Las (nuevas) microempresas radiofónicas

Pensando en el contenido más apropiado, relacionado con la radio, para esta jornada festiva en todo el país (España) me ha parecido oportuno reflexionar en voz alta acerca de las posibilidades laborales que la nueva Radio permite a todos aquellos profesionales que, como servidor, nos movemos en la esfera de los contenidos. Cualquiera que sea el soporte empleado para la difusión radiofónica (analógico o digital) el elemento fundamental, que marcará el éxito o el fracaso en el futuro inmediato, será el contenido. Sin duda.

La nueva radio ha simplicado la tecnología a su mínima  expresión: un ordenador y una pequeña mesa de mezclas ya es suficiente para emitir (Fotografía Pixabay)

El cómo casi nunca es determinante del éxito en un medio de comunicación. Evidentemente, condiciona. Pero quien no tenga claro la prioridad en esta correspondencia de elementos está equivocando fatalmente su estrategia. En este sentido, el nuevo entorno digital está cambiando muchos paradigmas. Entre ellos, y ya centrándonos en el escenario radiofónico, el de la simplificación de la técnica.

Nunca, como ahora, prácticamente todos los grandes locutores de radio (incluso algunos de televisión) han instalado en su casa un estudio de radio, con calidad más que razonable a un coste muy contenido. Hoy en día, y en varias ocasiones lo he comentado en este blog, con un ordenador y un micrófono podemos producir contenidos que distribuimos fácilmente en tiempo real a cualquier parte del mundo. Se dice pronto. Esto ya es una realidad. No estoy hablando de ciencia ficción.

Yo mismo, quincenalmente, produzco en mi casa, con mis abalorios, una sección del programa “La Rockola” de mi buen amigo Joaquín Guzmán (con el que ya hablaré en su momento) que he bautizado como “Los Reclásicos”. Aparte de invitar a los amables lectores de este blog a escuchar cada una de las piezas que he dedicado a los grandes cantantes y músicos de nuestro tiempo, puedo añadir que todos ellos están grabados en mi casa, con un micrófono Samson Q2U, un PC y mezclados gracias a un sencillo software libre como es Audacity.  A Joaquín se la hago llegar en alta calidad (320 kbs), vía mail, a través de un enlace a Dropbox.

Iván Tenorio me dio algunas nociones básicas de manejo de Audacity y me embarqué enseguida en la experiencia de la edición digital. No era un lenguaje nuevo para mí, puesto que tuve la suerte de trabajar en Radio Madrid FM (antes Radio Madrid 2) con el primer PC instalado en la casa, a modo de prueba, equipado con Dalet (el software que utiliza actualmente la SER). Allí, en autocontrol, me inicié en las excelencias de esta nueva manera de editar audio, mucho más cómoda que el tradicional corta y pega, que también conocí, aunque ya en su decadencia.

El cassette. No hace tanto que se retiró del mercado. Para muchos es la prehistoria (Fotografía Pixabay)

En Sevilla, el pasado mes de noviembre, varias personas del público me preguntaron acerca de los costes de la puesta en funcionamiento en casa de un pequeño estudio de radio para asumir la producción de contenidos y distribuirlos –lo vuelvo a subrayar- ¡a cualquier parte del mundo! Como le contesté, se trata de un gasto casi ridículo. El gasto más cuantioso –y pienso ahora en locutores que graban sus cuñas- se encuentra en el micrófono. Un Neumann de condensador, de buena calidad, podemos encontrarlo a partir de 500 euros. El sonido es excepcional. Pero, insisto, con equipos de calidad inferior, como el que he apuntado en mi caso, podemos obtener resultados mucho más que dignos o aceptables. Invito a los lectores a que escuchen cualquiera de las piezas de mis “Reclásicos” y comprueben por sí mismos si la calidad es buena (y eso que Ivoox comprime la señal para poder albergar tanto caudal de información). Pues bien, esto puede conseguirse por menos de 80 euros de inversión inicial. ¿Sorprendidos?

Esto mismo democratiza enormemente la nueva radio, gracias a la era digital. Cualquiera puede participar de este lenguaje y ofrecer sus podcast sin gastar mucho dinero. Una vez producidos puede subirlos a Ivoox, gratuitamente, ese enorme quiosco digital de audio, dirigido por Juan Ignacio Solera, al que también tuve la suerte de entrevistar para este blog no hace mucho tiempo.

Mi amigo Juanma Ortega, animador del “Carrusel Deportivo” de la Cadena SER, defendía en este video que el futuro de la radio pasa por esa expresión tan americana de “háztelo tú mismo”, por las microempresas, por tener buenas ideas y llevarlas tú mismo adelante, con tesón y esfuerzo. Ortega pensaba, en el fondo, en esta nueva manera de difundir contenidos radiofónicos, tan al alcance de todos. Por eso comentaba al principio de este post que la esencia, el éxito o el fracaso, dependerá de los contenidos, de lo que seamos capaces de ofrecer al público y éste nos compre.

Estamos viendo cómo el audio –que siempre lo ha hecho, solo que hasta ahora no lo hemos sabido explotar tan intensa, y oportunamente- es el medio que mejor se adapta a las nuevas realidades. La radio ha experimentado, en este sentido, una nueva faceta como herramienta adaptada a diferentes realidades. Una de ellas es la comunicación interna dentro de las empresas. Aunque tendremos ocasión de hablar de esta nueva aplicación de la radio más in extenso, sí me gustaría siquiera apuntar, grosso modo, esta sin duda gran aportación.

Radio Gym, una de las emisoras-estrella desarrolladas por Expressa, que asocia la radio musical con el ejercicio del deporte (Radio Gym)

Varias empresas se dedican a comercializar radios online de consumo y difusión interna. ¿Cuál es su finalidad? Muy sencillo: comunicar. Enriquecer sensiblemente la eficacia en la comunicación interna de las empresas. Las características de la radio se adaptan perfectamente a este nuevo cometido. Varios ejemplos que contribuyen a aclarar mejor esto: ¿se imaginan ustedes que el grupo Alsa, líder en transporte por carretera en varios países, tuviera una radio que acompañara el viaje de sus pasajeros por todo el mundo con una música seleccionada para su perfil? Pues bien, dejen de imaginar y sintonicen Alsa Radio. Otro ejemplo: ¿se imaginan ustedes una multinacional establecida en 10 países, que dispone de más de 2.400 tiendas -400 de ellas en España- que desarrolle un sonido corporativo específico para toda su red, además de una aplicación específica para sus empleados que distribuya información sensible para ellos? Pues dejen de imaginar. Esto es lo que ya está haciendo Phone House, gracias a la empresa líder del sector, Expressa Radio. ¿Sorprendidos? La radio puede con todo.

Por si fuera poco, internet ha abierto de par en par las puertas de un enorme mercado global para los locutores de radio. El idioma enmarca el escenario. Pero imagínense el español en el mundo. Toda Latinoamérica está al alcance de un clic. Y no es una frase más o menos efectista, sino otra de las realidades que nos brinda el nuevo mercado digital. Muchos locutores mantienen abierta su propia página web ofreciendo la posibilidad de grabar cuñas online (además de otros formatos publicitarios), a un precio más que razonable, como Baldo, por ejemplo y en otros casos las webs agrupan un catálogo de voces que enriquece la oferta y del que puede elegir el cliente la voz que mejor se ajuste a sus necesidades o gustos, como el caso de los valencianos VozenOff. En ambos casos, el cliente pasa el texto vía mail, y la correspondiente transferencia bancaria y recibe a cambio, a través del mismo canal, el correo electrónico, la cuña grabada y montada y dispuesta para su emisión.

Algunas de estas microempresas, las de contenidos, las dedicadas a la comunicación interna, las enmarcadas en el mundo de las locuciones, nacieron modestamente, y hoy son empresas consolidadas, y prestigiosas, que ofrecen un producto de calidad. Esta nueva situación, este nuevo paisaje digital, nos debe hacer pensar que no debemos considerar internet como nuestro enemigo, sino como nuestro aliado. Basta dar con el nicho, hacerlo bien, cobrar lo justo y cuidar el boca a oreja (y los Social Media).

Pero también es cierto que la rentabilización de la operación no es sencilla. La monetización de la nueva radio, como he comentado a menudo en este mismo blog, es uno de los grandes retos –si no el que más-. Incluso las microempresas –o, sobre todo, las microempresas- requieren de hábiles y ajustadas estrategias para situarse en el mercado. Pero la posibilidad existe. Dispongo de ejemplos muy válidos, algunos ya citados, de empresas que trabajan en estos ámbitos, relacionados con la nueva radio, que demuestran fehacientemente que es posible vivir dignamente de esta actividad relacionada con la radio.

Ahora, conocidas las potencialidades de internet y lo que puede ofrecernos, se trata de buscar el hueco, para dotarlo de un elemento imprescindible para alcanzar el éxito: la profesionalidad. Internet es una tierra de oportunidades. También para la radio. Si unos lo han logrado, el camino está abierto…