Carles Francino o el éxito de la campechanía (I)
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De la intrahistoria del relevo de Iñaki Gabilondo al frente del ‘Hoy por Hoy’ de la SER
A Carles, por la llamada
En 2005 la redacción de la SER se revolucionó poco antes del comienzo de la temporada. Daniel Gavela, entonces director general de la SER, anunciaba que Iñaki Gabilondo, el buque insignia de la casa, al frente del ‘Hoy por Hoy’ durante casi veinte años, abandonaba la empresa para marcharse a la naciente Cuatro a presentar el informativo nocturno. El principal objetivo de la operación se había cumplido a rajatabla: el secretismo. Todo se había desarrollado en la más absoluta discreción. El anuncio se hacía público el 30 de agosto de 2005. La competencia no supo reaccionar, porque le pilló de sorpresa. Fue un auténtico bombazo mediático, que si bien costó mucho asimilarlo de puertas para afuera, el esfuerzo fue mayor de puertas adentro. Recuerdo cómo, entre la preocupación y el nerviosismo generalizado de todos cuantos recibimos la noticia en directo, pocas horas antes de que se hiciera pública, una resuelta María Manjavacas, aguerrida periodista manchega de Informativos, preguntó si esa decisión podría tener consecuencias comerciales negativas para la casa y, por extensión, para los trabajadores. Gavela la tranquilizó, y con ella al resto, rotundo, en sentido contrario.
Emotivo encuentro entre Iñaki y Francino en los Ondas en Barcelona (Fotografía SER) |
Los acontecimientos se sucedieron en pocas horas. El nombre del sucesor, con esa misma discreción, ya había sido elegido. Antes había habido algunas otras gestiones, e incluso descartes, como el que afectaba a uno de los corresponsales de informativos, que finalmente decidió declinar la oferta. El elegido era un ex periodista de la casa, que había empezado en Radio Tarragona, después de finalizar la carrera universitaria de periodismo en la Autónoma de Barcelona. Era catalán. La escuela catalana siempre había tenido un gran predicamento en la casa. En su día se llegó a hablar también de Josep Cuni como sucesor de Iñaki. Pero el nombre no se confirmó. En lugar de Iñaki, llegaba desde Barcelona, para ponerse al frente de las mañanas de la SER, el prime time de la radio española, el periodista Carles Francino.
El rostro de éxito en TV3 pero desconocido fuera de Catalunya
Francino pasó de Radio Tarragona, de la SER, su primer destino, a Radio Popular de Reus (1979), pero pronto fichó por Radio Reus, de la SER, donde creció profesionalmente. Aquí conoció a otro prohombre de la radio, y ahora de la televisión, Andreu Buenafuente. Más adelante, llegó a Canal Plus como subdirector de informativos y presentador de la edición nocturna de ‘Redacción’. Fue sin duda una de las épocas más fructíferas del periodista, como corresponde a la puesta en marcha de un proyecto completamente nuevo, y avalado en esta ocasión por la marca Prisa. Aquí le conocí, de la mano de Ana García Siñeriz, en un fugaz pero agradable encuentro que yo recuerdo y él no. Lógico. Pero aquel presentador, de buen porte, mirada sincera y abierta, y voz dulce, volvió a su tierra allá por 1994. Televisió de Catalunya le fichó para hacerse cargo de su informativo Telenoticíes (TV3). Los resultados de su trabajo se concretaron en un significativo éxito de audiencia. Su rigor y profesionalidad fueron sus mejores tarjetas de presentación y su patrimonio más aplaudido.
Francino necesitaba la tripulación de Iñaki para comenzar a navegar |
Pues bien, ese periodista que empezó a serlo en la SER, en Radio Tarragona, regresaba, después de un largo periplo por televisión, a su primera casa. Pero lo hacía, ni más ni menos, que para sustituir a Iñaki Gabilondo. El vértigo se apoderó de él. Quien no lo reconociera así no sería humano. En mi saludo de bienvenida, como compañero de trabajo, me reconoció la dificultad de la tarea a la que se enfrentaba en pocos días, me mostró su vulnerabilidad, se sinceró conmigo, y le correspondí dándole confianza y recomendándole que se mostrara tal cual era, sin ambages. Me hizo caso. Recuerdo sus primeras palabras, cuando le espetaron que venía a ‘sustituir’ a Iñaki, “yo no vengo a sustituir a Iñaki, que es insustituible, sino a ocupar su silla”. Fue muy inteligente por su parte reconocer las virtudes del maestro que había consolidado el ‘Hoy por Hoy’ hasta convertirlo en líder no sólo de la SER, sino de la radio española.
La red de Francino: el equipo de Iñaki
El reto era, sin duda, el más arriesgado de su carrera. El objetivo era mantener cuantos más oyentes de Iñaki fuera posible, aunque la estrategia preveía una pérdida de audiencia, asumible en tanto que la diferencia con el segundo, que entonces era el agrio Federico Jiménez Losantos, entonces en la Cope, era considerable y dejaba margen para el ajuste de cifras, con tranquilidad. No obstante, Francino exigió, con buen criterio, quedarse durante la primera temporada, con el mismo equipo que había acompañado a Iñaki hasta su despedida. Un equipo perfectamente engrasado, con Isaías Lafuente en la subdirección, que garantizaba una incorporación tranquila al periodista catalán. Recordemos que el 30 de agosto de 2005 se anunció la salida de Iñaki y el 19 de septiembre Francino saludaba a los oyentes, no sólo de la SER, sino, en gran parte, también, de Iñaki. No había por tanto tiempo material para improvisar contenidos y maneras diferentes a las del donostiarra.
Poco a poco, con los años –ya estamos en la sexta temporada de Francino al frente del ‘Hoy por Hoy’- el periodista catalán fue cambiando contenidos, formatos y miembros del equipo, hasta ajustarlos a sus preferencias. Evidentemente, el ‘Hoy por Hoy’ de Francino tiene ya muy poco que ver con el dirigido por Iñaki Gabilondo. El catalán ha modernizado y actualizado el programa. Pero ha mantenido, como filosofía de la SER, el gran armazón estructural, que le da coherencia a toda la parrilla de esta casa: la información. Su manera de ofrecérsela a sus oyentes es propia, mantiene su sello. Da la impresión de que los temas surgen de su interior con absoluta naturalidad, casi de forma coloquial, muy cercana, con complicidades que le hacen más cercano al oyente. Pero al igual que Iñaki en el final de su etapa (le costó dominar el magazine), al llegar las diez de la mañana, con la sección de humor ‘Todo por la radio’, Francino se desprende del corsé y se dispone a vivir intensamente la mañana para regocijo de sus oyentes. Si él no lo pasa bien, sus oyentes, tampoco.
Continúa...