Las opciones de la Cope
https://www.gorkazumeta.com/2014/06/las-opciones-de-la-cope.html?m=0
La
Cope ha sido la primera en mover ficha de
cara a la Temporada 2014-2015. Ha
cesado a Ernesto Saénz de Buruaga,
pese a tener el contrato en vigor hasta 2015 incluido. Los resultados no eran buenos,
tampoco pésimos –que conste-. Pero en esta decisión es lógico que influyan
también no solo aspectos cuantitativos, sino también cualitativos. Los directivos de la
cadena radiofónica de los obispos confiaron en que Buruaga pudiera plantear una
batalla real a Onda Cero. Se apoyaban en
el indudable prestigio del comunicador, en su influencia, y en la suma de
fuerzas en forma de emisoras, alquiladas a Vocento,
y por las que pagó una cifra astronómica, que intenta amortizar.
Ernesto Sáenz de Buruaga, director de "La Mañana" en la Cope, hasta este próximo julio |
Buruaga
partía de un grave inconveniente, común a otros profesionales, como Pepa Bueno, en la SER, desembarcados en la radio y acunados
en otros medios, como la prensa o la televisión: su desconocimiento del oficio,
del lenguaje radiofónico, de los ritmos, el tempo
y de las cadencias que exige, aunque el pedigrí del burgalés nace en la radio, precisamente, lo que hace aún más incomprensible el resultado. Otro ejemplo similar cercano en el tiempo fue el
de Melchor Miralles, en ABC Punto
Radio, cuando llegó en la última etapa de la cadena de Vocento. Cada uno de
ellos evolucionó de una forma diferente, a unos les fue mejor la adaptación, y a
otros se les hizo más cuesta arriba. Buruaga es de estos últimos, aunque, en
honor a la verdad, hay que reconocer que mejoró mucho con respecto a sus
primeros meses frente al micrófono azul de la Cope.
En
este mismo blog, ensalcé el
trabajo de adaptación, camaleónico, realizado por otro gran profesional, y
mejor tipo, llamado Ángel Expósito.
En poco tiempo, el exdirector del diario ABC, tuvo que formarse en televisión
y radio, sin tener la más mínima idea de sus respectivos lenguajes, más allá de
haber participado en algunas tertulias. Sin embargo, la actitud de Expósito fue
de una extrema humildad, y recurrió a quien podía enseñarle, adoptando la posición
de un alumno dócil y respetuoso con los códigos del medio en que iba a
desenvolverse profesionalmente.
Ángel Expósito |
No
todos los profesionales del periodismo que desembarcan en un medio que
desconocen adoptan la misma actitud ensalzable que Ángel Expósito. Es
comprensible que, después de muchos años ejerciendo el oficio de informar, uno
se crea que conoce todos los trucos y que maneja la intuición como nadie, que
tiene olfato para la noticia y rapidez de reflejos para servirla. Pero es que
cada medio condiciona, con su propio lenguaje, y sus limitaciones, la difusión
eficaz de ese mensaje. Y hay que ser muy consciente de esta circunstancia, respetuosos con el medio y
actuar en consecuencia.
Ernesto
Saénz de Buruaga, al que conocí gracias a un amigo común de la categoría de Luis del Val, recién llegado
prácticamente a la Cope, convaleciente, por
cierto, de un incómodo constipado (había estado con fiebre el día anterior a mi
visita y sin embargo me recibió, le estoy muy agradecido), me parece un gran
profesional del periodismo. No es la primera vez que lo digo en este blog. Como
también afirmo que la radio se le ha atragantado. Y, contrariamente a su
compañero de filas, Expósito, no creo que se ha acercado al medio con las
exigencias a las que sin duda obliga.
Pero
si antes hablaba de la docilidad, y la humildad, para preguntar a quien sabe y
dejarse orientar, y formar, en el caso del director de “La Mañana”
no han concurrido estos elementos o al menos con la intensidad y el
detenimiento que requerían las circunstancias. Buruaga es un profesional con
las ideas claras, con un criterio estable, y sólido, incuestionable, que se ha
visto abrumado por el medio y no ha llegado a hacerlo su amigo. A veces, es la
radio la que elige, la que nos elige. Pero para contar con sus favores, hay que
apostar por ella, hay que acercarse con cariño, con su componente incluso
emocional.
La
figura de los consultores, que en la cadena de los obispos mantienen una
presencia considerable, de fuerza, también se encontró en Buruaga un muro si no
infranqueable a sus directrices, sí difícil de rodear. Poco permeable. Precisamente, las últimas palabras de Buruaga al frente del programa de la Cope, han sido: "Los ciclos se acaban y el mío termina en esta casa. La razón ultima del adiós me obliga a ser coherente como siempre lo he sido. Porque si no vivo como pienso acabaré pensando como vivo". A buen entendedor, pocas palabras. Hasta cierto punto, alabo su decisión, por coherente, como él mismo señala, y por valiente.
La entrada de Javi Nieves en escena supuso reconocer el fracaso de Buruaga |
Uno
de los momentos más duros sin duda de Buruaga, fue aceptar la imposición de que
Javi Nieves, éste sí un profesional
con probado oficio, se encargara del tramo del magazine, de 10:00 a 12:00
horas. Su llegada tenía una lectura indirecta muy clara: Buruaga era incapaz,
por sí solo, de levantar este tramo horario, con su tono y su propuesta de
contenidos. Y Nieves sí podía hacerlo. ¿Una intromisión? Sí, puede definirse así.
Los resultados del EGM dieron la razón a quienes –también en la Cope, al igual que en la SER- decidieron partir la mañana, el prime time de la radio, entre dos
comunicadores, porque no había nadie (o no lo encontraban) que fuera capaz de aglutinar
los dos tonos: el informativo y el del entretenimiento.
En
la Cope muchas voces ya empezaban a echar de
menos a Carlos Herrera, el único dinosaurio en activo, de aquella escuela
de grandes comunicadores, encabezados por Luis
del Olmo e Iñaki Gabilondo. Aunque
más joven, Herrera participó de su misma escuela, y le añadió su impronta,
tamizada por su humor socarrón y fina ironía, aparte del dominio del medio y de
su dimensión de espectáculo. Pero no
creo que Carlos quiera volver a la Cope, sinceramente,
porque Javier González Ferrari, el
presidente ejecutivo de Onda Cero, le
cuida mucho, le mima, y hace muy bien. Carlos Herrera es un patrimonio de altísimo
valor. Salvo una oferta de muchos ceros, obscena, y la Cope no está en disposición de tirar de
talonario tan alegremente, el periodista de Almería no creo que se mueva un
palmo de su casa sevillana, situada a escasos metros de los estudios de Onda
Cero Sevilla, adonde llega algunos días en chándal a hacer el programa. Casi en
zapatillas. Como en casa.
Javier González Ferrari y Carlos Herrera, en Onda Cero |
Los
directivos de Cope han tomado una decisión.
Han resuelto no esperar más, porque no se ve ninguna evolución al alza, y las
perspectivas son más de lo mismo, estancamiento, un resultado opuesto al músculo
que quieren mostrar en su horario más fuerte: la mañana. Los consultores buscan
un profesional más flexible a sus consejos y menos atrincherado en sus
posiciones. Aunque, como también defendí en varios post anteriores, coincido
con Javi Nieves en que los
consultores también deben respetar la intuición de los profesionales del medio
y buscar una entente cordiale
beneficiosa para ambas partes. En esto, como en tantas otras cosas, el diálogo
se debe desarrollar en un ambiente proclive al acuerdo, y no desde la imposición.
¿Qué
alternativas tiene la Cope para salir de este
atolladero? Tiene suficiente patrimonio como para no recurrir a profesionales
externos a la casa. De entrada, tiene un verano por delante, y no tiene
necesidad de aclarar todas las incógnitas tan deprisa. La SER, ante el relevo –histórico- de Iñaki Gabilondo
por el catalán Carles Francino,
esperó hasta el último momento, para anunciar la noticia, no fuera a dar
ventaja “al enemigo”. Lo pilló sin capacidad de reacción, a contrapié. Justo lo
que pretendía. Objetivo cumplido.
El
próximo 14 de julio, comienzo de la temporada veraniega, y despedida por tanto
de Ernesto Sáenz de Buruaga, repite
de nuevo al frente de tramo informativo de “La Mañana”,
un
hombre de la casa, José Luis Pérez,
director de los Servicios Informativos
de la cadena de los obispos. El año pasado ya me referí a su trabajo y lo alabé.
Me parece un compañero del oficio y un candidato de peso a ocupar las mañanas
de la Cope, si es que no buscan alharacas con
nombres más populares o mediáticos y se deciden a apostar definitivamente por
la cantera. José Luis Pérez abriendo, y Javi Nieves continuando “La Mañana”,
sería un buen tándem. No me cabe la menor duda. Pérez pertenece a otra generación,
más joven que la de Buruaga y contribuiría a rejuvenecer la antena y a atraer a
otro público con su forma de servir la información en radio. Defiendo pues su
candidatura, atendiendo al papel que desarrolló el verano pasado. No olvidemos
que la temporada estival es un estupendo banco de pruebas para apostar por
nuevos contenidos, o fórmulas, y comprobar cómo cuajan en la audiencia. De
alguna manera, el verano es como un panel continuo, sin apenas riesgo, pues el
EGM descansa durante los meses de junio, julio y agosto.
José Luis Pérez |
Pero
hay más nombres. La Selección de
informativos de la Cope cuenta entre sus
filas con dos profesionales que garantizan la continuidad de un modelo de hacer
información radiofónica que constituye la marca de esta cadena de emisoras. Me
refiero al ya mencionado Ángel Expósito y a Juan Pablo Colmenarejo. El primero forma parte del acuerdo de
colaboración suscrito entre Vocento y Cope y sigue manteniendo relación con ambos Grupos
de comunicación. Ha logrado crear un estilo propio, muy cercano al oyente,
basado en la complicidad con éste. El segundo, de más larga tradición radiofónica,
comenzó en la radio pública en Pamplona, recién salido de la Facultad de Ciencias de la Información de la
Universidad de Navarra. Ingresó luego en la Cope,
se marchó a Televisión Española con
Ferrari y Alfredo Urdaci. En 2002
comenzó su periplo en Onda Cero, para
regresar, otra vez, en 2009, a Cope.
Paloma Tortajada |
No
tengo la menor idea lo que aconsejarán los consultores, pero si la Cope quiere renovarse tiene que pegar un
volantazo. Hasta RNE se ha atrevido y
lo ha hecho con Alfredo Menéndez y Ciudadano García (una ‘explosión controlada’). José Luis Pérez
sería un buen relevo. Situar a Colmenarejo al frente de la mañana obligaría al
madrileño a cambiar de tono, aunque no le pillaría por sorpresa. Ya presentó, a
principios de los 2000, el informativo matinal estrella de RNE “España
a las ocho”. Pero, con todos mis respetos, esto sería lo fácil. Lo
verdaderamente valiente y arriesgado, en una cadena que no se caracteriza
precisamente por su audacia, sería romper la mañana con un equipo formado por
José Luis Pérez y Paloma Tortajada,
otra profesional avalada por su trayectoria y solidez.
La
Cope tiene la oportunidad ahora de mirar más
allá del corto plazo y apostar realmente por un relanzamiento de su producto
generalista, dejándolo en manos de una nueva generación de profesionales de la casa, con
oficio y conocimiento del lenguaje radiofónico, capaces de atraer a sus coetáneos
y contemporáneos. No estaría de más tampoco que Cope
se pensara trabajar en un rebranding, una
puesta al día de su imagen corporativa, un lavado de cara, al que debería
acompañar con más cambios en su parrilla. No olvidemos que, aunque siguen mandando los mismos, los jefes, al frente de la Conferencia Episcopal Española, han cambiado. Y tal vez quieran traer los nuevos aires del Papa Francisco. ¿O no? Pero esto ya es mucho decir…