Los vaivenes y abusos de Radio 5, RNE (I)

Radio 5 es la única emisora temática española basada en la fórmula all news (todo noticias). Nació en el año 1994 (está próxima a cumplir los primeros veinte años de vida el próximo año) fruto de la reestructuración de la antigua red de Radio Cadena Española. Sus modelos eran la francesa France Info y la británica BBC Radio 5 Live, cadenas públicas dedicadas a la difusión exclusiva de la actualidad. RTVE se adelantó por poco a Prisa Radio en la puesta en marcha de esta cadena radiofónica temática. Como he contado en alguna otra ocasión, Prisa estuvo a punto de poner en marcha un proyecto bajo la denominación Info Radio, cuyos esquemas iban a ser los mismos de las emisoras francesa y británica citadas. Los directivos de Gran Vía 32 trabajaron en un reloj muy similar al del ente público, sustentado en este caso, como parecía lógico, por la competente redacción de los Servicios Informativos de la SER en un momento en que se empezaba a hablar del término ‘sinergias’.

Sin duda, una cadena radiofónica
imprescindible en el dial español

Pero los responsables de la Casa de la Radio, en Prado del Rey, les adelantaron por la banda e Info Radio nunca llegó a ver la luz, y se quedó –a medio camino- en Sinfo Radio, una radiofórmula musical dedicada a los “éxitos de los últimos 500 años” (música clásica) que puso en marcha, brillantemente, Jorge de Antón. La SER, entonces, hizo lo mismo que la Cope estos últimos meses: reorganizar su red de emisoras tras absorber los postes de Antena 3 (en el caso de la cadena de los obispos ha sido ABC Punto Radio) y con las emisoras sobrantes creó un nuevo producto. Hoy, la cadena heredera de Sinfo Radio, a pesar de la incoherencia, es la exitosa Máxima FM.

Desde aquel año 1994, un 19 de abril, Radio 5 inició una andadura discreta, siempre por debajo del paraguas de Radio 1 (la actual RNE). Se servía de los mismos servicios informativos y emitía, en ocasiones, los mismos informativos nacionales de su emisora hermana (o madre, mejor dicho) para evitar duplicidades y ahorrar costes. La percepción de Radio 5, que en julio de este año contaba con una audiencia que superaba por poco los 300.000 oyentes, es la de una emisora gris, sin personalidad, anónima, con poco brillo.

Sinfo Radio iba
a ser Info Radio

Los oyentes que demandaban información de la radio pública acostumbraban a encontrársela en la entonces Radio 1, cuya programación y coberturas especiales cumplían de sobra con lo solicitado. La llegada de Radio 5 –que entiendo a todas luces positiva por cuanto desarrolla un contenido, la información, de servicio público insoslayable- no estuvo acompañada de una clara decisión de apostar por una redacción potente, rodeada de una eficaz red de colaboradores, bien remunerados. La decisión de ponerla en marcha estuvo clara, pero su modelo de financiación (y, por extensión, de independencia, era sensiblemente mejorable). Al final, consiguieron, más con buena voluntad que con medios reales, estructurar 24 horas de emisiones a base de conexiones con Radio 1, como he mencionado, mini-informativos cada cuarto de hora y microespacios temáticos relacionados con la cultura, el deporte, la historia, la salud, la ciencia, e incluso descendiendo más a lo concreto el márketing o la legislación de fincas urbanas, los popularmente conocidos como “quesitos”.

Para desarrollar estos microespacios los responsables de Radio 5 utilizaron la fórmula del favor, maquillado por la pátina del prestigio. Dicho de otra manera, tú hazme las piezas gratis que yo te doy posicionamiento y reputación. Y así, profesores, escritores, abogados, músicos, etc., llevan ocupándose gratis et amore mucho tiempo –algunos desde su fundación- de estos contenidos. Cada cierto tiempo acuden a la Casa de la Radio, en Prado del Rey, para grabar una tanda de diez o quince espacios, que se irán emitiendo de acuerdo con un reloj establecido previamente.

Construir una buena emisora all news es
tremendamente costoso, y no corren
los mejores tiempos

Y así, a esta fórmula se fueron añadiendo, en años posteriores, los últimos, programas específicos producidos para Radio 5, como “Solidaridad” (los lunes), “Reserva natural” (los miércoles), “Tolerancia cero” (los jueves), “De ida y vuelta”( los viernes y domingos) o “Ellas pueden” (los domingos), entre otros muchos, que iban cubriendo tiempo y enriqueciendo sin duda el interés generado por esta cadena entre la audiencia. Los fines de semana, algo más relajada, Radio 5 combinaba –creo que inteligentemente- música con noticias, saltando a uno de los formatos por el que sigo sintiendo una atracción especial, music and news (música y noticias), dos contenidos que maridan, creo, a la perfección, como un buen reserva con un queso curado.

El funcionamiento de Radio 5 es similar, desde el punto de vista de los contenidos, al del canal “24 Horas”, de TVE. También es cierto que comparten la misma filosofía. Se trata, en ambos casos, de un magnífico soporte de emisión para todo tipo de acontecimientos informativos que coincidan en su horario. De esta forma, si hay un pleno en el Congreso de los Diputados con interés, e incluso sin él, los micrófonos de Radio 5 se abren de par en par para retransmitirlo en su integridad. Si el contenido es una rueda de prensa del Consejo General del Poder Judicial, pues se hace lo propio. En ocasiones, la impresión que da esta manera de trabajar se acerca más al recurso fácil de rellenar que al verdadero servicio público de informar. Pero todos los periodistas de radio sabemos lo mucho que cuesta completar 24 horas de emisión.

Lo cierto es que Radio 5 Todo Noticias necesitaba un cambio de aires y una modernización de su imagen corporativa. La marca estaba, si no desprestigiada (seguro que hay lectores que apoyan este adjetivo calificativo), sí al menos desgastada. Una radiofórmula temática informativa tiene tendencia a caer, si no hay quien introduzca nuevos elementos revulsivos cada cierto tiempo, en la rutina. Y en este pecado creo que ha incurrido Radio 5 varias veces a lo largo de su historia.

Si hay alguna empresa que puede -y debe- acometer
una cadena radifónica de información, de servicio público 
es RNE, por medios, humanos y técnicos

Me consta, porque así lo he vivido, que varios directores han intentado introducir elementos más proactivos con la información, de manera que sus emisiones se parecieran realmente a las de France Info o BBC Radio 5 Live. En los comienzos de Radio 5, hubo un periodista, buen amigo, que surgió de la misma universidad que servidor (Universidad de Navarra), de nombre Pedro Roncal, que intentó inculcarles el sentido último de una emisora casada con la actualidad, pero yo creo que el modelo, en sí mismo, y el entorno de un medio público, son elementos difícilmente superables en una empresa como ésta. Nos quedamos, desde luego, sin conocer cómo hubiera sonado esa Info Radio que diseñaron los directivos de la SER, pero estoy seguro de que, al menos en la forma de exponer y en el ritmo imprimido, se hubiera diferenciado mucho del modelo que hemos oído, y seguimos escuchando, en Radio 5. Alguno diría que el tono de RNE, tan característico, tan identificable, no deja de constituir también su lastre, pero éste es otro tema, que podríamos abordar en otra ocasión y contra el que están luchando ya comunicadores como Alfredo Menéndez o José Antonio García –Ciudadano García- desde sus respectivos programas.

El caso es que el equipo directivo encabezado por Manuel Ventero decidió dar un giro a Radio 5 al llegar a los despachos de la Casa de la Radio el año pasado. Apearon a la cadena de su apellido ‘Todo Noticias’ y la rebautizaron como Radio 5 Información, una marca, se me antoja, más moderna que la anterior y, desde luego, mucho menos amortizada que la original. Las redes sociales iban a tener un mayor protagonismo y proyección en su nueva etapa, al igual que la información local y regional, contenidos –e inspiraciones- a las que se iba a sumar también la participación ciudadana.

Alguno debería aplicarse el cuento en la Casa de la Radio

Y los responsables de la nueva y renovada Radio 5 Información se inventaron un canal que aunara las redes sociales, la participación ciudadana y la radio. Lo llamaron Radio 5.0 (todavía se llama así) y le añadieron el subtítulo “Crea y comparte tus audios”. Parecía una idea original, acorde con los tiempos, hermanada con la vanguardia tecnológica, que incidía en los nuevos caminos abiertos por la radio digital y online. Cualquier ciudadano podía subir sus contenidos de audio (podcast) sobre sus temas y asuntos preferidos y éstos podrían ser emitidos por Radio 5. La idea, insisto, fue muy bien acogida y de hecho se registraron numerosos participantes que fueron subiendo, poco a poco, sus podcast. De hecho, ha sido la única vez que he leído referencias a la marca Radio 5 en Twitter, hablando de las excelencias de esta oferta de participación a sus oyentes.

La nueva Radio 5 Información fue avanzando, poniéndose al día, y amortizando el revulsivo de quienes habían decidido actualizarla, creo que con oportunidad; seguía también provocando el interés de su público habitual y de quienes la seguimos esporádicamente, cuando, por ejemplo, tratamos de huir del omnipresente deporte (fútbol sobre todo…) y nos apetece seguir escuchando palabra frente a música, y en definitiva caminaba hacia una nueva formulación de la actualidad y de su propia imagen proyectada.

Uno de los programas
de la parrilla de Radio 5,
 con Raul Heiztman
y Alejandra Martinez

Pero Manuel Ventero fue relevado en muy poco tiempo, por la debacle de audiencia de RNE y sustituido por el actual directivo Alfonso Nasarre que ha optado, no se sabe si condicionado por el escaso presupuesto con que cuenta, reducido a su mínima expresión, o por su propio convencimiento personal que le ha impelido a hacerlo, lo cierto es que ha devuelto implícitamente a Radio 5 su apellido de soltera, “Todo Noticias” y ha frenado ese intento de modernización que intentaron sus predecesores. Si Pedro Carreño suprimió los “quesitos”, esas minipiezas que servían de relleno a la programación por más información, local y regional, el nuevo director, Chema Forte decidió recuperar la vieja estructura y tirar para adelante. De todos es sabido que las finanzas de la Corporación no están nada saneadas y, en este sentido, los “quesitos”, como popularmente se conocen internamente estas piezas, no suponían costes añadidos, mientras que los contenidos informativos sí generaban gasto (periodistas, técnicos, redes de comunicación, etc.). Tal vez haya momento para modernizar Radio 5 más adelante, pero ahora no parece que sea el momento más oportuno.

Continúa...