Autovender la radio: las autopromociones
https://www.gorkazumeta.com/2013/10/autovender-la-radio-las-autopromociones.html
No es fácil. Promocionar la radio e interesar, anticipadamente, a los oyentes en los programas que se van a emitir, a futuro, en solo veinte o treinta segundos, como una cuña, requiere mucha pericia. Hay que conocer el oficio y saber concentrarlo, como un suavizante, en ese escaso tiempo. Parece imposible, y sin embargo, de un tiempo a esta parte todas las cadenas, con más o menos acierto, están utilizando el recurso para venderse ante su parroquia.
Las autopromociones de una cadena tienen que estar a la altura, en calidad, de su propia imagen, y RNE está descuidando algunas. |
Mi
historia en la SER, en concreto al frente de Radio Madrid FM en los 90 (en los
comienzos denominada Radio Madrid 2, la gemela de la OM -a excepción de la
programación local- hoy la emisora más escuchada de España) me proporcionó
muchas, y grandes, satisfacciones. Ramón Gabilondo me dio absoluta libertad, y por tanto confianza, para que le
confiriera a sus emisiones un marchamo más juvenil que a la sólida entonces
(sigue siéndolo) Onda Media, pero que contaba con un target más envejecido.
Dentro
de mis responsabilidades había una en la que siempre insistí, porque pensaba, y
sigo haciéndolo, que resultaba esencial para no solo promocionar los
contenidos, sino también para informar al oyente habitual de las expectativas
de Radio Madrid FM y de sus principales programas locales. Por supuesto, me
refiero a las autopromociones. Saben de ello Mariló Maldonado, Mara Torres, José Luis Arriaza, y antes Carlos Viaga, José Ángel Fuentes, Olga
Hernángomez y Rosa López, todos
ellos nombres de magníficos profesionales que tuvieron responsabilidades al frente
de diferentes programas locales de Radio Madrid FM.
La
SER, me refiero ahora a la cadena, por aquel entonces, no mostraba un
extraordinario interés por las autopromos. Radio Madrid FM era, por entonces,
una isla en la programación de la SER en Madrid, y suscitaba, en algunos
entornos, dentro de la propia casa, algunas suspicacias por esta delegada
realidad, que provocó algunos malentendidos. Por eso, gracias a esa
independencia de la que disfrutábamos, incluso de autocontrol técnico en los
albores, me permitía diseñar, grabar y editar autopromociones de las que estoy
especialmente orgulloso porque abrieron un camino por el que hoy transitan
muchos otros. Sin por supuesto arrogarme la paternidad de nada, sí al menos
puedo enorgullecerme de haber creído en este elemento, fundamental, y haber
ofrecido a los entonces oyentes de Radio Madrid FM, autopromociones bastante
afortunadas, en fondo y forma, perdón por la inmodestia. Algunas voces de la
casa, como la de mi querido, y recordado, Claudio
Martínez, entonces director de
marketing de la SER, me felicitaron por el enfoque que les había dado y lo
cuidado de su realización.
Es difícil trasladar la imagen corporativa de una empresa en sus comunicaciones, pero si hay alguien que debe hacerlo bien es, precisamente, una empresa de comunicación |
Existen
dos tipos de autopromociones de programas radiofónicos: las genéricas (que hablan y promocionan el
programa en general, sin aludir a sus contenidos puntuales, y sí, tal vez, a
sus secciones fijas, que sirven para rellenar las desconexiones cuando no hay
publicidad que complete su tiempo) y las temporales
(en las que se promocionan los contenidos -frescos,
del día- que pueden realmente atraer
más a los oyentes: entrevistas con nombre propio, a ser posible popular;
partidos de fútbol de gran rivalidad y atractivo; salidas de programas a
ciudades o pueblos, por lo general con la coletilla final del patrocinador,
etc.).
Las
temporales son, sin ninguna duda, las
más eficaces. Las genéricas sirven
como relleno y recordatorio, pero terminan quemándose y perdiendo todo su
interés entre la audiencia. Pero también es cierto que las genéricas tienen mucho más recorrido en antena que las temporales que, por su propia
definición, resultan tan atractivas como fugaces. Dentro de éstas últimas había
una modalidad en la que creía especialmente: las automenciones en directo (o
falso directo). Está claro que el gran volumen de oyentes lo atrae el prime time. Y en ese sentido hay que
hablar de las mañanas. Y la que abre todos los días este tiempo es la cadena.
Sin embargo, las ventanas locales de este tramo nacional –las desconexiones
publicitarias- yo las entendía como microprogramas cuyos contenidos
–comerciales y periodísticos- debían estar tan cuidados, formalmente, como los
de cualquier otro espacio. Y en ello, siguiendo esta máxima, me empeñé durante
todo mi tiempo al frente de la emisora.
Así,
José Luis Arriaza seguro que recuerda mi renovada y diaria insistencia en que
preparara las automenciones de su programa local –“¡Hola Madrid!”- que yo programaba en las desconexiones de las horas
inmediatamente anteriores a su emisión, en tiempo del “Hoy por Hoy” de Iñaki
Gabilondo. Estoy absolutamente convencido de que de esta manera, tan
sencilla (pero que exigía su esfuerzo) lográbamos mantener si no a toda la
audiencia de Madrid, lo que resultaría imposible, sí al menos una parte
significativa (“¡Hola Madrid!” de
José Luis Arriaza se despidió con casi 100.000 oyentes, cifra que hoy día no
alcanzan muchas emisoras de la cadena).
Las
automenciones en directo permitían jugar con los contenidos, adelantarlos con
nombres y apellidos, convocar a concursos, publicitar los premios, en
definitiva crear la necesidad de seguir escuchando la radio, porque “nos va a seguir entreteniendo”. Y en
este sentido, contaba con la enorme profesionalidad, y complicidad, del maestro
Arriaza, del que todavía no he hablado en este blog, porque sigue haciéndose de
rogar.
La Cope sigue anclada en algunos parámetros del pasado de los que afortunadamente se está deslindando poco a poco |
Con
aquella etapa ya concluida, llegó a la dirección de la SER Antonio García Ferreras, un periodista de raza, vehemente, que
decidió apostar fuerte por las autopromociones, y se rodeó de gente muy hábil
para diseñarlas, como mis amigos Pablo
Fernández Ortíz de Zárate y Emilio
Escribano, que continúa en el Departamento
de Producción de la Cadena SER con este mismo cometido. Fue una época
dorada de las autopromociones en la SER, que seguían patrones marcados por el
propio García Ferreras, defensor convencido de este formato, que se fue
extendiendo por el resto de cadenas como la pólvora. Uno de los elementos
fundamentales en los que se basaban las autopromociones del hoy director de La
Sexta era la música, que tenía que cumplir dos premisas: ser conocida, popular,
y a ser posible pegadiza, para que se recordara más fácilmente su contenido asociado.
Buena estrategia, que yo también aproveché. Posteriormente, Daniel Anido,
aunque con menos impulso que su antecesor, continuó la misma política.
Hoy,
la SER sigue ofreciendo unas buenas autopromociones, gracias al mencionado
Emilio Escribano y a mi también amigo Juanma
Ortega, cuya creatividad con las de “Carrusel
Deportivo” no tiene límites. En RNE las autopromociones resultan demasiado
previsibles, muy lineales, poco valientes en su concepción y, en algunos casos,
desgraciados, hasta ridículas, como las que están emitiendo ahora,
presuntamente para atraer público, del programa “Tablero Deportivo”. Están copiando a la SER, pero las
dramatizaciones resultan grotescas. La Cope, aun mejorado sus autopromociones,
sigue sin dar el paso requerido para sorprender a sus oyentes, romper sus
propias ataduras formales, y lanzarse a propuestas más valientes, que siempre
logran conectar con el público. Onda Cero, tal vez porque últimamente tiene
mucha publicidad (siempre hay que encontrar espacio para las autopromociones,
porque son una inversión) no se prodiga tanto en este campo como su
competencia, y cuando lo hace tampoco acierta en el enfoque, en mi modesto
entender. Si hay cuñas que se recuerdan no entiendo por qué no puede ocurrir lo
mismo con las autopromociones. Hay que ser creativo, imaginativo, no cabe otro
camino que éste.
También
es cierto que las autopromociones deben luchar contra los elementos, entre
ellos los hábitos de los oyentes. Aunque quisieran muchos de ellos no podrían
continuar escuchando la radio a determinadas horas porque sus ocupaciones se lo
impiden. Pero no he oído todavía a nadie que introduzca un elemento innovador
en la radio, como serían las autopromociones a posteriori, en las que anunciara que tal o cual contenido (con un
fragmento del mismo como ilustración, lógicamente) está ya disponible en podcast en su web. Esto, que tantos
gurús y consultores defienden de las sinergias (que otros definen como ‘trabajar
gratis’) no se aprovecha con los contenidos digitales, cada vez más consumidos.
Los medios técnicos son importantes, mucho, sin duda, pero por encima de ellos está la creatividad |
Comercialmente,
el soporte de los podcast no está suficientemente explotado por parte de las
grandes cadenas de radio. En televisión, su hermana mayor (por volumen no por
historia) ya se introducen spots en medio de sus series online, por ejemplo. ¿Por
qué no puede hacerse lo mismo con algunos podcast? Las autopromociones a posteriori servirían para empujar el
consumo de podcast con una sencilla coletilla al final, a modo de cierre: “ya disponible en podcast en cadenacope.es”,
por ejemplo.
Le
queda mucho recorrido a las autopromociones, si se saben cuidar como elemento
imantado para atraer oyentes. Pero no todos están haciendo el mismo esfuerzo,
ni seguramente dedicando los mismos recursos, ni permitiendo saltarse
convencionalismos ni plantillas demasiado anquilosadas en el pasado, en lenguajes
ya superados. No sería mal argumento éste para una tesina o tesis doctoral, si
alguno anda buscando atinar en el tema: ¿cómo se comunican las grandes cadenas
de radio con sus oyentes a través de las autopromociones? Mucho trabajo por
hacer.
Don gorka iba a comentarle,desde mi punto de vista,el cambio que hubo en las promos de la SER desde que en 1994 se fusiona con Antena 3 Radio, no se si por que empezaron a ser locutadas por Primitivo Rojas o debido a la renovacion de la programacion que hace La direccion de Daniel Gavela.Lo dejare para otra ocasion.Lo que si quisiera pedirle es que me dijera donde podria conseguir las cuñas para los Juegos Olimpicos de Pekin 2008, que comparaban la narracion del locutor indocumentado de una emisora ficticia, con la que entonces ofrecia el equipo deportivo de la SER liderado por un grandisimo Manolo Lama. : "pasito,a pasito,pasito a pasito...."
ResponderEliminarCada dirección de la SER estableció su impronta en la realización de las autopromociones, cuestión más que procedente, puesto que estos recursos construyen la imagen de marca de una cadena de radio y definen su estilo. Pero la época en la que más brillaron, a mi modesto entender, sin robar méritos a nadie, fue la época de Antonio Gª Ferreras, en la que él se implicó personalmente en la producción y seguimiento de las autopromos. En cuanto a la cuestión que me plantea, lamentablemente no puedo darle ninguna seguridad de que exista un archivo sonoro que conserve las autopromos. En todo caso, si alguien lo sabe, es Ángeles Afuera (Radio Madrid). Gracias por compartir sus reflexiones. Un saludo.
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