La radio genera complicidad entre quienes la amamos
https://www.gorkazumeta.com/2013/08/mi-yo-virtual-muy-agradecido.html
¡200.000!
Supongo
que este post es un paréntesis y que
aprovecho el período estival para incluirlo entre los casi 300 que ya incluye
este blog, la mayoría de ellos
dedicados a la radio y a la comunicación. Quiero hablar de mis seguidores, a
través de esta misma bitácora y a través de las redes sociales en las que
participo: Linkedin y Twitter. No puedo hacer otra cosa que
agradecer profunda y sinceramente el modo en que me han acogido, la extrema
amabilidad que me han dedicado y la enorme generosidad que han tenido con mi
trabajo. Celebro que los temas que abordo provoquen el interés del público y
que en algunos casos –esto es lo que más agradezco, y de lo que me siento
particularmente más orgulloso- no solo me lean (algo que cuantifica el
contador), sino que coparticipen conmigo en el debate que intento generar, a
través de sus propias opiniones o tuits.
La
radio genera complicidad entre quienes la amamos. Entre los oyentes con los
profesionales que la hacen –a quienes llegan a considerar “como de la familia”- y también entre los propios profesionales.
Entre nosotros, lo he comprobado, y lo certifico, no existen marcas ni empresas
divisorias, sociedades o empresas que hagan aflorar disputas inexistentes. Unos
tienen la suerte de estar ejerciendo. Otros, no. Pero todos participamos de una
actitud positiva, cordial y, como digo, cómplice, entre nosotros.
Este
blog es un buen testimonio de ello.
Entre sus contenidos he elegido publicar entrevistas con profesionales del
medio. Y todos han aceptado encantados mi modesta invitación. Ya
di cuenta de estas gestiones en un post anterior, al que vuelvo a remitir.
A todos cuantos trabajamos, o hemos trabajado, en la radio nos gusta hablar de
ella, y reflexionar en torno a ella. Por eso me siento orgulloso, y
discúlpeseme la autocita, en la que no me excederé más allá de lo necesario, de
haber creado, en torno a esta bitácora, el conducto que facilita el debate
público en torno a la radio, que hasta ahora no tenía hueco en el escenario
digital español. Y también de poder alimentarlo
con primeros nombres de la radio española que han querido acompañarme y
reflexionar conmigo. Mi intención es seguir este camino, hasta donde pueda
llegar.
Que no me esperen en
Facebook
Hago un aparte para explicar lo que ya he hecho en alguna
comparecencia pública, incluso seminario o curso dedicado a mi presencia en las
redes sociales. Considero que los canales que se adaptan mejor a mis objetivos
profesionales son Twitter y Linkedin y, a través de ellos, trato de
expresarme con honestidad. En este sentido, entiendo que Facebook es una red más personal que profesional y por esto no le
presto la misma atención que a las otras dos redes sociales mencionadas. Muchos
amigos me reclaman en Facebook y recibo, a menudo, invitaciones para hacerme
presente en ella con mi propio perfil. Pero no me atrae lo más mínimo. Tal vez
me equivoque. Probablemente, pero es mi elección.
La
radio vive una época de incertidumbres en torno a su supervivencia como nunca
la había tenido, ni siquiera tras la llegada de la televisión que algunos, por
fortuna ciegos, intentaron identificar con su apocalipsis. Por fortuna, la
radio supo reconducirse y encontrar un camino diferente al de la televisión;
aunque soy de los que opino que se dejó robar impunemente el “espectáculo” y
adoptó la “información” como hijo mimado, al que dedicó todos sus cuidados, en
exceso. Me refiero, cómo no, a la radio generalista, en la que creo firmemente.
El
interés que genera la radio, y por extensión el interés que provoca mi blog, es una prueba fehaciente de que el
medio, lejos de encontrarse moribundo, emana vida por sus cuatro costados. Esto
me reconcilia con el futuro del medio y me hace sentirme absolutamente seguro
de su continuidad, y reforzamiento. No podemos perder la radio. Mejor dicho: no
queremos perder la radio. Esto está claro.
Con
el profesor Faus, con mi profesor Ángel
Faus, que sin duda con sus inteligentes respuestas supuso una
de las entrevistas de este blog con
mayor seguimiento, coincido –siempre lo he pensado- que la radio es el
medio más mimético de todos cuantos existen y de que la radio del futuro será
lo que sea la sociedad del futuro. Se adaptará como un guante de seda. Al
milímetro. Esto también está claro.
Sin
embargo, las dudas en torno a la radio se ciernen en otros aspectos. Todos se
preguntan por el soporte que triunfará en el futuro. ¿Se escuchará más radio
por la banda analógica de Frecuencia Modulada, o por el contrario internet se
convertirá en su mayor red de difusión? Ya existen algunos datos que van
confirmando los pasos en uno y otro sentido. La radio difundida a través de la
red crece en seguidores. Hasta el propio EGM, tan denostado, ha cifrado el
número en 11 millones de oyentes. Ninguna tontería. Pero la FM no va a
desaparecer. Al menos, no todavía. Y tardará mucho. Tanto como el proceso de la
OM, al que muchos han matado ya, pero que se resiste a desaparecer.
La FM no va a desaparecer ante la llegada de la radio online. Sus fortalezas son muchas (Fotografía Pixabay) |
Los
románticos –entre los que participo,
en parte- advertirían, ante este panorama, que da igual el soporte; siempre y
cuando la radio persista. Es cierto. Pero no puede obviarse el aspecto
económico, más prosaico, que posee y que marca, inexorablemente, el devenir de
cualquier empresa. “De los sueños, no se
come” –que diría el capitán Alatriste, de Pérez Reverte. Y no le falta razón al viejo militar. El negocio de
la radio es otra cosa. Más crematístico. Y salvo el caso de las radios
públicas, en algunos casos –bastantes- muy sonrojantes en sus resultados
económicos, donde se la juegan las grandes cadenas de radio es con la
publicidad, su principal y única fuente de ingresos.
La
radio en internet es David frente a Goliat. Estamos asistiendo a un fenómeno
curioso, inaudito, en el que la red permite a cualquiera, teóricamente, incluso
con escasez o modestia de medios técnicos, convertirse en competencia directa
de las grandes cadenas que han hecho del negocio de la radio la razón de su
existencia. En una ocasión me dijo un directivo de mucho renombre de la radio
española: “si convocaran ahora mismo un
concurso de radio galena, tendríamos que concurrir, porque éste es nuestro
negocio”. Ciertamente. Pero ahora, internet está facilitando la creación de
microempresas radiofónicas que empiezan a cosechar miles de oyentes, o
simpatizantes, como la de mi amigo Julio López Fonseca, “Intimissima Radio”, que bordea los 100.000 seguidores.
Estoy
convencido de que todos cuantos manifiestan su generoso interés por este blog y lo que cuenta, y por los tuits en los que intento resumir con
titulares atractivos y coherentes sus contenidos, son partícipes de muchos de
los planteamientos que he recogido en estas líneas. Y que por eso me regalan su
amabilidad en forma de seguimiento y me trasladan su admiración por mi forma de
enfocar sus diferentes caminos, que no tiene más mérito que acumular años
encima y haber aprovechado, más o menos, mi privilegiada experiencia en la
radio.
Confío
en seguir contando con ese apoyo y me esforzaré por continuar ofreciendo
calidad en los contenidos de este modesto blog que acaba de superar las 200.000
visitas gracias a miles de personas y amigos. Nunca pensé que escribiría ni
estas cifras, ni estas líneas. Pero así ha sido. Gracias a todos.
Repaso a la radio estival
La próxima semana, y antes de comenzar el curso en
septiembre, realizaré un repaso de lo que ha dado de sí la radio en verano. La SER, RNE, la Cope y Onda Cero han jugado sus cartas. ¿Quién se ha
esforzado más? ¿Quién lo ha hecho peor? Adelanto que considero a la Cope una maleducada (explicaré por qué) y que
RNE me ha sorprendido por sus mañanas
estivales con Ángel Carmona. Pero
hay más…
Gracias a usted por permitirnos conocer con mayor profundidad este medio y por ofrecernos sus opiniones con total franqueza y sinceridad. Gracias también por su generosidad y amabilidad, contestando a nuestros comentarios.
ResponderEliminarPor una vez no estoy de acuerdo Albert. La generosidad y la amabilidad soy yo quien debe agradecerla. Ésta es la última razón de este post, y la única que lo justifica. Gracias otra vez por el seguimiento. Un saludo muy cordial.
ResponderEliminar