pero no he descubierto nada. Solo he constatado lo
que ya opinaba. Su exquisitez ante el micrófono, al que se dirige con tanta
dulzura como eficacia; su presencia en antena –muy cercana al oyente, a quien
engatusa- y su finura en el trato a sus interlocutores hacen de ella un valor
seguro de la SER,
que deberían promocionar más los directivos de Gran Vía 32. Macarena Berlín ha
ganado muchos enteros en el “Hoy por Hoy”. Ha demostrado, sin lugar a dudas, que es una
periodista que puede responder al reto de presentar el primer magazine de la
radio española. Y hacerlo con tanta humildad como delicadeza, valores ambos que
empatizan de inmediato con los oyentes, a quienes extiende su manto de
terciopelo como un regalo.
Siempre
he creído que lo más difícil de una buena entrevista no es tanto el
cuestionario –que lo es- sino crear el ambiente propicio para que el invitado
se recueste en el diván virtual del locutorio y empiece a contestar con franqueza
a las preguntas del periodista. Establecer la atmósfera más adecuada para el sincericidio (término que he aprendido
de mi amiga y paisana Miren Larrazabal
en “MorninGlory”) no está al
alcance de todos. Unos lo fuerzan y así les va. A Macarena Berlín, sin embargo,
parece surgirle espontáneamente. Quien se sienta delante de ella queda abducido
por la belleza de su personalidad. A partir de aquí todo resulta mucho más
fácil. Macarena es una creadora de
atmósferas. Su Escuela nocturna
ha sido proverbial, sin duda. La entrevista que tuve la oportunidad de escuchar
el pasado día 15 de agosto, por citar un par de ejemplos, con los actores Fran Perea y Manuela Velasco me supo a poco. E intuyo que a ellos también. El
día 21 consiguió construir también la
atmósfera idónea para charlar con la cantante Mónica Naranjo, a la que arrancó sonrisas y de la que logró
confesiones importantes, como que tiene el pelo cano desde su juventud. Twitter
brillaba con el éxito de la entrevista a la cantante, y le llovieron felicitaciones
a Macarena. No era para menos. Los oyentes de “Hablar por Hablar”
son unos privilegiados. Y la sustitución de Gemma Nierga durante estos meses nos ha permitido disfrutarla por
las mañanas.
El gran Roberto Sánchez, en "La Ventana", de la SER |
Antes
de Macarena, al frente del tramo informativo, ha repetido este año mi paisano Aimar Bretos, que ha revalidado el buen
resultado del verano pasado. No en vano su labor ha vuelto a ser seguida, y
aplaudida por la audiencia. De hecho, no deja de resultar sintomático que el post más leído del mes en este blog ha sido, precisamente, el dedicado
a su labor el verano pasado: “A
los sustitutos del verano”. Aimar ha revalidado sus muchas cualidades al
frente de un micrófono contándonos la vida a nuestro alrededor, con Escuela (la
de la SER), y con su buena presencia en
antena, con aplomo y credibilidad.
Roberto Sánchez, al frente de “La Ventana” este verano, representa el modelo que siempre he defendido en cada
programa. El miembro del equipo que pertenece a un espacio determinado y que,
llegado el período estival, toma las riendas de un programa que conoce a la
perfección: no solo los contenidos, sino a cada uno de sus integrantes. Él, y
solo él, es capaz de sacar el mayor provecho a ese engranaje, porque él mismo
es quien lo engrasa cada tarde. El desembarco de “los bomberos”, y yo lo he sido durante muchos años, y nunca me he
quejado, no funciona con los mismos niveles de eficacia. Tenemos que llegar y,
con la mejor de nuestras actitudes, hacernos con las riendas del programa, sin
conocerlo más que como oyente, y en ocasiones, ni esto. Es la figura del
subdirector, que en la SER se la ahorraban hasta no hace mucho, para evitar
incrementar su cuenta de gastos en las nóminas y para evitar también reconocer
que cuanto más grande es un presentador, mejor escudero tiene que tener a su
lado para que todo funcione a la perfección. Y Roberto Sánchez lo es. Por trayectoria, por resultados y por
presencia en la antena. Otro animal de
radio que ha respondido bien a los retos que se le han presentado por el
camino, tanto ante el micrófono, como desde los despachos de responsabilidad,
que también ha ocupado. No es de extrañar que al final de cada verano, y ahora
con las redes sociales es más fácil trasladar y multiplicar una opinión, se
alcen voces que comparan al titular de un programa y a su sustituto y prefieren
al segundo. Las comparaciones son tan injustas como inevitables. Desde que Carles Francino llegó a la SER, en esta nueva etapa reciente, ha tenido
dos sustitutos impresionantes: Pedro
Blanco y Roberto Sánchez, dos pesos pesados de la radio española, a veces
maltratados.
El
fin de semana, en “A Vivir que son dos
días”, Lourdes Lancho ha
ejercido de excelente maestra de ceremonias. Me agrada su tono de voz y su
cercanía con el oyente. Éste se siente fácilmente identificado con su forma de
conducir el programa, y con la complicidad que extiende sobre la mesa. En su
bis a bis con Manu Berástegui, por
ejemplo, por citar una de las secciones que más me gustaban de este verano, en
la que se repasaba la música pop más conocida, y reconocida, de nuestra
historia, Lourdes vibraba con cada uno de los temas seleccionados por Manu,
como los oyentes en sus casas. Cuando el “Bailar
pegados”, de Sergio Dalma llenaba
la antena, su entusiasmo, sumado al de Manu, trascendía el micrófono. Y el
oyente lo siente con igual intensidad, por recuerdos propios y por los ajenos –entre
ellos los de Lourdes- compartidos.
Aimar Bretos |
Lourdes Lancho, al frente del "A Vivir" de verano |
En
suma, ha sido un buen verano de radio, con buena oferta donde elegir y que
disfrutar. Todos los compañeros han hecho un encomiable esfuerzo que hay que
agradecer, no solo como oyentes, sino, en mi caso, permítaseme, como buen
compañero y, en casi todos los casos, amigo. ¡Gracias a todos!