29-M: La Cadena SER en huelga
https://www.gorkazumeta.com/2012/06/29-m-la-cadena-ser-en-huelga.html
Me gusta cuando callas…
Los casi cinco millones de oyentes de la Cadena SER se han despertado esta mañana huérfanos de su radio. Inaudito. La emisión se componía de refritos, salpicados por compromisos publicitarios y por el recordatorio de que los trabajadores de la casa, la primera cadena de emisoras del país, está en huelga. Inaudito. Insisto. Nunca, en el peor de los casos, me hubiera imaginado que mi casa –porque sigo considerándola mía, en parte- llegaría a esta situación. Francino no acudía a su cita diaria esta mañana.
El logo de la SER sobre fondo negro |
Una huelga de 400.000 euros
El director general de la Cadena SER, el colombiano Alejandro Nieto ha cifrado el coste de la huelga en 400.000 euros. El dato se ha hecho público a lo largo de una reunión interna entre cúpula directiva y trabajadores que al parecer tuvo lugar ayer jueves, en la que también participaron Augusto Delkáder, presidente y Javier Pons, consejero delegado. Una reunión que se emitió también, en circuito interno, para las emisoras de la SER, y que se encuentra alojado en internet, en esta página.
Tras un preámbulo en el que intervinieron los tres directivos, y señalaron, en resumen, que las condiciones adversas del mercado obligan a seguir recortando costes, ante el descenso de la inversión publicitaria, o frases como “en el anterior ERE nos quedamos cortos”, o “vamos a hacer las cosas con lógica, sin agresividad” (Alejandro Nieto), “el modelo de trabajo ha cambiado” (Javier Pons), “tenemos el mejor Convenio colectivo del sector” (Augusto Delkáder), etc., comenzó el turno de preguntas con una doble pregunta de Severino Donate, apuntalado en sus dudas por Javier Álvarez. El primero preguntó directamente, “¿quién había extendido entonces el rumor de la cifra de 200 despedidos más, en un nuevo ERE?” y el segundo fue más allá, completando las dudas, sobre “¿a quién y en qué tramos iba a afectar la reducción salarial que se había anunciado”. Delkáder, de memoria, respondió que no iba a afectar a las retribuciones inferiores a los 21.000€, lo que fue seguido de una sonrisa generalizada claramente perceptible en la grabación.
Vaya por delante que se agradece el esfuerzo de transparencia informativa realizado por la empresa para explicar las circunstancias que mueven a esta segunda, y presunta regulación de empleo (por cuanto, como afirmaba Delkáder en la reunión “la empresa no es responsable de lo que no ha hecho” y todavía no se ha presentado el ERE). Pero los argumentos esgrimidos por la cúpula directiva, aun apoyados en datos económicos y financieros de la compañía, no lograron tranquilizar a los empleados, por cuanto salieron de la sala con la misma incertidumbre con la que entraron, aunque, eso sí, con un anuncio por parte de la empresa de estar abiertos a negociar con el comité de empresa con el único límite de mantener la SER a flote, algo que, por lo que comentaron, depende de seguir recortando porque, en el peor de los escenarios, la inversión publicitaria no tiene visos de recuperarse en 2013.
La universalización del conflicto
La universalización del conflicto
Los oyentes de la SER ya han percibido el conflicto. Hasta ahora, la situación interna de la cadena líder en España era más o menos conocida en círculos reducidos. Pero con esta huelga, el conflicto se ha universalizado. Por si fuera poco, internet ha contribuido, una vez más, a facilitar información acerca de la situación interna de la SER, como si los oyentes hubieran asistido también a esa reunión interna en la que se trataba de cómo seguir dándole buen servicio. Tal vez por eso Severino Donate, reportero excelso de la SER, le preguntaba a la cúpula directamente “¿cómo se puede garantizar la calidad de la programación con la reducción de plantilla?”, refiriéndose al proceso explicado por Alejandro Nieto de suprimir la programación local de las emisoras deficitarias publicitariamente, en beneficio de las emisoras provinciales, y de éstas en las cabeceras regionales. Éste era el quid de la cuestión. “No nos vamos a ir ni vamos a cerrar emisoras y dejar sólo los postes”, dijo Nieto. Quedará el director y el equipo comercial para seguir manteniendo la vida de la emisora “y en el momento en que la situación cambie, volveremos a darle entidad a la emisora”. La información de cercanía, la primera en interés del oyente, de su pueblo o ciudad, se viene abajo en esta nueva fase de recortes. Y con ella, se avanza una nueva salida de periodistas, los responsables de esos contenidos. Los que han hecho grande la SER en sus pueblos…
Es cierto, como apuntaba Javier Pons en su primera intervención, que las circunstancias han cambiado y los medios digitales están modificando drásticamente el statu quo actual, afectando al modelo de producción. Nieto anunció en octubre una nueva versión de la web de la SER con el reto de ofrecer aún más información a sus oyentes, y de ir volcando mayores esfuerzos en este nuevo modelo informativo, más acorde con los nuevos e irreversibles tiempos.
El peso de la deuda
Pero nada se dijo en esa reunión de que la SER no depende de sí misma, pese a su voluntarismo, sino que forma parte de un entramado empresarial –Prisa-, a la que no he oído ninguna referencia, enfangado en una deuda galopante, fruto de la nefasta gestión de un periodista, Juan Luis Cebrián, que jugaba a ser empresario. El imperio Polanco era en 2008 un trasatlántico mediático que hubiera afrontado la crisis publicitaria mucho mejor de lo que lo han hecho otros grupos de comunicación, con peores posiciones de salida en esta maratón.
Cebrián ha dilapidado los recursos de Prisa, también los de la SER, y ahora el destino de la radio está seriamente tocado por la crisis, es cierto, pero sobre todo por la deuda, que no consiguen sanear del todo, pese a las sucesivas prórrogas de los bancos y a la entrada del conglomerado inversor estadounidense bajo el paraguas de ‘Liberty’. Trasladando el escenario macro al micro, es como si una familia con dos sueldos razonablemente buenos, pierde uno y encima tiene que responder de tres hipotecas.
El peso de la deuda
Pero nada se dijo en esa reunión de que la SER no depende de sí misma, pese a su voluntarismo, sino que forma parte de un entramado empresarial –Prisa-, a la que no he oído ninguna referencia, enfangado en una deuda galopante, fruto de la nefasta gestión de un periodista, Juan Luis Cebrián, que jugaba a ser empresario. El imperio Polanco era en 2008 un trasatlántico mediático que hubiera afrontado la crisis publicitaria mucho mejor de lo que lo han hecho otros grupos de comunicación, con peores posiciones de salida en esta maratón.
Cebrián ha dilapidado los recursos de Prisa, también los de la SER, y ahora el destino de la radio está seriamente tocado por la crisis, es cierto, pero sobre todo por la deuda, que no consiguen sanear del todo, pese a las sucesivas prórrogas de los bancos y a la entrada del conglomerado inversor estadounidense bajo el paraguas de ‘Liberty’. Trasladando el escenario macro al micro, es como si una familia con dos sueldos razonablemente buenos, pierde uno y encima tiene que responder de tres hipotecas.
La cúpula directiva de la SER no puede ofrecer certezas, porque no las tiene, ni de la tendencia de la inversión publicitaria, que sigue contraída, ni por supuesto de la evolución de la deuda del Grupo, por cuanto Cebrián, y es posible que otros directivos más que le acompañen, dirá adiós a Prisa en 2013, abandonándola a su suerte, previa percepción de una cantidad obscena de dinero que avergüenza desde el último becario de la SER hasta el oyente más fiel de la cadena, que ha ido perdiendo fuerza, inevitablemente, en estos últimos años, por la degradación de talento que ha sufrido.
El atolladero
No es fácil salir de este atolladero. No tengo por qué dudar de la voluntad de la cúpula directiva de la SER y de sus buenas intenciones. Pero mi impresión es que navega con su trasatlántico en un mar de incertidumbres y de inseguridades, que no pueden controlar, ni de un lado ni de otro. Y puede que, en el peor de los casos, el trasatlántico se hunda, como ocurrió con el Titanic, y que los que ahora quedan en Gran Vía 32, y en las cientos de emisoras repartidas por toda España –las manos y las piernas de la cadena, no lo olvidemos- se conviertan en la orquesta que siguió tocando hasta que el barco terminó de hundirse. Y ésta es una metáfora que he escuchado desde dentro de la casa.
Voto con todas mis fuerzas porque eso no llegue a ocurrir nunca, porque ni se lo merecen los oyentes –que tienen derecho a seguir contando con la SER- ni, sobre todo, los compañeros que dejé –enormes profesionales- que siguen trabajando con la soga al cuello, demostrando lo mejor de sí mismos. Mucha suerte a todos.
QUERIDO GORKA:
ResponderEliminarSIGO CON INTERES TUS INTERESANTES TRABAJOS Y ANTE LA GRAVE SITUACIÓN QUE AFECTA A NUESTRA ANTIGUA CASA
HE REMITIDO CON UN ENLACE DE MI BLOG A ESTE COMENTARIO. UN FUERTE ABRAZO. JUAN.