Entrevista a Luis Pinar, 47 años en la SER (y II)

“La radio fue mi universidad de la vida”

-¿Dónde te pilló el 23-F de 1981?

-A mí me tocó vivirlo en la emisora. Recuerdo que a los pocos minutos de la entrada de Tejero en el Congreso, recibimos una llamada advirtiéndonos de que se esperaba en la emisora un grupo de la Guardia Civil.  Como responsable, en ese momento, de la Discoteca,  preparé todos los discos de marchas militares que teníamos ante la posibilidad de levantar toda la programación y tener que programar sólo música de ese tipo.  No hizo falta. Ni apareció la Guardia Civil, ni hubo que poner las marchas. Pero fue una tarde larga y muy tensa.    

Luis Pinar con el autor de este blog

en los años 90, en Radio Madrid

-¿Y la radio que dejaste?

-No tiene nada que ver con aquella. Ni mejor ni peor. Distinta. Estuve cerca de 50 años. He vivido la evolución y los cambios de un medio de comunicación como es la radio, en la que estaba prohibido dar noticias, en la que todo lo que se decía tenía que pasar por el tamiz de la censura. He vivido el cambio a la democracia en vivo y en directo. He tenido el placer de tomar café con los monarcas, con presidentes del gobierno y conocer a cantidad de personalidades...  ¡qué quieres que diga de la radio que dejé...! la radio que dejé fue mi universidad de la vida y de alguna forma lo seguirá siendo. Como es natural la radio actual no tiene nada que ver con aquélla, pero aquélla tampoco podía mantenerse, al igual que la actual tendrá que evolucionar…

-Si te pido el nombre de seis profesionales que has conocido en tu tiempo en la SER que más te han impactado? ¿Y por qué?

-Antes ya te he dado algunos nombres, pero añadiré alguno más: Bobby Deglané, un personaje que revolucionó, en su momento, la radio. Guillermo Sautier Casaseca, un magnifico guionista y por último, aunque no el último, Raúl Matas con el que tuve la enorme suerte de trabajar y colaborar durante muchos años y con el que aprendí a su lado lo que es el trabajo y la dedicación. Un enorme  maestro de la comunicación.

-Has citado a Sautier Casaseca. ¿Viviste de cerca los tiempos de las radionovelas y los ‘Teatros del aire’?

-Sí, claro. Con ese maravilloso cuadro de actores y sus voces que había en la emisora,  miles de oyentes lloraban, reían o suspiraban en sus casas, escuchando sus magistrales interpretaciones. La magia de la radio se desarrollaba en estos programas en toda su plenitud. Era un auténtico placer asistir a las grabaciones en el estudio, que en muchos casos se alargaban hasta muy entrada la medianoche. Escritores o guionistas como los citados José Mallorquí,  Sautier Casaseca, Basilio Gassent o Eduardo Vázquez eran capaces de escribir un guión en poco más de una hora, por supuesto en máquina Olivetti. No quiero dejar de mencionar a mis compañeros los montadores  musicales que mediante la selección de las melodías adecuadas a cada escena te trasladaban toda clase de sentimientos: el terror, la pasión, el humor…

Estos son los tiempos a los que se refiere Luis Pinar en sus recuerdos: de izquierda a derecha, Miguel Ángel Nieto, José Luis Coll y Bobby Deglané (fotografía, Archivo Cadena SER)

 -¿Cuántos años de tu vida le has dado a la SER, Luis?

-Exactamente fueron 47 años. Pero yo no le he dado mi vida a la SER, creo que la SER me ha dado a mí más de lo que yo le he dado a ella.

-¿Cuál es la primera anécdota simpática que te viene a la memoria?

-De simpática no tiene  nada, pero sí tiene cierta gracia… ahora. Un día que estaba haciendo el control en el ‘Hoy por hoy’, con Iñaki Gabilondo, nos llega la noticia de un atentado de ETA con resultado de varios muertos. Te puedes imaginar la tensión. Pensamos: hay que buscar un tema musical para el final del comentario. No teníamos nada en el estudio y no nos daba tiempo a ir a la Discoteca. Mi compañero apremiándome a buscar algo. Los nervios a flor de piel. Iñaki que nos miraba dándonos a entender que estaba terminando, así que puse el primer disco que teníamos... y resultó ser una canción de los Beatles... Yo no sabía dónde meterme… de verdad.

De izquierda a derecha, Manolo Lama, Juan Carlos
González (Xoancar) y Luis Pinar en los Juegos
Olímpicos de Seul (1988)

-¿Qué es para ti la radio? ¿Qué valor le atribuyes?

-Como ya he dicho, para mí la radio ha sido mi mejor escuela. Todo lo poco o mucho que sé, lo he aprendido allí, y por tanto tengo que agradecer a mi padre, que fue el que me metió, y un poco a mí por no haberme quedado encasillado en un departamento sino que fui dando saltos buscando nuevas sensaciones.

 -Sin establecer puntuaciones, ¿qué radio te parece más auténtica, la de tus comienzos o la que has dejado?

Las comparaciones siempre son odiosas. Después de tantos años y con tantos cambios que ha sufrido este país es muy difícil definir la palabra AUTÉNTICA. Es posible que ahora este todo más ¿mercantilizado? Es posible. Pero no hay que culpar a la radio sino más bien al sistema. Pero… sí, es posible que aquella fuera más artesanal, más auténtica, como dices.

-¿Sigues siendo ahora un buen oyente de radio?

Por supuesto. Sigo escuchando la radio y criticándola, siempre desde mi punto de vista, que no tiene por qué ser el mejor, pero cuando oigo, frases, formas y maneras que no me parecen las correctas, dentro de los cánones por mí vividos, lo critico.

 -¿Qué significado tienen para ti las siglas S.E.R.?

Siempre digo Sociedad Española de Radiodifusión y el significado es: una vida dedicada a ella, pero con gusto.