RNE recupera su brillo, le queda el esplendor (II)
https://www.gorkazumeta.com/2013/11/rne-recupera-su-brillo-le-queda-el_6.html
“Esto me suena”, con
Ciudadano García (José Antonio García)
José Antonio "Ciudadano" García se sienta cada tarde en el locutorio de RNE para dejarse sorprender por lo que le cuentan su equipo y los colaboradores |
Continúa...
¡El
García! En su momento, tuve la oportunidad de
comentar qué impresión
me merecía “Esto
me suena”, cuando se
emitía por las tardes, de 15:00 a 16:00 horas, contraprogramando el
omnipresente deporte (sobre todo fútbol) del resto de cadenas de radio. Manuel Ventero relegó a Ciudadano
García a las madrugadas, para encajar en su horario “Los
Clásicos”, con Carlos
Santos y Mikaela Vergara, a la
que se ha instalado en esta nueva temporada en “Radio
Clásica”. Con su paso a
las madrugadas dejé de escucharles, salvo en alguna ocasión, muy esporádica, a
través de podcast.
También
en su momento, comenté en este mismo blog que José Antonio García me parecía un gran
valor de la radio
pública y que, por sus especiales características, y maneras de hacer radio, debería
ser un candidato que aspirara a mayores responsabilidades dentro de la cadena.
Lo comenté en un recuadro incluido en la entrevista que tuve la suerte de
realizar a Ignacio Elguero, entonces
director de RNE
(antigua Radio 1) y hoy director de
Programas de RNE. No
voy a ser tan presuntuoso como para pensar que Elguero leyó mis palabras,
siguió mi consejo y potenció a Ciudadano
García, pero sí al menos puedo subrayar la evidente coincidencia en la
apreciación.
García,
ante el reto de asumir las tardes de RNE, tenía dos opciones: una, la continuidad del formato de “Esto me suena”, por la que ha optado y dos, la ruptura
radical con lo hecho hasta entonces y el replanteamiento de la estructura y los
contenidos. Desconozco las circunstancias del encargo, pero pienso que en la
decisión pesaría la estructura del anterior programa, aunque la responsabilidad
se cuadruplicaba. Partiendo de un sentido puramente pragmático y atendiendo
también al poco tiempo con que se comunicó la decisión de cesar a los
profesionales elegidos por Ventero –Manolo
HH y Yolanda Flores- lo lógico,
parecía ser, era la continuidad de la fórmula.
Sin
embargo, cuatro horas de duración de un programa no tienen nada que ver con los
60 minutos que ocupaban originalmente en la parrilla de RNE. Y el planteamiento para abordar este
tiempo de antena podría haber cambiado. Pero García prefirió obviar los cambios
radicales, y apostar por la prolongación del modelo. “Esto me suena” era, y me refiero en pasado a la etapa
anterior a su puesta de largo en las tardes de RNE, un programa “alternativo”. ¿A qué me
refiero cuando utilizo este término, tan inconcreto? Al intento, logrado por
otra parte, de servir de plataforma a contenidos que no tenían cabida en los
grandes programas ómnibus de la radio española. Así, García podía entrevistar
una tarde al ganador de un torneo de mus de un pueblo perdido en el mapa
castellano-leonés y al día siguiente a un niño violinista que iba a ofrecer su
primer concierto como solista con una orquesta infantil en su pueblo. La
pericia de José Antonio García conseguía entresacar de ambos entrevistados (a
veces no) respuestas atractivas a sus curiosidades. Su estilo campechano,
cercano, cómplice, espontáneo, facilitaba la empatía entre entrevistador y entrevistado y
el resultado era, ciertamente, atractivo.
"Ciudadano García" no es un personaje de ficción, es José Antonio García ejerciendo de ciudadano |
Las
tardes de RNE
no pueden ser alternativas. O, cuando menos, tan alternativas. Deben aspirar a
reunir al mayor número de oyentes posible. Desde ese planteamiento no
generalista está automutilando su línea de enganche con la audiencia. Entrevistar a la directora de operaciones
del hotel “La Reconquista”, de
Oviedo, como ocurrió
hace unos días, quedó simpático, sobre todo si la invitada se extendía en las
descripciones que le pedía David Sierra,
el segundo de a bordo que presentaba el programa ese viernes (25.10.2013).
Pero, aun admitiendo que esta entrevista podía reunir interés para la audiencia
(en realidad se estaban buscando chascarrillos sobre la estancia de los
Príncipes de Asturias en la capital del Principado, con ocasión de la entrega
de los Premios Príncipes de Asturias), lo cierto es que el programa de las
tardes de RNE
debe aspirar también, por qué no, a entrevistar a algunos de los premiados. Me
hubiera gustado escuchar a Antonio Muñoz
Molina con García, ¿por qué no? (Ya sé que se ‘lo llevó’ Alfredo Menéndez
a la mañana…). Me encantó, por ejemplo, y no hace mucho, la entrevista a mi paisano y chef Andoni Luis Aduriz. Hay otra forma de charlar en la radio...
Reducir,
en las tardes de RNE, los Premios Príncipes de Asturias, a una entrevista con la
directora de operaciones del hotel donde se alojan los Príncipes y el
“séquito”, me parece incompleto, aunque coincido con el propio
García en destacar estos otros temas, de segundo ‘nivel’, que se quedarían
olvidados en grandes programas y que, en definitiva, no dejan de ser intentos
por abordar los temas de una manera más original que la competencia. “Esto me suena” es un programa de gente corriente para
gente corriente. Y esto me gusta, pero ya no se emite en un horario marginal, sino estelar, les guste o no.
"Esto me suena", de RNE, es un programa más coral que "Las Mañanas", aquí el núcleo duro del equipo de García |
Lo
que distingue al comunicador es su forma de hacer, y de decir. Carlos Herrera podrá gustar más o menos
a los oyentes, pero quienes deciden acercarse a él, millones, saben qué se van
a encontrar. En el caso de García ocurre lo mismo. Esta ‘aparente antiestrella radiofónica’ tiene, sin
duda, un estilo, muy personal, que queda retratado en la antena, y que
condiciona no solo a su equipo, que participa de su filosofía, e incluso a los
invitados (y, sobre todo, oyentes que le llaman para responder a las propuestas del programa).
Ciudadano García ha logrado crear un núcleo de oyentes
que participa activamente en sus encuestas telefónicas. En su momento ya
comenté la excesiva “subcontratación” de los
contenidos de la radio española encargada a la audiencia, que en algunos casos me parece
exagerada. Pero entiendo la necesidad de hacerlo, y de utilizar también, como
canal, las modernas redes sociales. Cuando abre el teléfono este programa en su
sección “29 segundos” (la mitad de “59 segundos”) para recabar la opinión de
los oyentes acerca de los temas planteados, García habla con ellos como si
estuvieran fuera de micrófono, tal es la naturalidad que imprime al micrófono.
Tanta, tan sorprendente, y fresca, agradecida, que algún que otro invitado le
ha llegado a comentar en antena si la entrevista que había hecho con él “era grabada, o era directo, porque como
hablabas así, tan natural…”. Y éste, sin duda, es un gran valor de su
manera de hacer radio.
Esa
misma naturalidad, y aparente facilidad para hacer el programa de García,
circula a veces por caminos comprometidos en su trato con los oyentes.
Lógicamente, la premura de tiempo (esos 29 segundos…) impone ir al grano, pero
no todos los oyentes conocen estas técnicas apremiantes, lo que se nota que
irrita a García. En la radio de siempre, la voz –aunque delata- puede
controlarse; pero las imágenes, muy fieles, que proporcionan las cámaras del
locutorio ponen en evidencia a García por su enfado o contrariedad, con muecas y gestos siempre inoportunos, y descalificantes. No puede
decirse que llegue, en absoluto, al nivel de Carlos Pumares en su relación con los oyentes, pero transitar por
ese camino implica riesgos que hay que saber controlar, como algunas veces le
ha recriminado su propio equipo (“¡García,
que hay cámaras…!”).
García es un tipo corriente, que ejerce como tal. Pocos como él son capaces de trasladar a la antena tanta naturalidad |
Este
programa mosaico, subdividido en decenas de secciones y subsecciones, que los
propios oyentes amplían y proponen, comienza todas las tardes con una “persona feliz”, que llama, con aires algo
exhibicionistas, para proclamar a los cuatro vientos las razones de su
inmejorable estado de ánimo. Resulta contagioso, y éste es, sin duda, el
principal objetivo que se persigue incluyendo este contenido. Es una muy buena
manera de comenzar un programa como éste, vocacionalmente amable, en el que
hasta los temas más sesudos de la actualidad informativa del día se someten al
juicio o, mejor dicho, al sentido común, de García y su equipo que, adoptando
el rol de un ciudadano más, emite sentencias, en ocasiones demoledoras, con un
par de palabras. Ingenioso ejercicio de síntesis crítica.
David, Marta, "El García" y Toño, voces familiares de las tardes de RNE |
En
definitiva, Ciudadano García hace de
“Esto
me suena” un
programa sencillo en sus mimbres, que debería autoafirmar y alimentar más su autoestima, más allá de la anécdota y la gracieta, sometiendo bajo
este tamiz de la gente corriente, a políticos, actores, cantantes, y demás
personajes públicos, de primera fila, a los que antes no quería prestar
atención. Pero el interés, ahora que puede –y, creo, debe- reside en ver a
estos nombres populares (por diferentes razones) responder a una situación
comprometida como la que puede plantear un cuestionario, en fondo y forma,
suscrito por el ‘corriente’ José Antonio García. Me apetece mucho comprobar
cómo se desenvuelven en estas aguas…
Continúa...
Continúa...
A mí me gusta bastante la nueva programación, pero noto cierto bajón con respecto hace año y medio. ¿Presupuesto? ¿Falta de personal?
ResponderEliminarMe gusta García, pero creo que el programa es demasiado largo. Puede que haber contado con Ángel Carmona, para repartir un poco las tardes, hubiera ayudado.
La entrevista que hizo Menéndez a Lucas por 'Código Emprende', me dejó con las ganas de volverlo a oír aunque fuera de colaborador.
Seguiremos de escuchantes, óbviamente a tiempo parcial. ¡Un abrazo a todos!
Gracias por escribir y compartir tus reflexiones Miguel. Seguro que la gente de García, empezando por David Sierra te leen y toman buena nota. En cuanto a Ángel Carmona, es sin duda un buen comunicador, lo demostró en las mañanas de RNE este pasado verano. Buena elección! Un saludo muy cordial.
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