¿Ocaso de los grandes comunicadores de la radio matinal? (y II)
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Hito histórico en la radio española: las mañanas se parten y reparten
Pero volviendo al hilo conductor de este post, lo que demuestran ambos movimientos, el de la Cope y el de la SER, es la incapacidad, o la inexistencia, de una sola persona para asumir la mañana en la radio, con eficacia. Los Luis del Olmo e Iñaki Gabilondo, en cierto modo ya amortizados, aunque Luis siga empeñado en reinventarse día a día, ya pasaron a la historia. Y con la excepción de Carles Francino, que sin duda –gustos aparte- ha demostrado que ha sido capaz de llevar adelante, con dignidad, empeño y trabajo, un reto tan impresionante como capitanear las mañanas de la SER, la radio matinal española ha sufrido un evidente revés en su liderazgo.
Pero vamos con las excepciones. A Luis del Olmo y a Iñaki Gabilondo, hay que sumar un tercer nombre, que siempre he tenido presente. Un nombre, curiosamente, que sustituyó a ambos, tanto en la SER como en la Cope, y que por tanto bebió de sus mismas fuentes, y observó de cerca su manera de trabajar y de hacer radio. El tercer nombre es, cómo no, Carlos Herrera. Los responsables de Onda Cero, a la vista de los cambios introducidos en la Cope y en la SER, tienen que estar frotándose las manos porque ellos son los que tienen a Carlos Herrera, el justo y digno sucesor de esa escuela de grandes comunicadores que ha dado la radio española, y que ha demostrado, allá donde ha concurrido, que su manera de trabajar, y sobre todo, su concepción de la vida, enormemente positiva y contagiosa, y hasta hedonista a veces, cuenta con el apoyo y el seguimiento de miles de oyentes cada día. Herrera posee, al igual que los antes mencionados, los dos registros, y en los dos se mueve a sus anchas. Tal vez, por poner algún ‘pero’, el tramo informativo es el que le cuesta un poco más, igual que Luis del Olmo, y al contrario que Iñaki Gabilondo. Pero incluso en el tiempo más pegado a la actualidad, Carlos ha logrado, en los últimos años, integrar su impronta irónica y descreída de la vida. Esto es, precisamente, lo que quizás ahuyente a aquellos que van buscando un enfoque menos personalista de la información del día, en donde, por cierto, Iñaki era imbatible.
En justicia, y refiriéndonos al panorama de las grandes cadenas nacionales, hay que citar también a Juan Ramón Lucas, quien en RNE ha realizado un excelente trabajo, premiado con el aplauso del público. De la misma generación que Francino, Lucas ha mantenido –dicen unos-; ha devuelto –dicen otros- a la radio pública el prestigio y la calidad de antaño. RNE se ha situado en los últimos EGM’s en tercer lugar del ranking de grandes cadenas, desplazando a la Cope, que seguía perdiendo puestos tras la marcha de Federico Jiménez Losantos, una forma de hacer radio mucho más combativa y, sin duda, polémica; pero inapropiada e incoherente para la Iglesia, que predica justo lo contrario, la moderación. RNE ha sido la cadena de radio que más ha crecido en los últimos EGM’s y Juan Ramón Lucas ha tenido mucha parte en ese éxito. Por desgracia, no es difícil aventurar que el nuevo equipo de la Corporación de RTVE, más afín ideológicamente al PP, y surgido del rodillo parlamentario de esta formación política mayoritaria, no permitirá que Lucas continúe en ese gran escaparate de la radio pública. Y, de nuevo, se equivocarán, por primar el servilismo frente a la profesionalidad. Quien llegue, lo hará ‘etiquetado’.
En esa escuela de grandes comunicadores de la radio española, todoterrenos, que hayan afrontado la mañana, en sus dos tramos, con buenos resultados, habría que incluir a Julio César Iglesias –con quien tuve oportunidad hace unos días de compartir desayuno y confidencias, que trasladaré en breve a este blog- que le tocó, por cierto, la difícil papeleta (entre otros muchos compromisos de su espléndida carrera profesional) relevar a Carlos Herrera en RNE, y mantuvo alto el listón. La trayectoria de Julio es impresionante, directamente proporcional a su humildad.
La fuerza de la SER en cuestión
Lo que han hecho la Cope y la SER supone un hito en la reciente historia de la radio española. Será difícil, y complicado, el regreso al comunicador único para todo el tramo. Ahora -en radio hay que hablar siempre de carrera de fondo- tendrán que invertir tiempo en la nueva fórmula, esperar a que se consolide. En este mismo blog hablaba, no hace mucho, de la inoportunidad de cambiar a Francino, toda vez que su manera de hacer radio se estaba afianzando. Tal vez reconducirle hubiera sido suficiente, si es que la casa creía que estaba perdiendo posiciones e influencia.
La SER no es lo que era. Muchos ya no están |
Pero en este capítulo, no hay que olvidar que la conflictividad laboral que vive la SER, con un ERE ya consumado y otro por venir, mucho más polémico (por incumplimiento de palabra, según el Comité de empresa) está minando la confianza, en detrimento de la credibilidad de los oyentes en la que ha sido tradicionalmente su casa. Prisa está esquilmando su propio patrimonio, y los oyentes no son tontos. La complicada situación financiera del primer grupo de comunicación en español del mundo, y sobre todo, su nefasta gestión para salir del bache, tiene también, lógico por otra parte, un precio entre su público más fiel –el de centroizquierda-, tradicionalmente mucho más crítico que el del arco ideológico contrario. Cada vez son más numerosas las voces que se alzan contra la masiva salida de talento de la SER.
¿Javi Nieves era la solución?
La Cope, por otra parte, se veía obligada a introducir nuevos elementos en su mañana, debido a los pobres resultados cosechados por un voluntarioso Buruaga que ofrece mejor imagen en la televisión, pero que aburre un poco en el segundo tramo de la mañana. De ahí, el forzoso relevo que ha tenido que asumir –una intromisión, dirían algunos- para relanzar el tiempo de entretenimiento matinal de Cope. Javi Nieves, que viene precedido de un gran éxito en su morning show en Cadena 100 es el encargado de reflotar el buque matinal de la Cope, teniendo en cuenta que ni el target del oyente es el mismo, ni la demanda de contenidos tampoco. Tendrá que readaptarse y veremos cómo navega en esas aguas, mucho más complicadas y procelosas que las de las radiofórmulas. El combinado se me antoja complicado, no sólo en sus previsibles resultados, sino sobre todo en su administración interna.
Ramontxu hizo retirar sus fotos de la redacción de Punto Radio |
La tarde de la Cope, para Ramón García
Mucho más conocido por su faceta televisiva de showman, no hay que olvidar que el bilbaíno Ramón García comenzó en la radio, como disk jockey de Los 40 Principales en su ciudad natal, origen que comparte, por cierto, con José María Íñigo y Ana Blanco. La televisión le tentó luego, y en ella logró su enorme popularidad. En 2004 se incorporó al proyecto radiofónico de Vocento, Punto Radio, y se encargó de la tarde (este tramo no es nuevo para él, por tanto). En 2011, meses antes del cambio de identidad a ABC Punto Radio, le despidieron, cuando se encontraba al frente de la edición ‘Protagonistas’ del fin de semana, que dejó en unas cifras de audiencia superiores a las de la media de la cadena. Ramontxu se sintió traicionado y salió irritado del edificio del ABC. No le será difícil mejorar las cifras de audiencia que le ha dejado César Lumbreras y que los que nos manejamos, en nuestra modestia, en este oficio, nunca llegamos a entender cómo llegó hasta aquí.
¡Grande Ramontxu García! Para los que somos de Bilbao y rondamos los 40 tacos siempre nos acordaremos del "Profesor Choricen" y de la Rana Gustavo (el incombustible Juan Carlos Otaolea)
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