Una coctelera muy radiofónica
https://www.gorkazumeta.com/2014/02/una-coctelera-muy-radiofonica.html?m=0
La experiencia de unos jóvenes que han apostado por la radio
La experiencia, una vez más, me ha permitido certificar que las nuevas generaciones garantizan sin duda la continuidad del medio, no solo por aptitudes, sino sobre todo por actitudes. La pasión, elemento esencial en todo trabajo creativo, está presente en ellos, aunque –como es lógico- las aptitudes deben seguir desarrollándose y perfeccionándose. Pero también he percibido su humildad que, confío, no pierdan nunca, por muy alto que lleguen. Siempre conviene tener los pies en el suelo. Y si uno no es capaz de darse cuenta de ello, su entorno más próximo debe hacérselo ver…
He tenido el placer de conocer este curso a Clara, Ana, Pedro, Nuria, Odina y Estefanía en esta última promoción de la Escuela CES donde también ejerzo como docente. Y me he encontrado con savia nueva, ansiosa por aprender, despierta, participativa, enormemente creativa y dispuesta, permanentemente, a aprehender el menor atisbo de conocimiento para enriquecer sus nociones y destrezas en este oficio de la radio.
Odina Sanz, Ana Gutierrez, la directora de la última edición, y Pedro Machín, en un momento del programa "La Coctelera", en Radio CES |
La experiencia, una vez más, me ha permitido certificar que las nuevas generaciones garantizan sin duda la continuidad del medio, no solo por aptitudes, sino sobre todo por actitudes. La pasión, elemento esencial en todo trabajo creativo, está presente en ellos, aunque –como es lógico- las aptitudes deben seguir desarrollándose y perfeccionándose. Pero también he percibido su humildad que, confío, no pierdan nunca, por muy alto que lleguen. Siempre conviene tener los pies en el suelo. Y si uno no es capaz de darse cuenta de ello, su entorno más próximo debe hacérselo ver…
Son seis jóvenes que han decidido apostar por la radio y la televisión. Jóvenes periodistas que apuestan, decididamente, por lo audiovisual. Y en lo que a mí me toca –la radio- puedo decir, con orgullo, y desde luego sin falsas modestias, que he logrado inocularles el virus del medio. Todos me reconocieron que, sin saber todavía (la formación en televisión se produjo con posterioridad al módulo de radio) cómo les iba a resultar la experiencia en TV, “la radio me ha ganado”. Y es que, quien la prueba, quiere repetir.
Y eso que, al comienzo, cuando planteé los objetivos del módulo, varios de ellos, recuerdo especialmente a Odina, me miraban con cara incrédula y hasta desconfiada en la posibilidad de alcanzar el éxito deseado. Cuando comencé mis clases de “magacines de radio”, habían empezado a trabajar el campo de los informativos, con María Eizaguirre, y habían comenzado, por tanto, su dependencia del papel, soporte de su guion –la red-. Uno de los grandes objetivos de mi módulo era que se olvidaran del papel, que fueran capaces de construir, improvisando, sus propios discursos, no solo coherentes, sino hasta interesantes. Evidentemente, no se lo creían. Pero lo logramos. Lo lograron.
Un momento del directo, con el técnico Guillermo Moreno y Clara Ballesteros, la productora, muy atenta a la evolución del programa |
Es un gran triunfo. Cuando uno logra conseguir un objetivo que, a priori, le parece inalcanzable, surge –si me lo permiten- la magia. Es posible (¡seguro!) que ellos lo expresen de otra manera, con un término más cercano al chute. En el fondo hablamos de la autoestima. Y en esto –en su manera de hablar- debo darles, como casi siempre, la razón, porque la radio ha ido certificando a lo largo de su poco más de un siglo de historia la evolución del lenguaje de la calle, no solo del radiofónico. Ha sido, sin duda, un notario excepcional. Al pertenecer a su generación, ya tienen ganado mucho en este medio, porque les resultará más fácil conectar con sus coetáneos.
Así, con la motivación alta, con sus enormes ganas de trabajar bien los retos planteados, todos acudían magnetizados por la radio. Cada semana les planteaba nuevos objetivos y, lejos de amilanarse, me sorprendían con los resultados, con su trabajo y, ante todo, su creatividad.
Se lo adelanté. Les dije que iba a utilizar algunas de sus inspiraciones y creatividades, porque superaron ampliamente mis expectativas. Se les ocurrió poner en marcha una “Encuesta absurda”, con preguntas del estilo de las que reproduzco a continuación:
-¿Qué te parece que un jardinero quede con su novia Margarita y la deje plantada?
- ¿Un parto en la calle sería considerado un alumbrado público?
-¿Sabías que detuvieron a un ciego por ser sospechoso de un robo y lo soltaron porque no tuvo nada que ver?
-Cuando un policía detiene a un mimo, ¿debe decirle que tiene derecho a guardar silencio?
-Si un abogado se vuelve loco, ¿eso quiere decir que pierde el juicio?
-¿Crees que Hulk de mayor será un viejo verde?
-¿Sabes que le falta al 30 para ser un 3? ¡Ser sincero!
-¿Te fastidia que el eco tenga siempre la última palabra?
Seguro que muchos de mis lectores han disfrutado, como yo, de su imaginación. Lo que ocurre es que la respuesta improvisada a estas ‘preguntas imposibles’ exigen muchísimo nivel y es más que probable que pongan en más de un brete a quien intente responderlas en directo. ¡Enhorabuena chicos!
Por eso, y sin ocultarles la situación, ni mucho menos esquivarla, me duele especialmente el momento en que les ha tocado formarse y el entorno laboral hostil en que les va a tocar moverse en breve. Por contra, también es cierto que las únicas incorporaciones que se producen en los medios ahora mismo acceden por la puerta de las becas. Pero lo malo es que esa situación, en algunos casos, amparada por la legislación, se eterniza hasta provocar abandonos en este oficio que tiene mucho de vocacional, tanto que –si no concurriera este elemento- en muchos casos no se llegaría al enorme desgaste que provocan algunas condiciones, que bordean lo inhumano.
No queda otra que luchar, formarse primero muy bien, e ir sumando experiencia, acumulando inevitables errores pero aprendiendo de ellos, extrayendo las conclusiones y las enseñanzas más positivas. Éste es, de alguna manera, el método del CES: simular el mundo real, dirigiendo y produciendo programas en directo y emitiéndolos online, y analizar, pormenorizadamente, después, el trabajo realizado, para extraer de él todo el conocimiento posible. Esos momentos de la disección colectiva del programa, en que me sentía objeto de sus miradas, y de su atención, me resultaban extraordinariamente gratificantes. Ahí entreveía, en sus ojos, su fuerza y sus ganas de aprender. Sus ilusiones frustradas (creían haberlo hecho bien…) por las evidencias. Y su satisfacción personal por el objetivo alcanzado.
La disección colectiva posterior al programa, de donde se sacan las mejores enseñanzas |
El último programa de “La Coctelera” –así decidieron bautizar su magacine-, que puede escucharse desde este blog, lo dirigió Ana Gutierrez y lo presentó ella misma, junto con Pedro Machín. El resto del equipo se ocupaba de producir las piezas, las secciones con las que se conformaba. De esta manera, quien se aventure a clicar aquí para escucharlo se encontrará con secciones muy ajustadas a un magacine, divertidas y ocurrentes, muy bien construidas, y defendidas, como la de Nuria Morcillo, que analiza, contando, sin leer, con naturalidad, el último anuncio navideño de Campofrío que, como todos los años por esas fechas, fue objeto de polémica con esa campaña de “Hazte extranjero”; o la de Clara Ballesteros que extendió toda su capacidad verbal, que puedo certificar es poderosa, en la presentación de la música que más suena en estos momentos; por último, Odina Sanz y Estefanía Vega, mano a mano, se ocuparon de la sección “Lo más de lo más”: noticias curiosas, prácticas, entretenidas, increíbles, explicadas de manera desenfada y con absoluta naturalidad, sin más papeles de por medio, que el mero enunciado de la noticia, que ellas se ocupaban de desarrollar en directo de manera improvisada. Esta grabación es la mejor prueba, la más fehaciente, de que habían logrado cumplir con los objetivos propuestos en este módulo. El resto del programa se completó con dos entrevistas -¡reales!-, realizadas por Ana al periodista deportivo Pablo Juanarena y a la cantante Gema Hernández, finalista del concurso televisivo “La Voz”.
Un programa como éste, y sus secciones, en conjunto o por separado, podrían oírse perfectamente en cualquier cadena de radio. Tal es la calidad, más que aceptable, conseguida por su esfuerzo, recompensado por esta última "Coctelera" que les ofrezco la posibilidad de escuchar desde este blog.
Dicen que lo que se cuelga en internet deja no solo una estela en la red, a la que se accede desde el inabarcable Google, sino también una memoria imborrable. Por eso, estoy convencido, cuando sus nombres sean más conocidos por todos, cuando alcancen objetivos mucho más notables que la superación de un máster, aquí quedarán sus comienzos, valientes, para ejemplo de las nuevas generaciones que seguirán su camino. Al final del módulo de radio han aprendido que para lograr esa naturalidad que exige el medio no hay nada más eficaz -tan aparentemente fácil- como ser uno mismo. Solo desde esta posición somos capaces de traspasar el micrófono y comunicar, ¡qué verbo tan rico en matices! Para mí ha sido un auténtico privilegio conocerles. ¡Suerte chicos! Por aquí me quedo, atento a vuestros futuros éxitos…
Para escuchar "La Coctelera", clicar aquí.
Fanny Vega con Gorka Zumeta |
Dicen que lo que se cuelga en internet deja no solo una estela en la red, a la que se accede desde el inabarcable Google, sino también una memoria imborrable. Por eso, estoy convencido, cuando sus nombres sean más conocidos por todos, cuando alcancen objetivos mucho más notables que la superación de un máster, aquí quedarán sus comienzos, valientes, para ejemplo de las nuevas generaciones que seguirán su camino. Al final del módulo de radio han aprendido que para lograr esa naturalidad que exige el medio no hay nada más eficaz -tan aparentemente fácil- como ser uno mismo. Solo desde esta posición somos capaces de traspasar el micrófono y comunicar, ¡qué verbo tan rico en matices! Para mí ha sido un auténtico privilegio conocerles. ¡Suerte chicos! Por aquí me quedo, atento a vuestros futuros éxitos…
Para escuchar "La Coctelera", clicar aquí.