"Estamos obsesionados por la actualidad"
https://www.gorkazumeta.com/2013/09/conversaciones-con-alsina-y-ii.html
GZ: Dices que “La Brújula” se ha consolidado en
audiencia, en torno al medio millón de oyentes, podrías tener 700.000 si
sumaras más horas, como hace la competencia, Carlos.
CA: Ya, ¿y? Como puedes
imaginar, el asunto de pegar la hora de las 19.00 bien a la tarde, bien a
"La
Brújula"
se ha planteado en la casa ya repetidamente. Hubo quien lo planteó al principio
de la temporada anterior, al saber que Carles Francino tendría cuatro horas y hubo
quien lo planteó al temer que la suma de una hora más a "La
Linterna"
le permitiera hacer lo que no había hecho hasta entonces, sobrepasarnos. Yo
siempre he preguntado antes qué contenido le daríamos a esa hora, porque
entiendo que eso es lo fundamental, ¿a qué dedicamos esa hora de radio?, no a
qué programa se la añadimos para reforzarlo (aparentemente) en el EGM.
GZ: Pero si la competencia
empieza a engordar los programas vespertinos y nocturnos con más horas,
vosotros podríais hacerlo igual, no es nada indecoroso. Es, como todo en esta
vida, una estrategia.
CA: Desde luego, pero a este
paso todas las cadenas acabaremos haciendo un único programa todo el día para
que sume audiencia, ¿no te parece? Yo soy partidario de los programas cortos y
bien trabajados. ¿La competencia suma horas? Digamos que el hecho de que los
demás hagan determinadas cosas no nos influye tanto como en épocas pasadas.
Hasta hoy, la postura de la dirección de la cadena es que no necesitamos hacer
cambios. Se han barajado argumentos diversos que van desde la facturación
publicitaria que, para las emisoras de la red, supone esa hora; hasta la
identidad regional-local que, poco a poco, estamos eliminando en la radio
española. Hay otros dos factores relevantes que tampoco aparecen en el EGM:
facturación e influencia.
GZ: Absolutamente de acuerdo
en lo de silenciar la radio local. Pero la SER no lo ha hecho, del todo al
menos. Francino ha asumido, mediante desconexiones, el informativo regional en
su última hora, donde estaba antes situado. Pero ahora quien suma oyentes en el
EGM es la cadena. De hecho, y lo
destaqué en el blog como un dato trascedente, si “La
Ventana”
de la SER no sumara esa última hora,
Julia Otero ya le habría superado en audiencia…
Alsina moderando una de sus tertulias en "La Brújula" |
CA: Y dado que eso lo
refleja el EGM, quien quiera verlo ya lo puede ver, ¿no?
GZ: Pero liderar supondría
un hito… desde los tiempos de “La Ventana” con Javier Sardá en que logró el liderazgo
de las tardes para la SER, y lo apuntaló Gemma Nierga, cuando se marchó a Tele 5.
Y de nuevo, la sombra de Julia Otero aparece amenazadora para la SER… Y el líder no solo se
lleva la mayor parte de la tarta de la audiencia, también la de publicidad…
Pero coincido contigo en que muchas veces le damos una importancia vital al
EGM, cuando no lo es tanto.
CA: Los análisis del EGM nos
ocupan mucho el día que sale y el día que las centrales planifican las
campañas; el resto del año, estamos a lo que estamos, a sacar adelante los
programas cada día. A mí el debate sobre olas, audiencias acumuladas y demás me
deja un poco frío, porque echo de menos otros debates más interesantes. Por
ejemplo: ¿los programas que tienen más trabajo detrás obtienen mejores resultados
de audiencia o al revés? ¿Los programas que están radiofónicamente mejor
realizados funcionan mejor o peor que los que consisten en abrir el
micrófono y que los colaboradores hablen? De esto leo poco y escucho aún menos.
Y esto es lo que a mí, como profesional que ha crecido en este medio y que se
dedica a él en exclusiva, más me interesa.
GZ: Seguro que muchos
lectores ahora, al leerte, se están sorprendiendo de la profundidad de tus
reflexiones. Debo decir que a mí no me sorprenden, porque tuve la suerte de
presenciar una entrevista que te hicieron mis alumnos del CES, y descubrí allí
a un profesional que no se contenta con hacer su programa de 8 a 12 de la
noche, sino que se plantea constantemente preguntas en torno al medio, a las
que no siempre encuentra respuestas, por cierto.
A Carlos Alsina le gusta transmitir a las nuevas generaciones su experiencia y reflexiones sobre el oficio |
CA: ¡Fíjate! Mi temor de
esta temporada era que saliera mal el experimento que, discretamente, hemos
hecho: introducir en el primer tramo de la tertulia "política"
historias que no son "políticas" y que no han aparecido en los
informativos españoles. El fichaje de Guillermo Fésser fue en esa dirección, como
el ir introduciendo otros asuntos bajo la fórmula de "contemos esta
historia porque nos apetece contarla y hagámoslo como se hace en la radio más
trabajada, con un buen texto, buenos audios y un decorado musical adecuado". Hemos salvado el
examen y eso me indica que hay camino por ahí para recorrer, porque el género
de tertulia concebido como "presento a los tertulianos y van diciendo lo que se
supone que dirán sobre los temas que llevamos escuchando en la radio todo el
día" creo
que está en decadencia.
GZ: Hace tiempo que las
tertulias, omnipresentes en todas las cadenas de radio, han dejado de
concentrar tanto interés como antaño, coincido contigo. Pero, si no, ¿qué haces?
¿Con qué llenas los grandes contenedores de la mañana, la tarde y la noche? En
definitiva, la radio es un gran saco que se traga cientos de contenidos al día,
y un reportaje sale más caro que un contertulio. Y el reportaje son cinco
minutos y un contertulio lo puedes estirar hasta una hora… ¡Oye! Pero no quiero acabar sin preguntarte
por el monólogo.
Carlos Alsina |
GZ:… que se notan. Inviertes
mucho tiempo, pero los oyentes saben apreciarlo y esperan a que el reloj marque
“la hora
del monólogo de Alsina”,
en el que no solo hay noticias, también hay vida… hay humor… hay ironía…
CA: ¡Claro! Es muy cierto
que en España la radio se revitaliza en los ochenta con la "invasión"
de periodistas en las redacciones, se convierte en el gran medio para seguir la
actualidad. Pero creo que el "peaje" que hemos pagado por ello es que
la "actualidad" ha invadido todos los tramos de programación,
desterrando (casi) todos los otros géneros y los otros perfiles profesionales
-no es que hayamos prescindido de los guionistas, es que hemos renunciado a las
frases trabajadas-. Quedan excepciones en los fines de semana o en horarios
residuales, pero de lunes a viernes creo que estamos "obsesionados"
con la "actualidad", y con un concepto de actualidad muy limitado que
consiste en que cada día hay... ¿tres temas? de los que hablamos en el programa
de la mañana, en el de la tarde, en el de la noche...
GZ: Sí, esta reflexión te la
oí en los “Días
de Radio” del
CES…
CA: ¿Te has fijado en que
ahora parece que todos los programas tienen que empezar con un
"editorial" del director/a sobre "el tema del día". Y, a
ser posible, un "sumario" de los contenidos que luego vendrán (esto
del "sumario" tampoco lo he entendido nunca muy bien, pero se puso de
moda y ahí se ha quedado). ¡Qué pereza! Todos usando el mismo esquema y hablando
de los mismos temas. En RNE Toni
Garrido, por
ejemplo, empezaba con monólogos que sí, guardaban relación con alguna noticia
del día, pero al menos le metía mano por algún sitio inesperado, o como percha
para hablar de otras cosas más intemporales y menos perecederas.
Su periodismo es tan punzante como elegante, condiciones perfectamente combinables |
GZ: El problema de las
tertulias es que ya no sorprenden, sabes perfectamente de qué va cada uno de
ellos, y la tendencia general que tendrá, en función del medio donde se emita.
Pero la omnipresencia de la política es proverbial, y no tiene visos de
cambiar, no de momento, con el paisaje que hay de crisis y corrupción de los
políticos…
CA: …es que parece que si no
hablas de política no eres "influyente". Pero, coincido, prever lo
que va a decir cada comentarista es sencillo, porque sus posiciones políticas,
lógico, no van a cambiar de un día para otro. Es más factible que un
contertulio te sorprenda si le sacas del carril habitual y le planteas algo que
se salga del ámbito en el que le tenemos muy conocido. Ansío que un contertulio
me sorprenda; algunos incluso lo consiguen.
CA: Ésa es otra… la
proliferación de tertulias de periodistas en la televisión con una tendencia al
griterío y la interrupción que "vende" como tertulia lo que es un gallinero. El presentador lanza el
tema y hala, a darse de bruces los "analistas". Para mí, la tertulia
de radio no tiene nada que ver con eso. Es una conversación entre personas con
puntos de vista diferentes sobre las cosas, pero que lo mismo hablan de Bárcenas
que de su barrio, su serie de televisión favorita o su convicción de que
existen los ovnis. Ésa es la gracia. Y, aunque hagamos "actualidad",
¡por Dios!, que el mundo es muy grande y temas interesantes que comentar los
hay en abundancia a poco que uno eche un vistazo a otros países. Que nos
repetimos durante el día más que el ajo...
GZ: Me parece que podríamos
seguir charlando durante mucho tiempo, Carlos, porque a ambos la radio nos
apasiona, pero tenemos que terminar. Ha sido un auténtico placer poner por
escrito reflexiones de la dimensión de las que hemos abordado en esta
conversación.