Entrevista a Manolo Ferreras (I)
https://www.gorkazumeta.com/2012/09/entrevista-manolo-ferreras-i.html
“Tantas
veces han pedido tu cabeza, tanto vales…”
Lo recuerdo como si lo hubiera vivido ayer
mismo. Durante mi período de becario en prácticas en RNE, en la Casa de la
Radio, allá por el verano de 1985, estaba adscrito a Radio Exterior, y ahí me
di cuenta de la enorme y plausible labor cultural y educativa que realiza esta
emisora internacional. Aprendí a valorar mucho el trabajo, con escasa o nula
proyección en España, de los compañeros que paseaban su gran valía y profesionalidad,
envuelta en un manto de humildad que los hacía tan cercanos, poniendo en valor
la radio que hacían, toda una labor en pro de la extensión y enriquecimiento
del español como lengua internacional. Mi recuerdo a Luis Lecea, Luis Arancibia y Carlos
Pérez Grange. Es posible que alguno incluso me recuerde, porque Luis Lecea
y yo volvimos a coincidir varias veces por la Gran Vía.
Allí, en Prado del Rey, donde he regresado alguna vez (las prácticas no se olvidan nunca) conocí a mi invitado: Manolo Ferreras. En mis ratos libres, algunos robados a mi jornada (perdón), me escapaba literalmente a los estudios de Radio 3 para ver cómo hacían RADIO en “Tiempos Modernos”. Y allí, frente al micrófono, estaban Manolo, Javier Rioyo –con quien volví a coincidir luego en la SER- y Fernando Poblet, desaparecido del mapa, y del que Manolo da alguna pista en la entrevista sobre su nuevo paraíso vital. Con Manolo volví a coincidir años más tarde, por el 90, si no recuerdo mal, también en la SER. Y desde que se fue y regresó a su casa de siempre -la radio pública- le perdí la pista, pero nunca dejé de escucharle en cuanto tenía oportunidad. Las redes sociales me han permitido reencontrármelo y, la verdad, he de decir que su pasión y entusiasmo por el medio no ha descendido un ápice, pese a que salió de RNE con el injusto ERE de 2008. Ha sido un auténtico placer volver a hablar de radio con él, un tótem del reportaje radiofónico y la voz rasgada, torrencial, más famosa de la radio española.
Así lo conocí yo, en 1985, al terminar la carrera en la Casa de la Radio (Archivo Personal Manolo Ferreras) |
-¿Qué te queda del jovencito que se puso delante
de un micrófono por primera vez allí en tu tierra, en Radio Benavente?
-Disculpe,
¡eso era la SER!, y, por aquel entonces, sin tocata ni fuga aún, la SER para mí
era simplemente el “parato” por el que escuchar -en medio de una era de las
sagradas vacas y trilla junto al Tera- a los Who, los Beatles, el Anduriña, el
sonido Gualberto y sus Guadalquiviris, el mismísimo Andrés Do Barro y la Mari Trini...
¡Pa’bernos matao! La Voz y sus 50 De Oro procedía del Bierzo, empezaba ‘Hora
25’ y Martín Ferrand era el más
progre de la aldea… Con eso se lo digo todo; cualquier paso hacia adelante
suponía una revolución…, pero no lo diré muy alto por si nos leen esto Juana
Ginzo o Máximo Pradera…, y ya la tendríamos liada… J
-Mira esta anécdota tuya de juventud radiofónica e
ingenuidad que recogemos en el “Estupidiario” (Aguilar, 1999): “con 20 años,
siendo reportero de uno de los programas estrella de RNE, Radio 1, ‘Estudio
15-17’, presentado por Jesús Quintero (luego encarnado en ‘El Loco de la Colina’) no se le ocurrió otra brillante idea que
entrevistar al ‘padre del Surrealismo’, Salvador Dalí, en su casa de
Port Lligat. Te acercaste a la casa, tocaste el timbre y por una ventana se
asomó Gala, la musa del pintor: ¿Te
tiró a la piscina…?
-¡A su
estanque de nenúfares…! Asustado ante la estampa con que al fin salió, como un
dios del Olimpo con laureles, su túnica, bastón en platas y adornadas las
sienes en flores… Se apalancó en el sillón de emperador, de mimbre, y soltó tal
carcajada…, que no acerté a saber el porqué del atasco de la cinta en el UHER (magnetofón), y caí… Vino otro alarido patafísico, y… “¡Eso quise decirle! ¡Los
periodistas son estúpidos, ignorantes…! ¡Claro que seguí preguntando! Luego me invitó a un happening de
los suyos en Granollers, y volví a entrevistarle para Del Olmo.
También al Cordobés borracho en
Villalobillos, o a Josep Plá en
Palafrugell y en zapatillas; o a un batasuno histérico delante de Joseba, ante el Cuartel de Leitza (Navarra), y
antes de que nos lo mataran (al Pagaza)…
¡La calle, que no es otra cosa que mover incansable “la zumba”, trae esos
premios…!
Ferreras, Poblet y Rioyo, revolucionaron la radio de los 80, en Radio 3 (RNE) (Archivo personal Manolo Ferreras) |
-‘La
Barraca’ y ‘Tiempos Modernos’ hoy
ya son programas de culto en la historia de Radio 3. ¿Cómo recuerdas esos años,
Manolo?
-Olor
a pachuli y mucho humo cegador. ¡Se me ponen los pelillos como escarpias! Nada
de añoranza, ni nostalgia, como no sea una muy mala hostia de saber que están
bajo el granito o sobre él, pisando las calles de Berlín. No pienso bailar
sobre la tumba de nadie… Eso sí: me descojono contemplando todas las pájaras
que lleva en su cabeza, treinta años ya, un tal Mario Vaquerizo; o viendo a Javier Rioyo
dirigiendo el Instituto Cervantes en
Manhattan (¿Tomará el café con Leonard Cohen, o un Bacardí escuchando el clarinete de Woody Allen…?
-Has hablado de Javier Rioyo, que después de su
experiencia en la radio pública edificó un pionero ‘A vivir que son dos días’ en la SER con Concha García Campoy y Lorenzo
Díaz, pero, ¿qué sabes del ‘tercer pie’ del programa, Fernando Poblet?
-Fernandito Baudelaire se
nos embriagó de caos, dando una sonora patada al viento que nos alcanzó en
todas nuestras boquitas pintadas; se echó, cerrando tras de sí la puerta, a un
monte asturiano para cultivar algo, o criar quizás gallinas, por sus huevos,
seguro que ni un sólo gallo macho porque le jode le canten las mañanitas... El
dinamitero mandó a la mierda a la "radio para marujas" (sic) mientras
ahora escribe una ‘Historia de la Radio
en Asturias’... (!) Sus paradojas, a la par extremista consecuencia, le
acabaron retroalimentando, pero confío en que no sea de rencor... Confío, digo,
porque es como un misterio para todos "nosotros". Nos cuentan pero
nada sabemos... Así que, pensamos... No siempre se pueden soportar los ascensos
coheteros, o te precipitas, o te quedas allá arriba en la explosión por no
bajar ya hecho pedazos... Un dolor imperdonable, por la culpa que podamos tener
todos en ello...
Manolo Ferreras 'pegaba' mucho con aquella radio transgresora |
-No se lo voy a negar: nos crecían las coletas, los pendientes en la orejas y las indirés del señor Calviño (José María, director general de RTVE del 1982 al 86), junto a caricias de Vázquez Montalbán, Haro Tecglen…, o el Panero (Leopoldo, poeta) desde un manicomio pamplonés. Tantas veces han pedido tu cabeza, tanto vales…
-A mí no dejaba de sorprenderme la enorme libertad que teníais entonces para hacer lo que queríais ¿o Radio 3 no estaba tan en el ojo del huracán como Radio 1?
-Sí lo estaba, pero habíamos a los de la tortilla en la Moncloa, y tuvieron que tragar, Barrionuevo por medio…, y un señor de Interior que daba mucho miedico. Se apellidaba Argote: ¡El pasmo del Bidasoa!
Continúa...
¡Señor, señor...! ¡Mil gracias, corajudo, y saludiños querenciales para Lecea, Pérez Granje o el loco del Arancibia..., quien ¿sigue locuelo, no...? Brazos!
ResponderEliminarAcabo de encontrar esta entrevista y te felicito, da gusto leer artículos así en la red... me la he leído enterita y voy a seguir mirando algunas de tus entradas... un saludo! Mario.
ResponderEliminarQue tiempos en la barraca que recuerdos libertad.
ResponderEliminarQue tiempos en la barraca que recuerdos libertad.
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