Entrevista a Ángel Faus, profesor honorario de radio (y II)

“Son pocos los que hacen Radio al hablar”

Homenaje de la Universidad de Navarra a Ángel Faus,
en 2007  primer Doctor en Ciencias de la Información
en España y profesor de 25 promociones

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-Estamos asistiendo a una proliferación, yo creo que excesiva, de radios online, la mayoría de ellas musicales y casi ninguna con prescripción en directo, sino empaquetadas como playlist, asociadas a lo que pudiéramos llamar un ‘hilo musical’ en internet, sin apenas aportación radiofónica en su esencia. ¿Cómo ve, profesor, este escenario?

-No me preocupa el número de emisoras en la red. Si conectan con el público y son viables económicamente seguirán; en caso contrario desaparecerán. Aunque existe la posibilidad técnica de que te escuchen en Nueva Zelanda,  la probabilidad de que te entiendan es remota si no hay algún español perdido por allí, que se sentirá muy confortado. Por eso la radio online se va a la música: es barata y su lenguaje es universal. No hay que esforzarse mucho. Quiero decir que la Radio es el resultado de un lenguaje, una historia y una cultura propias a partir de las cuales la comunicación se produce  y el mensaje es comprensible para el oyente;  ese es el juego. A Carlos Herrera apenas le comprenderían en Alemania, por ejemplo, no porque hable español o alemán sino porque su forma de hacer y decir Radio está anclada en la vida de España de cada día y eso o lo mamas o no lo entiendes…

-Por otra parte, soy de los firmemente convencidos de que la radio –que siempre ha tenido una mala salud de hierro- es el medio que mejor se está adaptando al nuevo escenario digital, y que en su caso internet no debe entenderse como un enemigo, sino, muy al contrario, como un aliado. ¿Está usted de acuerdo con esta afirmación?

Un libro imprescindible
sobre radio en España

-Ya lo hemos visto. Las nuevas  tecnologías  (¡no tan nuevas, por favor!) no son el problema sino parte esencial de la solución.  Desde mi punto de vista la Radio no está en mejor situación que la Prensa o la TV. Los medios tienen por delante un camino difícil junto al acantilado digital. Pero es estúpido caminar justo por el borde del precipicio cuando puedes hacerlo con más seguridad pegado a la pared. El gen que-investiguen-ellos-y-me-lo-cuenten-gratis  sigue vivo en el genoma del mundo de la Comunicación en España. ¿Qué investigación  sobre su vida, milagros y salud han patrocinado los Medios en España  desde 1976?  El hacer de cada día impide a los medios ver lo que ocurre delante de sus narices. Por eso no se enteran de que esta sociedad de hoy ya no es la que era –ni por ensoñación – y, sin embargo, seguimos haciendo la Radio que ideamos en 1973.  Hacemos Radio para una generación que ya no existe. ¡Pero si por no interesar no les interesa mejorar un EGM antediluviano porque han llegado a un statu quo conveniente para no perturbar la paz de los despachos! Se protesta, pero bajito para que no se diga.

-La realidad económica, en depresión, está imponiendo las concentraciones. Ha ocurrido en el escenario de la televisión y apenas –mantienen algunos expertos- ha comenzado en radio, con la absorción de ABC Punto Radio por parte de la cadena Cope. ¿Seguirán produciéndose movimientos en este sentido? José Manuel Lara, el presidente de AtresMedia insiste en que él sigue buscando un acuerdo a dos (Cope-Onda Cero).

-Me cuesta creer que alguien con la inteligencia del señor Lara busque acuerdos a dos, como dices. Pero si insiste acabará consiguiendo enterrar  dos cadenas ilustres y dejará el campo  limpio para los que queden. Las audiencias de Cope y Onda Cero son diametralmente opuestas no en las cifras sino en su esencia y composición. No me sirve ni el argumento de la suma de postes emisores para desbancar a la SER del número uno ni la disminución de costes con un único mensaje. Eso Franco lo hizo a coste 0: todos dábamos el mismo informativo. Las televisiones se pueden sumar porque el mensaje es el mismo para todas ellas: todas viven  de las mismas series, idénticos argumentos, en los mismos horarios, días y parrillas y si alguno se escapa, se copia y vale. La Radio no es así, aunque si uno se pone lo consigue. En los años 50 del siglo pasado cuando los muchachos de las Business schools desembarcaron en la radio USA el problema de la creatividad lo resolvieron… suprimiéndola. En su lugar pusieron discos: producto barato y ya fabricado. Hoy hay cientos de miles de emisoras radio-tocadiscos. Pero eso no es radio. No hay comunicación intelectual – y menos con la música de hoy – y esa comunicación intelectual es la base de la Comunicación.

-Con algunas excepciones honrosas, como las de Cataluña, Euskadi y Galicia, principalmente, las radios autonómicas no han logrado atraer el interés de su audiencia potencial. ¿Es un fallo de la radio de proximidad, que ya no interesa o, por el contrario, la razón hay que buscarla en la mala gestión de los contenidos de estas radios, que jugaban a creerse cadenas nacionales, lo que hacía inevitable la comparación con las originales?

-Las emisoras autonómicas son emisoras oficiales en el peor sentido del término. Están ahí para dar doctrina y loor a sus patrocinadores. Todas sin excepción son comunicacionalmente nulas – o los resultados electorales serían otros – y están a disposición del partido de turno. Vista la historia que han recorrido, su despilfarradora vida no tiene justificación. 

-¿Hacia dónde va la radio, en su opinión, profesor? ¿Cuál es el escenario que se está configurando alrededor de este medio?

-La Radio tiene que ser lo que sea la sociedad a la que sirve, a la que debe servir incondicionalmente. De manera que la Radio será lo que sea la sociedad de mañana. Y si no es eso no es nada.

Presentando su obra en casa, en la Fcom de Navarra,
con Teresa Laporte y José Javier Sánchez Aranda

-¿Su última reflexión en torno a la radio?

-Tenemos 4500 emisoras, más o menos. Sobran miles.  Sobran las radios de adoctrinamiento sean libres, piratas u oficiales y de presupuestos multimillonarios y pérdidas generosas. Sobra su privilegiado número de frecuencias y sus potencias de emisión privilegiadas para aplastar al honrado empresario que lucha a pecho descubierto con un poste de medio kilovatio. Sobran francotiradores y funcionarios de la radio y faltan profesionales. Por la radio habla mucha gente. Pero son pocos los que hacen Radio al hablar.