Génesis del liderazgo de la SER (III)
https://www.gorkazumeta.com/2013/04/genesis-del-liderazgo-de-la-ser-iii.html
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Regina Otaola, del Partido Popular, que alcanzó una
gran proyección pública a raíz de asumir la alcaldía del pueblo de la Guipúzcoa
profunda, Lizarza, a 30 kilómetros de
San Sebastián, un auténtico bastión de Herri Batasuna, que no pudo concurrir a
los comicios, por impedírselo la “Ley de Partidos” de Aznar, ha destapado en su
libro “El Precio de la libertad” (“La
Esfera de los libros, Madrid, 2012),
la autoría de esa filtración, señalando, directamente, a José Luis Rodríguez Zapatero, como la persona que llamó a la SER, para filtrarles la información que luego se demostró no solo equivocada, sino interesada. Dice Otaola, en tono interrogatorio: “¿O no fue el propio candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero
el que llamó a la cadena de radio SER para hablar de “terroristas suicidas?”.
Portada de 'El País' del 12-M, con la noticia del atentado de Atocha, que iba a cambiar el destino de España |
Los atentados del 11-M de
2004
Desde
un primer momento, la autoría –desde el Ministerio del Interior, dirigido por Ángel Acebes- se atribuyó a ETA. Arnaldo Otegui, entonces al frente de
HB, negó que hubiera sido la organización terrorista vasca. No le dieron
ninguna credibilidad. Los terroristas de Al Qaeda no eligieron la fecha al
azar. Sabían que se iba a producir un cambio de Gobierno, y que ellos lo iban a
provocar. El Partido Popular sabía que si la autoría recaía en ETA podrían
revalidar el poder, sin dificultades. Pero si, como apuntaban todas las pruebas
de la investigación, era el terrorismo de Al Qaeda el que había provocado
aquella matanza de casi 200 muertos, podían despedirse de La Moncloa, porque la
opinión pública iba a asociar el atentado con nuestra participación en la
guerra de Irak. Inevitablemente. La acción terrorista sería considerada por los
españoles como la respuesta a nuestra violencia
de estado practicada en Irak (sin el manto de la ONU).
Iñaki Gabilondo desveló en
‘Hoy por Hoy’, con tristeza, la
disyuntiva en que se encontraba sumido el país, a la espera de las certezas
necesarias para decidir el voto, en una u otra dirección. Cuando todas las
pruebas de la vertiginosa investigación policial apuntaban a células
islamistas, Aznar y los suyos seguían atribuyendo insistentemente la autoría a ETA. Pero la SER estuvo a la altura, pese al desafortunado episodio de los ‘terroristas suicidas’, sin duda una
intoxicación interesada, que infectó a Iñaki Gabilondo, y en la que se ampararon
las voces más críticas contra la labor periodística desarrollada por la SER en
aquellas horas de tensión inacabables. De nada sirvió que la emisora de Prisa
colgara toda su emisión en su web para certificar que había cumplido con su
obligación de informar sobre lo ocurrido con honestidad. Las voces discordantes,
insistentes, seguían recurriendo a ese episodio, confundiendo interesadamente la
parte con el todo, el borrón con el dibujo.
Los “terroristas suicidas”
Regina Otaola |
La convivencia de Prisa con
Zapatero
El
14-M ganaba las elecciones un bisoño José
Luis Rodríguez Zapatero, del PSOE, un diputado desconocido sin experiencia
ninguna de Gobierno. En Prisa recibieron el cambio como una buena noticia, creyendo
que ZP iba a continuar el idilio de González con ellos, sin presumir que en sus
dos legislaturas, aquel político, al que muchos calificaron de ‘Bambi’ pero luego se reveló como un
auténtico ‘zorro’, no iba a entrar en
ese juego ni por supuesto a soportar la tutela del grupo de Jesús de Polanco durante su
mandato. Quería volar libre y lo consiguió. Pero en el camino, al igual que su
predecesor Aznar, Zapatero auspició la constitución de un nuevo grupo mediático,
en torno a Mediapro, La Sexta, Público… que disputó a Prisa su tradicional
posición privilegiada en torno a los Gobiernos del PSOE. Mucho le dolió a
algunos directivos de la SER que Antonio
García Ferreras, un hombre de la casa, fuera precisamente el encargado de
darle forma a La Sexta, conocedor como era de las tácticas y estrategias que se
gastaban en Gran Vía 32.
Zapatero en la SER, con Francino. ZP nunca aceptó la tutela de Prisa sobre su gobierno |
La
SER vivió las dos legislaturas de Zapatero (2004 y 2008) como una relación de
amor/odio con el presidente socialista. Juan Luis Cebrián seguía manteniendo una buena
relación con Felipe González, pero ZP iba por libre. Y eso no gustaba en Prisa.
Ni en el partido. De hecho, el propio José Luis Rodríguez Zapatero se quejó
públicamente, durante una de sus entrevistas en la SER, con Carles Francino, de que no
era bien tratado por la casa, lo que resultó inaudito, tratándose de un
presidente socialista, ¡en la SER! Aquellas declaraciones sentaron muy mal entre
los directivos de Prisa Radio.
Pero
la SER continuaba siendo líder. Su enorme poderío en número de postes y
emisoras, su potente redacción de informativos –la más numerosa de la radio
española- su trayectoria a lo largo de su extensa historia, su poso de
credibilidad, y el apoyo de la solidez mediática del grupo empresarial al que
pertenecía –Prisa- hacían de ella un hueso difícil de roer. Pero la tensa situación vivida en algunos momentos derivó en pérdida de influencia de la cadena de Prisa en el ámbito mediático español. Como contrapunto, había un miembro del gobierno con una magnífica relación -que se mantiene-, y hasta influencia, en la SER: Alfredo Pérez Rubalcaba. El hoy secretario general del PSOE era el que tendía puentes constantes no solo entre el gobierno y la SER, sino también entre el gobierno y la vieja guardia del partido.
Tras la salida de
ZP del Gobierno, por sus propios errores, también de comunicación, en torno a las
verdaderas dimensiones de la crisis económica en España, que ocultó, altos
ejecutivos de Prisa intentaron tender puentes de reconciliación con el Partido
Popular y con Mariano Rajoy, que
también deseaba desmarcarse de Aznar, como antes hizo Zapatero con respecto a
González. No parece, sin embargo, ahora mismo, que la SER mantenga un idilio informativo con el PP. Los recientes casos de corrupción -sobre todo el del extesorero del PP, Luis Bárcenas- entre los que la propia Casa Real se ha visto envuelta indirectamente, a través de Iñaki Urdangarín, marido de la Infanta Cristina, están enconando una relación difícil entre Prisa, el gobierno y el Partido Popular.
No está tampoco Prisa en la mejor de las condiciones financieras para mantener su independencia absoluta con respecto al poder. Su enorme deuda, su dependencia, por tanto, de los bancos que la postergan con nuevos plazos, lo que ha derivado en su entrada en el accionariado del Grupo, junto a Telefónica, lastran sin duda su margen de movimientos y hasta puede que relativice la virulencia de su labor informativa, en comparación con la desarrollada en tiempos de Aznar, sobre todo en su segunda legislatura.
Rajoy sí acepta las invitaciones de la SER |
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No te olvides de José Blanco, en realidad era él el enlace entre Zapatero y Prisa.
ResponderEliminarCierto, y gracias; pero me refería al gobierno, y al que le tocaba 'maquillar' los desencuentros ZP-SER era a Rubalcaba. José Blanco se manejaba en otros niveles, más ideológicos.
ResponderEliminarEstimado Gorka. Le doy la enhorabuena por el análisis pormenorizado que ha hecho sobre la SER durante estos años, ofreciéndonos un enfoque el cual no había podido leer hasta ahora.
ResponderEliminarEstos mismos idilios, creo que también se han llegado a trasladar a otras emisoras asociadas, como es el caso de Radio Castellón:
Por suerte, Radio Castellón tubo la generosidad de donar su archivo sonoro a la Universitat Jaume I, en adelante UJI, quien nos ha permitido escudriñar un poquito en esta fonoteca, en la que podemos encontrar documentos interesantísimos, como un evento a fines del 97 o principios del 98: Carlos Fabra inauguraba los estudios remodelados de esta pero, quién sabe por qué, a los pocos años, fue la SER, quien destapó la presunta trama de corrupción que ya conocemos, que derivó en un acoso permanente hacia esta, por parte del PP a nivel de dicha zona.
lo dicho: reitero mis felicitaciones por el análisis que nos ha brindado.
No habla usted del "nforme Gran Vía 32" de los atentados del once de marzo de 2004. ¿Lo conoce?
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