Los vaivenes y abusos de Radio 5, RNE (y II)

Mi carrera radiofónica comenzó en la Casa de la Radio,
en Prado del Rey (Madrid). Soy un firme defensor de
la función de la radio pública

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Personalmente, la aportación de esa nueva Radio 5.0 que surgió de la mano de Pedro Carreño, el anterior director de Radio 5, me pareció una idea inicialmente muy apropiada para no solo actualizar la cadena, sino, sobre todo, para vincularla a las nuevas tecnologías e, indirectamente, renovar y rejuvenecer su target, de por sí, muy avejentado, como el de toda RNE, con la excepción, relativa, de Radio 3.

Tras la sorpresa inicial, llegó el análisis de la aportación de esta tecnológica Radio 5.0.Y me di cuenta enseguida de que, en realidad, como comenté en Twitter, no se trataba más que de copiar el formato de Ivoox, ese gran quiosco de audio de la red en España, al que sumaban, ciertamente, un valor añadido de gran atractivo, como era la posibilidad de ser emitido por antena. Esta circunstancia resultaba determinante, como anzuelo de la operación. Pero seguí investigando, curioso.

Como era previsible, y lógico por otra parte, la aplicación de Radio 5.0 obligaba a registrarse previamente para poder subir audios en la web. Y para ello, de manera expresa, obligan a aceptar, mediante un clic, los “términos y condiciones” establecidas por la dirección de Radio 5 para poder participar. Unas reglas del juego que nadie, o en un pequeñísimo porcentaje, se lee y que suelen derivar casi siempre en problemas cuando los afectados se echan las manos a la cabeza y alegan desconocimiento para purgar su pena.

Y aquí es donde está la sorpresa. Para ser más precisos, la desagradable sorpresa. Radio 5 se reserva todos los derechos posibles sobre el audio “prestado” y se arroga la titularidad del mismo. Por si hay dudas, lo expresa claramente de esta manera:

Podía haber nacido de otra manera, pero han cometido
 un flagrante abuso con ella. Éste es el tutorial para
acceder a esta funcionalidad de la web

• El envío del material y la consecuente aceptación de las presentes cláusulas implica la cesión a RTVE de los derechos de explotación sobre la grabación, en las condiciones detalladas a continuación.

RTVE ostentará, con facultad de cesión a terceros, durante el máximo tiempo de protección establecido por la vigente Ley de Propiedad Intelectual, y para su explotación en cualquier país del mundo, todos los derechos de explotación de las grabaciones remitidas. Esta cesión tiene carácter de exclusividad en favor de RTVE.

• RTVE se reserva la facultad de modificar el material enviado. En este sentido el material podrá ser editado y/o postproducido, pudiendo utilizar con tal finalidad cualesquiera técnicas o medios.
• El envío de la/s grabaciones de audio, así como la cesión de derechos que se efectúa a favor de RTVE y el ejercicio de los mismos tendrá carácter gratuito, de modo que RTVE no se obliga al abono de contraprestación o cantidad alguna.
• RTVE podrá utilizar las grabaciones de audio remitidas a través de dos procedimientos, que pueden ser concurrentes:
•  a) la grabación será incorporada a la Web de distintos programas.
•  b) la grabación podría ser emitida en los citados programas o en cualquier otro de RTVE

Si la grabación de audio enviada es seleccionada pasará a la página Web, donde podrá ser visitada por cualquier internauta. Además, según el interés del material enviado, la redacción podrá considerar la grabación para su emisión durante el programa.

Si se diera el caso, la incorporación de la grabación a la página Web no determina que su protagonista adquiera derecho alguno en el proceso de selección para su participación en el programa.

• RTVE se reserva el derecho a utilizar según sus necesidades el material enviado. Este podrá ser eliminado (y en consecuencia no incorporado a la Web ni emitido en uno de sus programas) si no se cumplen las normas de envío, o si el contenido de la grabación se considera no ajustado al programa, o contiene imágenes que, por su contenido y/o tratamiento, pueden resultar no adecuadas para su divulgación o emisión.

La radio pública tiene medios para acometer
numerosos proyectos, pero el dinero escasea

Estos “términos y condiciones” son absolutamente abusivos y denunciables. Lo extraño es que nadie lo haya hecho. RNE obtiene, por el simple hecho de participar, todos los derechos sobre la obra cedida. Y muchas más cosas: puede cederlos a terceras partes sin pedir permiso a su autor (que puede oírlo en vaya usted a saber en qué lugar…); encima durante el “máximo tiempo” que permite la ley (claro, no hay que perder oportunidades, si nos sale un ‘fenómeno’, por lo menos 50 años de derechos sobre la grabación, ¡qué menos!); además en cualquier parte del mundo (¿para qué poner límites geográficos? ¡Qué tontería!). Todo esto, por si hubiera alguna duda, en “exclusiva”. ¿Y el autor, puede opinar? Pues va a ser que no. Pero, por si no está del todo bien, le meto mano, lo reedito y hago lo que me da la gana con el audio. Por supuesto, RNE no paga ni un euro por toda esta operación.

Juzguen ustedes mismos si es, o no, abuso por parte de RNE lo que figura en estas bases. Evidentemente, siempre les queda el recurso a los directivos de la radio pública de desaconsejar la participación de todos aquellos que no estén de acuerdo con estas leoninas bases. Pero estoy convencido de que muchos de los que ya lo han hecho, si se las hubieran leído a fondo, se lo hubieran pensado dos veces antes de regalar su trabajo a los señores de Radio 5.

El caso no es único, pero por lo visto, como bien dice la frase: “quien no conoce la historia está obligado a repetirla”. La marca de cervezas Heineken convocó un concurso de diseño de envases, a comienzos de 2011. El premio era de 3.000 euros para el mejor diseño. Pero, como en este caso, las bases escondían un impresentable abuso:

RNE ha cumplido 75 años de vida y debe ser
un ejemplo de servicio público de los españoles

-“Los concursantes que participen ceden expresamente todos los derechos patrimoniales y morales del diseño que suban a la web del I Concurso Your Heineken. ARCO así como la propiedad intelectual e industrial de los mismos a Heineken España, S.A. para que pueda usarlo, imprimirlo, registrarlo, duplicarlo y reproducirlo de cualquier otro medio posible presente o por conocer, sin que los participantes ni sus herederos puedan reclamar por estos conceptos u otros de análoga naturaleza a Heineken España S.A.”

Esto, en su esencia igual a lo urdido por Radio 5.0, que se consideraba una estratagema para, por 3.000 euros, hacerse con decenas de diseños de botellas (se presentaron 643 propuestas) –hacerse con talento a precio de ganga-  fue denunciado en las redes sociales y provocó una de las mayores crisis de imagen de esta marca. Heineken tuvo que retroceder, rectificar y pedir disculpas.

De la misma manera, en España se convocan anualmente cientos de concursos fotográficos en los que las abusivas bases obligan a la cesión de derechos de reproducción de las imágenes por el simple hecho de participar. Por fortuna, esta situación está cambiando y las cabezas promotoras de este tipo de actividades se van dando cuenta de las tropelías que pueden llegar a promover publicitando reglamentos como estos.

Radio 5 no ha estado nada afortunada en la redacción de las bases de su Radio 5.0. Ahora mismo, sin embargo, esta actividad no es prioritaria en esta cadena de emisoras pública, aunque continúa activa en su web,  a la espera de que algún nuevo incauto caiga en esta auténtica tela de araña.

Muchos pusieron grandes esperanzas en esta forma de difundir sus contenidos, aunque es posible que no se leyeran la letra pequeña de las condiciones para acceder a este canal

No es así, pienso, como debe fomentarse la participación de los ciudadanos en una emisora pública. Es cierto que Radio 5 puede ser una extraordinaria plataforma para dar a conocer la nueva realidad de los podcast, pero el precio que pretende pagar por ello es ridículo, cuando no denunciable. Harían bien los responsables de RNE en retirar estas bases tan desafortunadas y en reorientar esta actividad. Sobre todo, porque, si se diera el caso de algún contenido que llamara especialmente la atención de la cadena de radio pública, y decidieran aplicar con él los efectos de los términos y condiciones de participación, estoy seguro de que surgiría el conflicto y se libraría en las redes sociales. A pesar de que la decisión estuviera amparada en el aviso previo de las bases, la impresión colectiva constituiría una auténtica campaña de derribo en los Social Media, algo que a ninguna marca le agrada, porque en cuestión de minutos puede terminar implicado en la discusión un colectivo de 50, 100 o 200 mil personas en Twitter o Facebook.

En definitiva, hagamos bien las cosas. Pensémoslas antes de desarrollarlas. Tanto la reforma de Radio 5 promovida por la anterior dirección de RNE, que fue invalidada por Alfonso Nasarre, pese a sus buenas intenciones, en general; como por la redacción de las bases de participación de ciudadanos en el certamen Radio 5.0, que sigue activo, y cuyos términos parecen haber surgido, en la más benigna de sus interpretaciones, de un despacho jurídico en prácticas.

Las tropelías se extienden como la pólvora por las redes sociales

Es labor de la radio pública fomentar el consumo del medio y su desarrollo tecnológico. Los oyentes perciben los esfuerzos si hay buena voluntad por detrás. Pero, si lo que se encuentran es justo lo inverso, la reacción se vuelve en su contra. Y un último aspecto, por favor: que dejen de tomarnos por tontos. En este sentido, la incorporación de las redes sociales ha enriquecido sobremanera la opinión pública y lo que no ve uno, lo ve otro, pero se comunica, y se advierte, en cuestión de minutos. Internet esconde muchas irregularidades tras un clic. La verdad, ahora, gracias a las redes sociales, siempre es un reguero de pólvora que le estalla a quien pretende ocultarla.