Homenaje a la radio local (I)

“Por las emisoras nacionales ‘desfilan’ muchos políticos, por las locales muchos vecinos”

  

Fernando Uría, ex director de SER Torrelavega (Cantabria)

Siempre he llevado con orgullo que mis orígenes radiofónicos discurrieran en una pequeña emisora de provincias, en San Sebastián concretamente. Considero que el principio de una gran cadena de radio reside en sus emisoras, y quien no lo entienda así parte de un grave error de apreciación. En este entorno, uno se forja no sólo ante el micrófono, sino ante todo el resto de elementos que concurren en el proceso de producción, que van desde la parte técnica, hasta la parte comercial, pasando por la coordinación, la gestión y, fundamental, la relación con los oyentes, mucho más directa e inmediata que la que procura una cadena nacional. Este último aspecto resulta un termómetro vital para la buena marcha de la emisora.

Por todo ello, en la entrevista que incluyo a continuación quiero hacer un merecido homenaje a todos aquellos compañeros que han trabajado con arrojo y pasión en una pequeña emisora de pueblo. Y lo hago en la figura de Fernando Uría, que fue director de la emisora de la SER en la localidad cántabra de Torrelavega. Sus comienzos, sin embargo, nada tenían que ver con la gestión, y mucho más con el micrófono, de programas musicales en sus jovencísimos comienzos y de programa informativos más adelante. Pero dejemos que sea él mismo quien nos lo cuente.

Fernando Uría en sus comienzos
en la radio (Archivo personal)

-¿Cómo fueron tus comienzos, Fernando?

-Ilusionantes. Sitúate en los finales de los 70. La radio era un territorio mágico para un chaval. Formaba parte de tu vida, de los sonidos cotidianos. Por encima de la televisión. Llegabas a casa y estaba la radio inundándolo todo...

-Cómo recuerdas tu primera visita a la radio? ¿El primer día, cuando llegaste?

-Como un acto totalmente inconsciente. Un buen día decidimos (un amigo del instituto y yo) acercarnos a la emisora local, Radiocadena Española, y pedir una hora de programación los fines de semana para hacer un programa de Rock and Roll. El primer día de grabación para mí fue mágico, estaba compartiendo estudios con las voces de mí infancia… cerraba los ojos y escuchaba la radio.

-Comenzaste muy joven, creo, haciendo musicales, radiofórmula… yo creo que fuiste de los más jovencitos…

-Exactamente con 17 años (voy a cumplir 50). Mi universo era musical cien por cien. Hacía audiciones musicales en los recreos del instituto pidiendo la utilización de la capilla y en casa soñaba con montajes imposibles en un radio cassette. Mientras estaba haciendo el programa musical en Radiocadena me presenté al concurso de Disc-jockeys que organizaba la Cadena SER y gané las fases regional y nacional. Uno de los premios era un contrato de 3 meses (les debí gustar y me quedé).

-De musicales, pasaste a informativos… ¿Cómo fueron tus años al frente del micrófono?

-Muy enriquecedores. Cuando haces radio local estás pegado a la actualidad de manera total. Sales a la calle, elaboras la noticia y la transmites. Conoces gente fantástica. Eres un privilegiado. Levantarte y contar a tu ciudad lo que está pasando, incluso en temas tan nimios como si llueve o no, te hace sentirte muy útil.

-¿Qué recuerdos te trae ese programa nocturno que hacías con el título de “Otra cosa”? ¿Y por qué te atraía tanto la noche?

-La radio nocturna es una experiencia que ningún profesional del medio debiera perderse, si bien es cierto que en la actualidad sólo está al alcance de aquellos que trabajen en pequeñas emisoras locales, ajenas a las ataduras de las grandes cadenas y del monopolio futbolero en esas horas. El tono, los temas a tratar, la música… todo es diferente y sugerente cuando se hace a través de la radio en la noche. Es cuando la radio es más radio, más personal.

-¿Qué características específicas debe reunir un profesional que trabaje en una emisora pequeña de radio?

-La principal cualidad es la polivalencia. Aquí no valen los compartimentos estancos. Eres redactor, pero también haces autocontrol. Eres locutor, pero también echas una mano atendiendo la puerta o en una salida al exterior.

Fernando Uría  (con corbata blanca), como director de
SER Torrelavega, junto con el presidente
de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (Archivo Personal)

-Como yo también provengo de una emisora de provincias, sé lo importante que es sentirse vinculado emocionalmente con ellas (con la emisora y con la población a la que sirve) para dar más de sí profesionalmente hablando… ¿Tú compartes el mismo sentimiento?

-Completamente. Una emisora de radio debe ser un activo para la ciudad. Debe entretener, informar, acompañar…pero también debe solucionar problemas y ser altavoz de los colectivos más desfavorecidos. Cuando haces radio local y sales a desayunar, estás trabajando y la gente se te acerca y te comenta cosas con absoluta naturalidad.

-Imagino que es fundamental la vinculación/identificación de la emisora con la población a la que se dirige. ¿Cómo se logra este objetivo?

-Siendo consciente de lo que esperan de ti. Por las emisoras nacionales “desfilan” muchos políticos, por las locales muchos vecinos. Cuando haces radio local es muy duro dar la noticia del cierre de una fábrica o de un accidente de una persona conocida (por ti y los oyentes). Tienes que tener un ojo en la cuenta de resultados, en el capítulo de ingresos y otro en el apoyo al deporte o la cultura local, que en muchos de los casos no te van a proporcionar dinero pero sí muchas satisfacciones. Los oyentes te sienten como algo propio y es habitual que llamen a la emisora para preguntar por qué han cortado el agua, o pasarse a buscar lotería en Navidad o preguntar por unas gafas perdidas.

Continúa...