Repaso a la radio online de 2014 (y VI)
https://www.gorkazumeta.com/2014/03/repaso-la-radio-online-de-2014-y-vi.html
Una
nueva radio musical online basada en la prescripción
Hay
miles de emisoras. Infinidad. Basta asomarse a Radiosonline.com para adentrarse en un intrincado
panorama en el que la mayoría tienen a la música como principal condimento,
pero revestida de hilo musical, y estructurada como una playlist, en los más variados géneros, sin que esto suponga una
gran aportación desde el punto de vista radiofónico. De hecho hay quienes se
cuestionan –y yo entre ellos- la verdadera naturaleza de estas emisoras online
y su adscripción, o no, a la Radio como medio.
Grandes nombres de Los 40 Principales reunidos en una imagen, con Luqui presidiendo |
Personalmente,
si aplicamos el criterio clásico de identificación radiofónica, muchas de estas
estaciones no podrían equipararse con el concepto de emisoras de radio. ¿El
hilo musical lo es? Aquí sin embargo hay indicativos, sintonías, recursos
radiofónicos que ayudan a apoyar el seguimiento, y en algunos casos, se
incorpora hasta la hora, como referencia, para dar más sensación de continuidad
a los oyentes. Pero la prescripción brilla por su ausencia. El lugar del
locutor, o DJ, lo ocupa un ordenador que funciona con algoritmos y emite,
alternativamente, la música que tiene programada. Una virguería, sin duda, pero
de escasa aportación.
Y
lo digo con conocimiento de causa. Ya he comentado en este mismo blog, e
incluso recomiendo en él, una emisora llamada “Intimísima Radio”, promovida por mi amigo Julio López Fonseca. Ha realizado una
eficaz y acertada selección entre temas musicales que tienen en común su baja
intensidad rítmica, lo que la convierte en una música especialmente
recomendable como compañía ambiental, compatible con la realización de cualquier
actividad. Como era de suponer en el caso de Julio, los indicativos están muy
cuidados, y locutados por voces profesionales (compañeros del también locutor,
voz corporativa de la SER). Pero no existe emisión en directo, al menos de momento. Intimísima Radio está coja…
Una feliz idea de Julio López Fonseca |
Hoy
por hoy, las emisoras musicales donde hay compañía en directo, donde existe la
prescripción de un disk jockey,
cercano generacionalmente a su target
de oyentes, como funciona en Los 40 Principales, Cadena
Dial, Europa
FM u Onda
Melodía, son las que
marcan las pautas de la audiencia. De hecho, las emisoras musicales de Prisa
Radio obtienen un
magnífico resultado de audiencia en la red, si recurrimos a los datos de Audioemotion presentados en este mismo blog hace
algunos meses.
La
moda de las emisoras musicales analógicas atravesó diferentes etapas, dibujadas
por los consejos de las famosas consultoras de radio extranjeras que traían a
España las modas arrastradas por zonas líderes en radiodifusión, como los
Estados Unidos o Centroeuropa. Así, la moda de los “éxitos encadenados”, donde se silenciaba la labor de los locutores,
e incluso la publicidad, tuvo su momento, y unas emisoras copiaron a otras, y
éstas a aquellas. Así, los oyentes se encontraban de repente con cuatro o cinco
canciones seguidas, separadas únicamente, en el mejor de los casos, por un
indicativo que les informaba acerca de la emisora sintonizada, pero poco más.
Esto, lo decían los consultores, era lo que mayor demanda tenía en la época.
Blas Herrero en la sede de Kiss, en Pozuelo de Alarcón, Madrid |
Kiss FM fue en su momento pionera y todas las demás radiofórmulas
musicales tuvieron que ir a remolque. Blas
Herrero se trajo a España una estructura que supuso una auténtica
revolución en su momento, aunque no hay éxito que dure cien años y desenfocó su
horizonte. Por fortuna ha vuelto a cambiar de cristales a sus gafas del destino
y trata de reorientarse y redefinirse.
Está
claro que, como en muchos otros órdenes de la vida, en el equilibrio está el
éxito de una fórmula. En este caso, no debería abusarse de la música, frente a
la palabra, y viceversa. La predominancia de una frente a la otra identifica el
formato. Pero en mi opinión, como elemento esencial de la radio, no debería
faltar nunca la palabra, en directo. Sinceramente creo que en la prescripción
radiofónica reside el futuro del éxito de las radiofórmulas musicales, y en
este caso me da igual el soporte elegido, analógico o digital.
Los
dispositivos móviles, tan extendidos hoy día, constituyen verdaderos archivos
musicales andantes, compuestos por una selección musical “a la medida” de su dueño. De esta manera, los
smartphones, los modernos transistores del siglo XXI, se convierten en aliados
y enemigos, simultáneamente, de la radio online. ¿Qué puede hacer la radio para
robar el interés de sus oyentes que cuentan con esta herramienta? Está claro:
aportar un valor añadido, que no es desde luego un indicativo, o la hora
pregrabada. Es la prescripción.
La sorpresa que nos aguarda, que llevará de nuevo la firma de Joaquín Guzmán |
Esto
es lo que ha entendido otro grande de la radio musical en España y que tengo el
honor de tener por amigo: Joaquín
Guzmán. Su esfuerzo, plausible, se ha dedicado a
reinventarse una vez más, tras el éxito de su RockolaFM, que repartía, a comienzos de los años
2000, los contenidos musicales entre estados de ánimo. Hoy esta emisora, en la
que participo modestamente con “Los
Reclásicos”, ha
vuelto a renovarse como una emisora de radio online con parrilla de programas en directo. Todavía le
quedan a Joaquín Guzmán muchas páginas por escribir, y muchos oídos a los que
sorprender, sobre todo cuando se produzca un esperado –y renovado- retorno.
Joaquín Guzmán |
La
radio de este siglo XXI permite la selección a la carta, a voluntad. Si uno
observa el catálogo de programas propuestos por RockolaFM seguro que encontrará su estilo musical
preferido. Una vez localizado, y con un solo clic, lo tendrá en su escritorio,
en su Smartphone, para escucharlo cuando guste. Pero le gustará no solo por la
música, sino también porque le cuentan cosas, le presentan nuevos discos, le
orientan. Algo muy diferente a escuchar una selección musical archivada en un
dispositivo una y otra vez, o a recurrir a la participación de Spotify en su
versión gratuita, interrumpida por una incómoda publicidad que ahuyenta su
consumo.
¿Por
qué duró cuarenta años el mítico Ángel
Álvarez y su “Vuelo 605”? Por la
prescripción de su presentador. Porque aquella voz tan profunda como melódica
lograba crear un ambiente tan propicio al consumo de música que los oyentes le
acompañaron cuatro décadas, los de siempre y los que se iban incorporando a
aquel vagón nacido en Radio Peninsular, que pasó luego por Radio Madrid FM
–embrión de Los 40 Principales-
Radio Minuto y, finalmente, M-80 Radio. Lo mismo le ocurrió a Julián Ruiz y sus “Plásticos y Decibelios’, o a Jesús Ordovás, del “Diario
Pop’ de Radio 3 (RNE), por citar solo un par de nombres más, aparte del maestro
Álvarez.
Dos generaciones distintas unidas por la radio musical, en Los 40: Fernandisco y Joaquín Luqui |
¿Qué
recuerdo queda de los “éxito encadenados”, además de la palabreja, más o menos
afortunada para identificar el formato? Nada, el recuerdo vacío de una
estructura musical que se reinventó mil y una veces y que intentaba silenciar
lo más preciado, y esencial, que tiene la radio: la palabra. Todavía recuerdo
la fuerza que tenían, en su época, en Los 40 Principales,
nombres como los de José Antonio Abellán,
el ‘Baby’; Fernandisco o Yolanda Valencia, que ha vuelto a hacer
radio, por cierto, en RockolaFM.
Eran los tiempos
de unas poderosas compañías discográficas, pero también de unas voces –las de
estos profesionales- con un enorme poder prescriptor. Hoy, ni las compañías, ni
los DJ’s tienen ni poder, ni presencia, casi.
Los
elementos característicos del lenguaje radiofónico –palabra, música, efectos y
silencios- sirven también para la radio musical, yo diría incluso que sirven especialmente para la radio musical,
porque una emisión sustentada solo en ésta última resultaría incompleta,
desprovista de la coherencia imprescindible que conforma el código de este medio,
su propio lenguaje. Y la única manera de sobrevivir en un nuevo escenario
hiperventilado por la música en formatos digitales.
¿Spotify es una emisora de
radio?
Yo creo que no. Lo que no obsta para, acto seguido,
reconocer que Spotify es una de las mayores, y más aplaudidas, aportaciones de
la red al panorama musical mundial. Un extraordinario archivo musical que
ofrece millones de canciones, para todos los gustos y momentos. Y una herramienta,
no lo olvidemos, que está permitiendo, al mundo discográfico, una alegría
contenida en la recuperación económica del sector. Los autores e intérpretes cuya
música se oye más son los que más ingresos se llevan. Y hay otro aspecto que no
quiero obviar: por primera vez, ante Spotify, empezamos a ver como normal “pagar”
por la versión Premium (9,99€/mes). El servicio que proporciona Spotify nada
tiene que ver con la compra de un CD, que supera en precio al ofertado por esta
aplicación musical.