La sombra de Iñaki es alargada… (y II)
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El ‘convento’ de los sustitutos
El nuevo horario del ‘Hoy por Hoy’ también obligó a buscar un perfil para los sustitutos cercano al del propio Iñaki Gabilondo, periodista de formación, que supiera asumir ese tramo con eficacia, con cintura suficiente también como para afrontar un tiempo de magazine. Y ahí llegó, de Galicia, Chema García Lastra, que abandonó su puesto como Director de los Servicios Informativos de la SER en aquella comunidad (con sede en Santiago de Compostela), para embarcarse en el sueño madrileño. Chema es otro de los hombres que demostró que Iñaki era perfectamente sustituible, y no era un semidiós, por mucho que algunos lo calificaran como tal. Chema era un profesional que provenía de la información, y que evolucionó hacia el magazine, por la misma senda que recorrió antes Iñaki. El camino inverso, justamente, de Luis del Olmo y de Carlos Herrera. Chema realizó un magnífico trabajo al frente del ‘Hoy por Hoy’, cuando el donostiarra se ausentaba. Su fuerte, estaba claro, era el tramo informativo, pero su empeño demostró que, quien es verdaderamente un profesional del medio, sabe acercarse más al oyente, desnudándose en la antena. Hoy, Chema, que luego asumió, con eficacia, la responsabilidad de poner en línea de salida a la SER en el nuevo escenario digital que se avecinaba, es uno de los mayores expertos en radio digital.
Miguel Ángel Oliver
Pero el nombre que más recordamos, por cercanía en el tiempo, es el de Miguel Ángel Oliver, hoy en Cuatro. Miguel Ángel presentaba también el tramo informativo de la mañana, y por supuesto, el magazine a partir de las 10:00 horas, durante esos dos meses (además de sustituciones puntuales durante el resto de la temporada). Miguel Ángel es un profesional de primera fila, que cumplió su labor con nota muy alta. Su cercanía, su calidez –a veces incluso más pronunciada que la del propio Iñaki- le hacían una voz cercana, y por supuesto creíble. Era –es- un periodista de radio de la cantera, nacido en el Gabinete de Estudios de Radio Madrid, cuyo primer destino –lo comentaba en otro post no hace mucho- fue Radio Bilbao. Desde aquel primer destino, me consta, Miguel Ángel ha ido dejando un reguero de buenos recuerdos por el camino, que algunos hemos tenido la gran suerte de transitar con él.
Iñaki Gabilondo ha ido devorando, uno a uno, a sus franquiciados. Todos, con mayor o menor suerte, han ido desapareciendo de ese entorno, cercano a la SER. Alfageme se marchó a la Cope. Velasco pasó a un segundo plano, a dirigir y presentar programas de menor entidad y cobertura; García Lastra superó también esa prueba y etapa y siguió avanzando hacia otros espacios que cubrir, consciente tal vez de que Iñaki era mucho Iñaki, y de que el papel de secundario, quemaba más que el de titular. En el caso de Miguel Ángel Oliver concurren otra serie de circunstancias que lo hacen más complicado y, si se me permite, injusto.
Miguel Ángel Oliver tenía también los dos registros: el informativo y el magazine |
La llegada de Francino
Miguel Ángel Oliver fue el último sustituto de Iñaki Gabilondo. Le tocó ese honor. El secretismo con el que se llevó la operación de cambio, en agosto de 2005, del vasco por Francino, se reveló como una auténtica conmoción para millones de oyentes de la SER. Pero el más sorprendido fue Miguel Ángel, cuando se enteró de que él no había merecido el puesto. En todo caso, la decisión de fichar a Francino en lugar de apostar por la línea de continuidad de Oliver -lo cual hubiera sido más natural, pero también más arriesgado- fue una decisión muy meditada, tomada por un círculo muy reducido de nombres, entre los que se encontraban Augusto Delkáder, Daniel Gavela y Daniel Anido. Desde luego, no fue nada personal. De hecho, la alternativa que se encontró para Oliver, al que reconocieron el agravio, fue más que honrosa: su traslado a informativos Cuatro, donde volvió a encontrarse con Iñaki. De nuevo, Miguel Ángel demostró su enorme valía al frente de las noticias de este canal, anhelado por Jesús de Polanco, que Juan Luis Cebrián tuvo que vender a Silvio Berlusconi para paliar la enorme deuda del Grupo Prisa. ¡Curiosos aliados hace el dinero!
Con algunas excepciones, como las de la María Teresa Campos o Carlos Herrera, que prefirieron poner tierra de por medio y no enquistarse en ese papel, que Carlos, por cierto, ya había ejercido también, como decía, con Luis del Olmo en Radio Miramar de Barcelona, el resto de nombres que ejercieron esa función de secundarios en esta película del ‘Hoy por Hoy’, terminaron apartados. En el mundo del cine, decidieron cambiar la terminología, porque el término “secundario” llevaba implícito un contenido peyorativo. Eligieron, ‘actor de reparto’. ¡Y qué buenos actores de reparto ha tenido –y tiene- el cine español! Pues estableciendo la correspondencia con la radio, ¡qué buenos sustitutos ha tenido –y tiene- la radio española!
Carlos Herrera puede decir que sustituyó a Luis del Olmo y a Iñaki Gabilondo, y ahora él brilla por sí solo |
Para ejercer de sustituto permanente, y mantenerse en el puesto, hay que valer, y no solo hablo de valores profesionales, que en este caso, se sobreentienden, dada la personalidad de las estrellas a sustituir; sino también de valores personales, por cuanto la vida te da un giro en el que vives a contracorriente. Las estrellas se van cuando les interesa, coincidiendo, la mayoría de las veces, con vacaciones y festividades. Evidentemente, el sustituto no podía disfrutar de ellas, ni de los veranos, ni de la Semana Santa, ni de la Navidad, etcétera. La vida personal, sobre todo si estás casado y tienes hijos, hay un momento en que se resiente y yo, que amo profundamente la radio, soy de los que pienso que no hay nada, ni siquiera la radio, que esté por encima de la vida personal. Este ritmo se puede mantener durante un tiempo, pero no indefinidamente. Por eso antes me refería a que este puesto quema más que el del titular.
Para responder bien al reto, hay que adoptar una doble postura imprescindible. Por un lado, la profesional -¡qué duda cabe!-. Hay que responder al compromiso de la mejor manera que se pueda. Pero, seguida de ésta, hay que enumerar la actitud frente a la sustitución. Hay que asumir, claramente, que uno trabaja, y se encuentra en ese puesto, para ejercer una labor de sustitución, y debe mostrar un perfil medio-bajo, manteniendo la identidad del programa, y evitando caer en el error de autoerigirse en protagonista de una película en la que orgánicamente él ocupa el puesto de “actor de reparto”. Ejercer una actitud diferente a ésta conducirá irremediablemente a la frustración. Todos tenemos nuestro ego -más evidente, más discreto, más humilde, o más ostentoso- pero el ego existe, y persiste. Y más, entre los profesionales que disfrutan de una resonancia pública. Hablamos de ego, no de egolatría, lo cual ya nos adentraría en otros derroteros.
Desde aquí, mi particular homenaje a todos aquellos compañeros que, demostrando sus enormes condiciones profesionales para liderar un programa por sí mismos, se prestaron, sin embargo, a plegar velas en pos del presentador titular de otro espacio, que les reclamó. A estos nombres estoy seguro de que todos los lectores de estas líneas añadirán decenas de compañeros que se encontraron, o se encuentran, en la misma posición. Recuerdo, por ejemplo, dos nombres más, el de Jaume Segalés, en ABC Punto Radio, sustituyendo a Luis del Olmo, y el de Pedro Blanco, en la SER, haciendo lo mismo con Carles Francino, muchas temporadas. Aun siendo un honor, siempre, sustituir a grandes nombres, como es el caso de Iñaki Gabilondo, no deja de ser, a veces, una losa. Segalés y Blanco, enormes ambos. Pura radio. Mi homenaje y mis respetos, a través de ellos, al resto de mis colegas que han vivido las mismas circunstancias.
Jaume Segalés y Pedro Blanco, dos escuelas distintas, pero ambos grandes profesionales |
Que buenos recuerdos me ha traido tu post, pero especialmente recordar a Velasco. Pase muchas horas con el cuando presentaba programas de fin de semana y yo era una simple redactora de practicas que entraba a las 6 de la mañana, se hacia todos los boletines horarios y terminaba en el hora 25 con jose angel uriarte, alla por 1985. Velasco era un tio grande en todos los sentidos, con una cultura y una forma de escribir extraordinarios. Pero te has olvidado de un actor de reparto mas en la pelicula de iñaki: luis del val!!!
ResponderEliminarGracias Nuria! Mi mayor satisfacción es haberte hecho pasar un buen rato recordando tu período de prácticas en la SER. Me permito corregirte el nombre del entonces director de 'Hora 25' que se llamaba José Joaquín Iriarte. Y en cuanto a Luis del Val, en absoluto podría olvidarme de él; pero Luis no entra en esta clasificación, porque siempre fue el 'Sancho' de Iñaki, el fiel escudero que le acompañó y le hizo ser más grande aún de lo que era. Luis merecerá capítulo aparte en este blog. Un saludo muy cordial!
EliminarMagnifico articulo como siempre. Cuando me enteré que el sustituto de Iñaki no era M.A.Oliver me sentí casi ofendido, hacia que casi no se echara de menos a Iñaki cuando no estaba, y mira que es dificil esto que estoy diciendo. Hay que recordar los largos que meses que lo tuvo que sustituir cuando la enfermedad de Iñaki. Para terminar me gustaria recordar tambien a Rafa Sánchez que tambien dejó su huella en el Hoy por Hoy.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias de nuevo Antonio. Seguro que a Miguel Ángel Oliver tu comentario le halaga. Era la impresión que nos transmitía a muchos, sin duda. Comparto, pues, tu opinión. Y en cuanto a Rafa Sánchez, tienes toda la razón. Rafa también supo darle al programa la calidad que exigía su responsabilidad. Brilló luego en el fin de semana en la Cope hasta que le cortaron la cabeza. Y acompañó a Abellán en ABC Punto Radio al frente de 'La Liga en Punto' imprimiendo ritmo al 'Carrusel'. Entre todos los lectores del blog estamos reconstruyendo la historia de las voces que nos acompañaron tantos años. Gracias a ti!
EliminarAl hilo de todo esto y de los sustitutos, hay uno reciente que superaba al original, me refiero a Pedro Blanco cuando sustituia a Carles Francino, y no es que este ultimo lo hicera mal, pero es que Pedro Blanco lo bordaba. Mi opinion quizas este condicionada por lo mucho que me recuerda en la voz y en las formas al gran Carlos Llamas.
ResponderEliminar¡Qué pasada de entrada y qué grandes recuerdos me ha traído!
ResponderEliminarPor mi edad, el primer sustituto de Iñaki Gabilondo al que recuerdo es a José María García Lastra. De hecho, cuando me enganché a la radio, le escuchaba más a él que al mismísimo Iñaki porque a José María le podía escuchar de vacaciones. Te hablo de los veranos de 1999 y 2000, cuando él hacía el matinal informativo y Goyo González (adjunto una grabación que hice en aquellos días: http://www.ivoox.com/hoy-hoy-cadena-ser-verano-del-ano-audios-mp3_rf_760465_1.html) el tramo de variedades del ‘Hoy por Hoy’. Goyo, que siempre me recordó más a Carlos Herrera que a Gabilondo ante el micrófono, no volvió a hacer las dos horas del magazine y ya se quedó Chema al frente del programa entero. Y me gustaba mucho cómo lo hacía: era serio, riguroso y agradable, con un estilo diferente al de Iñaki pero con igual, o mayor incluso, fluidez. Si no me falla la memoria, sustituyó a Iñaki hasta 2001, cuando le empezó a sustituir Miguel Ángel Oliver.
El recuerdo de Miguel Ángel Oliver lo tengo muy fresco en mi memoria porque, de hecho, hay innumerables audios suyos en la web de la SER de su etapa en ‘Hoy por Hoy’ como sustituto de Gabilondo, aunque yo ya había escuchado a Miguel Ángel en ‘Hora 25’ cuando sustituía y era el número 2 del añorado Carlos Llamas. Oliver no era como Llamas, ni como Gabilondo, tenía un estilo propio, una voz muy agradable, un bagaje informativo tremendo y una notable educación, además de ser un hombre súper culto. Coincido también en que, incluso, resultaba más cercano que el mismísimo Iñaki.
Oliver ha sido el mejor sustituto que ha tenido el maestro Gabilondo y a mí también me sorprendió que apostaran por Carles Francino y no por él para quedarse al frente del programa a partir de septiembre de 2005. No fue así y la historia ya es por todos conocida. Miguel Ángel ahora está en Noticias Cuatro, es mi presentador preferido de informativos de televisión y procuro ser un asiduo espectador de su ‘telediario’, un espacio de autor que guarda un gran parecido con el que condujo Gabilondo, al estilo de ‘Hoy por Hoy’. Con el tiempo, quizás le vino bien el devenir de los acontecimientos e irse a la tele. Francino lo hizo fenomenal y yo mismo tuve la oportunidad de comprobarlo en mi Trabajo Fin de Carrera, donde analicé la evolución del ‘Hoy por Hoy’ de 1986 a 2005 y concluí que el relevo no había resultado tan ‘antinatura’ porque Carles mantuvo su esencia y audiencia, aportándole más dinamismo, frescura y ritmo a los que ya tenía el programa con Oliver y Gabilondo.
Eso sí, confieso que también era un fan incondicional de las sustituciones de Pedro Blanco, que eran un monumento al buen gusto y la elegancia radiofónica. Recuerdo que Pedro tenía una sección muy divertida al principio del programa, a eso de las 6 de la mañana, cuando Francino le cedía el testigo de la primera hora y mantenían un simpático e interesante diálogo que duró unos meses y nunca más se repitió. Pedro Blanco es pura radio, pura SER y todas las líneas que escribamos sobre él se quedan cortas. Aunque a mí también me recuerda más por su voz y manera de expresarse a Carlos Llamas, de quien fue número 2 precisamente después de Miguel Ángel Oliver, creo que cuando sustituyó a Carles Francino demostró que su estilo está más cerca del de Iñaki Gabilondo. Lo disfruté mucho al frente de ‘Hoy por Hoy’ en verano y siempre lamentaré no haber tenido la suerte de ser su becario; eso sí, cuando más lo disfruté fue cuando condujo el ‘Hoy por Hoy Madrid’, una absoluta maravilla ya desde que sonaban los primeros acordes de una sintonía impresionante cuyo nombre ya no recuerdo. Para disfrutarlo no hacía falta ser de Madrid, aunque yo vivía en la capital por aquel entonces y recuerdo sintonizar el 105.4 todos los días a las 12:20 para escucharle en el curso 2009-10. Si alguien se acuerda del título de aquella canción, le estaré muy agradecido, pues era una absoluta maravilla. Pedro Blanco es otro grande de la radio.