El escenario previo al último EGM de la Temporada 2012-2013 (y II)
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Continúa...
Continuamos
dibujando el escenario previo al último EGM de la Temporada 2012-2013. A la
muerte de ABC Punto Radio, provocada por
una gestión nefasta, contestada desde dentro del propio staff,
que terminó por confirmar la evidente incapacidad del Grupo Vocento de
mantener una cadena de radio (salvo los honrosos casos, puntuales, de algunas
de sus emisoras vascas), le sucedió una cadena Cope que ha firmado un contrato
millonario de alquiler, cuyas cifras reales se desconocen, y que, de no salirle
bien, podría suponerle un auténtico lastre. No quiero acordarme, pero resulta
inevitable, el
revés sufrido en 2011 por Telefónica (propietaria de Onda Cero) en su
acuerdo económico con las emisoras de Kiss FM de Blas Herrero.
Las líderes de las mañanas de la radio española: Gemma Nierga y Pepa Bueno, en la SER |
La Cope no encuentra su
camino
La
Cope no ha superado todavía sus problemas de
financiación, aunque haya logrado sacar a flote la isla de los deportes, de la mano del espléndido equipo de Paco González, Pepe Domingo Castaño (que este año ha acusado en su salud el ritmo
que llevaba, ¡que son 70 años!) y Manolo
Lama. Pero el resto de su programación sigue anclada, pese al toque de
modernidad de sus recursos de continuidad, en una radio que supera en poco formalmente
el producto de RNE. Ernesto Saénz de Buruaga es un muy buen
periodista. Conoce la profesión y sabe de lo que habla. Pero la radio no le
quiere. O, al menos, no en un tramo en que se exige un ritmo, casi frenético
(sin que resulte evidente, desde luego) que es lo que establece la primera
información del día. Pero es que tampoco en el segundo tramo, Buruaga remontó
resultados.
Por eso, conscientes de esta limitación, la Cope aplicó árnica a su parrilla matinal
trayéndose de la 100 a su estrella Javi
Nieves. El movimiento de fichas no le resultó mal a la Cope, que mejoró sus cifras; pero sí a la cadena
musical de la que partió, que sufrió un descenso de apoyos, luego recuperados
en parte. Ya veremos qué ocurre mañana. Pero Buruaga y Nieves son como la noche
y el día. No voy a afirmar que resultan irreconciliables, no me gusta la
exageración; pero sí al menos difícilmente combinables. Prefiero mil veces al
Javi Nieves de Cadena 100, con el que me divierto, que al de la Cope. No porque lo haga mal en la cadena
generalista de los obispos, sino porque su nivel de credibilidad –que se apoya
en el tono y el ritmo de su voz- encuentra en los temas de “La Mañana” una barrera muy complicada de
sortear. Oír en su voz el nombre de Mariano
Rajoy me choca, porque mi cerebro lo asocia irremediablemente a otros
contenidos y tonos, más desenfadados que, desde luego, no le invalidan para
asumirlos, pero complica la eficacia del mensaje, que es de lo que se trata.
Manteniendo las distancias, es como si a Javier
Sardá, después de su éxito en “Crónicas
Marcianas“ en Tele 5, le hubieran fichado para hacer la mañana en la SER (e hizo la de RNE, no lo olvidemos).
"Una extraña pareja", Buruaga y Nieves, encabezan las mañanas de la cadena Cope |
Ramón García, no parece él |
En
cuanto al fin de semana, y aquí el último EGM avala con cifras mi impresión,
continúo sin entender cómo Cristina López
Schlichting puede seguir al frente
de las mañanas de sábados y domingos de Cope, con ese programa, que hace agua
por todos lados. Rafa Sánchez sigue
en mi memoria, imbatible, con algunos contenidos que justificaban por sí solos
la escucha de su programa.
Nueva cadena de emisoras para competir con “Los 40”
En la nueva reordenación de emisoras que ha tenido que hacer
la Cope tras el alquiler de los postes de Vocento, los obispos se han dado
cuenta de que existe
hueco para un cuarto producto, además de la cadena generalista, Cadena 100
y la exitosa Rock FM. Por eso preparan una nueva cadena, que tendrá además un eco
muy marcado en el escenario online, como no podría ser de otra manera en estos tiempos.
Aunque todavía no se conocen muchos detalles, el público al que podrían aspirar
sería el juvenil, compitiendo con Los 40 Principales de Prisa Radio.
La estrategia de Onda Cero:
no mover ficha
El
caso de Onda Cero –y su estrategia- está claro. La cadena de emisoras de,
ahora, AtresMedia, no quiere mover ficha, basándose en ese sabio proverbio de “virgencita, que me dejen como estoy”. Su
cómoda segunda posición en la clasificación general del EGM le confiere una
cierta tranquilidad que aspira a mantener, sin mover nada de su parrilla,
exceptuando tal vez el lavado de cara
en los nombres de la segunda fila, principalmente colaboradores, de algunos de
sus programas. Ya lo dijo Eugenio D’Ors,
“los experimentos, con gaseosa”. Por
eso, los nombres que estructuran su programación –Carlos Herrera, Julia Otero, Carlos
Alsina e Isabel Gemio- tienen
garantizada en principio su continuidad al frente de sus respectivos programas.
Todos han firmado su continuidad en la casa, Julia Otero lo ha hecho por tres
temporadas más, una apuesta segura. Herrera sigue siendo, en mi opinión, el
auténtico rey de las mañanas, y el último de los Dinosaurios, que suman su nombre en el palmarés de los Grandes, a
los de Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo. Pero esta privilegiada
posición no es un cheque en blanco y nunca está de más plantear una renovación
de algunas de las fórmulas de su programa que empiezan a sufrir un evidente
desgaste. Entre las novedades que hay que resaltar de esta temporada, está la
incorporación de una sección, los lunes, dedicada a los grandes nombres del
doblaje de cine, que se adaptan, como un guante, al medio radiofónico. Induce a
la sonrisa la evidencia de que, cuando oímos un fragmento de película en la
radio, nunca oímos a los actores originales (salvo que sean españoles), sino a
los actores que los han doblado. Y me parece muy justo, y oportuno, el
homenaje.
Julia Otero y Carlos Alsina me gustan. Por diferentes razones. Ya habrá tiempo para resaltar los valores de cada uno. Pero no entiendo, y lo confieso, el crecimiento de audiencia, certificado por el EGM, de Isabel Gemio, con un programa en el que el sello personal de su conductora lo tamiza todo y hace que la atmósfera general del espacio resulte algo cargante, incluso los contenidos marcados por el concepto solidario, por los que siento especial sensibilidad.
La 'columna vertebral' de Onda Cero: Herrera, Otero y Alsina, tan diferentes |
Julia Otero y Carlos Alsina me gustan. Por diferentes razones. Ya habrá tiempo para resaltar los valores de cada uno. Pero no entiendo, y lo confieso, el crecimiento de audiencia, certificado por el EGM, de Isabel Gemio, con un programa en el que el sello personal de su conductora lo tamiza todo y hace que la atmósfera general del espacio resulte algo cargante, incluso los contenidos marcados por el concepto solidario, por los que siento especial sensibilidad.
El líder sigue sin competencia
Dejo
para el final lo que ocurre, desde mi modesto punto de vista, en la cadena
líder, la SER. Su
apuesta, esta temporada, era muy arriesgada. Intercambiar sus fichas como lo
hacía al comienzo de la Temporada, Carles por Gemma (igual que en RNE, se están
poniendo de moda los intercambios) implicaba asumir el peligro de equivocar la
estrategia. Y el resultado ha sido, cuando menos, desigual.
Francino se ha crecido en las tardes y ha renovado una “Ventana” que era difícilmente superable. Gemma Nierga la había
dejado en un nivel muy alto y el catalán ha rizado el rizo. Hay que reconocerle
el mérito, a pesar de que el programa ha sumado una hora más en el EGM, que
siempre ayuda.
La
recolocación de Gemma no ha sido tan lucida como la de su paisano Francino. A
ella le han reservado, solo, el tramo del magazine del “Hoy por Hoy”, reconociéndole implícitamente que era incapaz de
asumir con éxito el primer tramo, el informativo, cuya responsabilidad le han dado
a la periodista Pepa Bueno,
procedente de TVE, que seguramente hubiera resultado defenestrada, o
arrinconada, por el actual equipo directivo de RTVE y que encontró, afortunada,
una buena salida en la cadena de Prisa. A Pepa le ocurre algo parecido que a
Buruaga en su relación con la radio. El medio no la aprecia mucho. Puede
parecer una simpleza afirmar que en ocasiones es la radio la que elige a sus
hijos predilectos, pero la afirmación, lejos de la gratuidad, está basada en
hechos que tienen que ver con el dominio y el conocimiento del medio y del
oficio. Aunque ha mejorado desde septiembre, su tono, fundamentalmente frío, la
distancia del oyente e impide que éste empatice con ella y su forma de contar
lo que ocurre a nuestro alrededor. Personalmente, de cambiar, yo hubiera dejado
en manos de Gemma también el tramo informativo, porque su estilo, tan cálido,
estoy convencido, nos hubiera sorprendido y quién sabe si cautivado. Por
desgracia Pepa Bueno, en contraposición a los resultados de audiencia (e
intentaré profundizar en las razones en otro momento) no cautiva ni convence,
solo informa, situándose tras una coraza de momento impenetrable para el
oyente. Desde el punto de vista de la gestión empresarial, todos los manuales
expresan su negativa a apoyar la bicefalia en el organigrama, por los problemas
de desgobierno que genera. En este caso, además, concurre otro elemento negativo
que podría enconar aún más la gestión del programa, y que tiene que ver con el
gobierno de las vanidades, que en empresas de comunicación están más a flor de piel
(sobre todo en televisión, medio de procedencia de Pepa).
¿Y
qué voy a decir de “A Vivir que son dos
días” que no haya dicho ya? Me parece el gran descubrimiento, la gran
aportación, de la Temporada, sin duda. Javier
del Pino nos ha demostrado, a todos cuantos amamos la radio, que los
formatos se pueden renovar, que incluso los programas se pueden actualizar,
hasta hacerlos irreconocibles. La dirección de la SER ha sabido apostar por un
programa que, al principio, rompió muchos esquemas, algunos de larga tradición
interna en la propia casa. Y la apuesta les engrandece, porque los cambios, que
siempre implican un riesgo, requieren de un apoyo sólido y permanente.
Francino se ha hecho fuerte en las tardes de la SER |
Javier del Pino y su programa "A Vivir que son dos días" ha sido la gran aportación de la temporada |
Veremos
qué ocurre mañana, si el EGM confirma tendencias en torno a algunos de los
escenarios recogidos en estos últimos post o, por el contrario, abre nuevos
horizontes. Veremos si la apuesta Nieves en la Cope se consolida y la audiencia
sigue creciendo (mientras que no decrezca en la 100…); veremos si el fin de
semana de la cadena de los Obispos sigue perdiendo parroquianos; veremos si
Carlos Herrera se mantiene en un cómodo segundo lugar o pierde posiciones;
veremos si la mañana de la SER pierde apoyos, como es previsible al final de temporada, o al
contrario se crece; veremos, por fin, si RNE prosigue su inexorable pérdida de
apoyos.
No
ha sido, en general, una buena temporada de radio. El medio, analógico en este
caso, continúa disfrutando de una “mala
salud de hierro”, con una FM concurrida, pero amenazada por un escenario
online que va, poco a poco, creciendo en consumo. Con todo, la que gana es la
radio y, por extensión, sus oyentes. Mañana despejaremos muchas incógnitas.
Pero, recuerden, el EGM, es solo números. Usted es el que decide.
Básicamente de acuerdo. Aunque, curiosamente, a mí Francino en la tarde no me gusta. Y Gemma, efectivamente, está desaprovechada.
ResponderEliminarAñadir que la publicidad se hace insoportable en la radio y en la Ser está siendo absolutamente machacadora. Es por eso por lo que cada vez oigo menos radio. Una pena.
La emisión de publicidad en la radio comercial es una cuestión de supervivencia, y más ahora. Los costes estructurales que deben soportar cadenas como la SER, Onda Cero o Cope son enormes y requieren de financiación suficiente. Los problemas del sector vienen de una reducción de ingresos publicitarios que ha obligado a adelgazar sus gastos y, sobre todo, sus recursos humanos. Pero, de cara al oyente, es una pescadilla que se muerde la cola. Los radiodifusores son conscientes de que una abultada agenda comercial en sus emisiones reduce su audiencia, como es su caso. Una de las razones que llevan a escuchar RNE es, precisamente, la ausencia de publicidad. Entiendo su queja como oyente, pero le invito a ser algo más sensible y solidario cuando escuche la publicidad en la radio (la bien hecha, éste es otro tema)y con cada cuña piense que hay muchas familias detrás viviendo honestamente de ella. Gracias por plasmar sus reflexiones en torno a este post. Un saludo.
ResponderEliminarQue injustas tus palabras sobre Ramon Garcia. Es un grande, y con el tiempo los resultados le darán la razón.
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias por molestarse en escribir en el blog. En segundo lugar, discrepo, desde el más absoluto respeto, de su impresión. Si la ha entendido así, seguro que ha sido por mi ineficacia al expresarme. Ramón García goza de todas mis simpatías, y me parece un excelente profesional. Solo mantengo que, como oyente, el Ramontxu de Punto Radio era bastante diferente -y mejor, en mi opinión- al de Cope, y me quedo con aquél. Sin embargo, y atendiendo a sus palabras, he de decirle que el último EGM, que comento en el siguiente post,le ha resultado muy positivo. Tanto que ha sido el único, de lunes a viernes, que ha crecido de manera neta en la cadena de los obispos. Sus comienzos en la radio avalan su dominio del oficio, lo que no quiere decir que acierte siempre en los contenidos y el enfoque. Un saludo.
ResponderEliminarLo de la SER y la publicidad ya es estomagante.
ResponderEliminarProgramas en Marbella o en la Cochinchina que tienen el nada sutil tufillo a "pagado por el ayuntamiento o la empresa de marras"...
Especiales sobre el güisqui escocés que, ¡oh, sorpresa!, descubrimos que son de "Johnny Walker"...
La omnipresencia de la publi en cualquier momento de los programas de mañana y tarde...
Las cosas se están haciendo muuuuuuy mal en la SER desde hace años. Parece que quisieran autodestruirse ellos solitos. Se lamina a grandes profesionales, se llena de becarios, se hacen movimientos de programación sin ton ni son y, para colmo, la desgracia de la publi.