Entrevista a Juanjo de la Iglesia (I)
https://www.gorkazumeta.com/2013/04/entrevista-juanjo-de-la-iglesia-i.html
“La radio es el medio en el que más a gusto me he sentido siempre”
Solo le conocía por referencias de amigos comunes y, desde luego, por la televisión. Pero la imagen que uno se crea de una persona, establecida a partir de su proyección en televisión responde casi siempre a un prejuicio, en la mayoría de los casos equivocado y muy superficial. Nos presentó Gonzalo Estefanía, y nos sentó a ambos en un locutorio de Punto Radio. Por delante había un proyecto de un programa estival, allá por el 2011, que iba a llamarse “De Costa a Costa Verano”. Iba a dirigirlo y presentarlo Juanjo y para él buscaba un segundo con oficio. Y ahí llegué yo. Desde el principio hubo feeling, porque no es nada difícil conectar con este periodista larguirucho, imaginativo y de gran cultura. La complicidad entre ambos se mantuvo durante todo el verano, resquebrajada únicamente en algunos momentos por discrepancias en la elección de la música, porque yo soy bastante ecléctico en mis gustos, mientras que Juanjo es mucho más exigente y restrictivo en la calidad de los temas. Pero la cordialidad, y el respeto profesional, nunca nos abandonaron. Es un placer contar con Juanjo en este blog, porque he descubierto otro ‘loco de la radio’ en él, y somos unos cuantos.
Juanjo de la Iglesia, radiofonista, es un tipo entrañable y muy cercano |
-Tu
carrera profesional Juanjo empezó en la radio. ¿Ya eras un tipo decidido a
hacer radio, desde el principio?
-Es verdad que la radio ha
sido el medio en el que más a gusto me he sentido siempre. He trabajado en
prensa diaria, he vendido colaboraciones a revistas, he escrito guiones y
presentado programas para televisión… Y puedo
decir que casi siempre he disfrutado con mi trabajo… Pero la radio tiene algo
que, cada vez que he vuelto a ella, ha hecho que me sintiera como en casa.
-Un
rol en que has desarrollado tu carrera profesional, y que quiero reivindicar
contigo, es el del guionista, el que escribe para que otros lean, y se luzcan.
Un rol que ya ha desaparecido en la radio, casi. ¿La radio de entonces era una
radio más elaborada?
-Quizá, pero dependía mucho
de la emisora. La época dorada de los dramáticos y de los grandes programas de
radio cara al público había pasado ya en los ochenta. La famosa “Saga de los Porretas”, por ejemplo, dejó
de emitirse en 1988… Por cierto, ahora que hablo de ello, y disculpa de nuevo
la dispersión, ¡qué extraordinario guionista y que gran humorista fue su autor,
Eduardo Vázquez!...
Y qué poco se le recuerda. Me temo que muy pocas personas de menos de
cincuenta años sepan quién fue… Y fue un auténtico genio...
-...¡Sin duda! ¡Y también fue el artífice, en la sombra, de "Matilde, Perico y Periquín"...
De la Iglesia, periodismo transgresor |
-...Yendo al grano, yo
ahora recuerdo, y que me perdonen los
omitidos, ciertos programas de Radio 3 como ‘Tris Tras Tres’, o ‘Caravana
de Hormigas’… O ‘Mira la Radio’,
en la onda media de Radiocadena Española, donde por cierto, si yo no recuerdo
mal, se estrenó ‘Manolito Gafotas’ de
Elvira Lindo, interpretado por la
propia Elvira, así como otros seriales magníficos de Emilio Heras y Rafael
Simancas… En la SER se emitía un serial
divertidísimo, me parece que a finales de los ochenta, escrito y dirigido por Moncho
Alpuente, titulado ‘El Dorado está aquí al lado’, adelantándose con bastante pitorreo a
los fastos del 92… Pero la tendencia que se iba imponiendo era la de la
“radiofórmula”. En cuanto a la radio convencional (la antigua onda media), pienso
que fue el momento en el que empezó a producirse la sobrecarga publicitaria que
hemos conocido desde entonces, así como la utilización de formatos menos
complejos desde el punto de vista del contenido, como las famosas –y
sobreutilizadas desde mi punto de vista- tertulias, o las constantes y no menos
sobreutilizadas llamadas de los oyentes. Algunas estrellas de la radio ganaron
mucho dinero con ese sistema… Pero yo creo que fue a costa de olvidar el uso de
muchos recursos radiofónicos que han acabado cayendo en desuso, para mal del
medio.
Los comienzos de Juanjo de
la Iglesia:
Los canapés de salmón y vino
blanco
Juanjo de la Iglesia |
"Después de hacer prácticas un verano en Radio Pontevedra, en
diciembre del 81, hice mis primeros pinitos profesionales en Radio Juventud,
una de aquellas emisoras que habían pertenecido al Movimiento, y que entonces
se estaban fusionando en Radio Cadena Española. José Luis García del Pozo y yo hacíamos un programa despertador de
siete a nueve de la mañana, en la emisora de Diego de León… Un chalet rodeado
de árboles, en un jardín ¡en medio del barrio de Salamanca! José Luis y yo hacíamos
todo: producción, guion, locución…, incluso a veces el control de sonido. Más
de un día tuvimos que abrir nosotros la emisora (Radio Juventud no emitía a
partir de cierta hora de la madrugada), saltando por una ventana que se dejaba
abierta al efecto, por si el técnico se dormía… Era todo bastante naif,
pero muy divertido.
Yo no me tengo por una persona nostálgica, pero
reconozco que guardo un excelente recuerdo de aquella experiencia, de la que
aprendí todo lo que pude y de la que disfruté mucho. Eso sí, ganar dinero, lo
que se dice ganar dinero, no ganamos mucho, por no decir casi nada. Nuestra
situación laboral era un poco difusa, dicho finamente: éramos una especie de
becarios sin sueldo en un programa de producción externa. Que yo recuerde, sólo
cobramos una vez, una especie de gratificación que nos dio el productor del
programa. Como en el estudio aquel no había cascos, nos gastamos casi todos los
cuartos, que no eran muchos, en unas radios walkman con cascos, que
utilizábamos para oírnos mientras hacíamos el programa, sintonizando la emisora
en el locutorio. Lo poco que nos sobró lo invertimos en canapés de salmón y
vino blanco… Nunca me ha sabido tan rico un aperitivo".
-Pronto,
en el 92, das el salto a la televisión, presentando en Telemadrid “A Saber”. ¿Cómo fue tu primer
encontronazo con la tele?
El Juanjo de la Iglesia más desconocido es, entre otros, el ilusionista |
La verdad es que no fue tan
encontronazo. De hecho yo ya había colaborado en algunos programas de
televisión, como locutor o interpretando algún personaje, pero éste fue mi
primer trabajo como presentador. Se trataba de un programa bastante atípico: un
programa de televisión educativa, creado para ayudar a la gente que estudiaba
bachillerato a distancia. Cada día había una clase de una asignatura determinada,
impartida por su profesor. Los viernes se hacía una especie de resumen semanal que
tenía mucho de programa de divulgación cultural y científica, y que
presentábamos Lourdes
Zuriaga y yo. Para mí fue una
experiencia muy buena, en la que aprendí mucho y que, sobre todo, me dio
ocasión de reflexionar sobre el papel de la televisión como herramienta
formativa, más que embrutecedora, algo a lo que desgraciadamente se tiende
desde hace demasiado tiempo. La única espinita que tengo clavada es que
Telemadrid decidió repetir el programa ad
nauseam durante años, en lugar de
producir programas nuevos. Eso de la “televisión educativa” le sonaba –y le
sigue sonando- a chino a más de un directivo.
-Hasta
entonces eran poco los que conocían a Juanjo de la Iglesia, hasta que llega ‘Caiga quien Caiga’, junto al Wyoming, en 1996. ¿Este programa te
cambió la vida, Juanjo?
-En cierto modo sí. Pero no
tanto por convertirme en un personaje conocido. Lo importante para mí fue que
ese programa era la demostración de que se podía hacer televisión rentable, en
una cadena generalista, sin necesidad de tomar al público por imbécil.
Continúa...