Digitalización de la Radio en España (III)

"La implantación de la DAB en España resultó un fiasco total"

Agustín Ruiz de Aguirre, ex director técnico de Unión Radio

Continuando con el tema de la digitalización de la radio en España, considero de gran interés poner el retrovisor para recordar, de la mano de uno de sus actores principales, aquella etapa inicial de la implantación forzosa de la DAB en España. Para ello he tenido la suerte, y el honor, de contar con Agustín Ruiz de Aguirre, que participó en aquel período como director técnico de Unión Radio, y con el que siempre he mantenido una relación personal más que cordial.



Agustín Ruiz de Aguirre



-Todavía recuerdo cuando nos reuniste en el estudio de grabaciones de la SER para presentarnos la gran novedad del sonido digital: la RDSI (Red Digital de Servicios Integrados) con un bucle realizado con Japón, creo recordar. Desde entonces las líneas microfónicas pasaron a la historia. La llegada de las RDSI’s supuso un hito en la historia moderna de la radio. Sin embargo, desde el punto de la digitalización de la transmisión, la radio tenía que pensar en una norma. ¿La DAB era la mejor opción?

-En ese ámbito existían dos tendencias: la encabezada por EE.UU con su norma IBOC (hoy HD Radio) y la europea con la norma DAB. El IBOC es un sistema que persigue la digitalización de las emisiones en las mismas bandas y en las mismas frecuencias en las que se transmite de manera analógica. Evidentemente este sistema no alteraba en absoluto el modelo de mercado existente. Por el contrario, la DAB es un sistema de emisión digital en bandas nuevas.

Competidores compartiendo frecuencias

-Pero cada radiodifusor no era ‘propietario’ de una frecuencia, como ocurre en analógico, sino que tenían que compartirla con otros concesionarios.

-Sí, sobre una frecuencia se transmiten varios programas de manera simultánea –lo que se conoce como múltiplex-, que pueden pertenecer al mismo radiodifusor, o no. Por tanto, este sistema modifica el modelo de mercado existente, tal y como se pretendió, por desgracia, con el carácter de las concesiones – nacionales con y sin desconexiones- otorgadas en España y que tú has analizado en el anterior post, dando pie a cuestiones, digamos, de interés político.

-¿Ambas opciones técnicas son compatibles?

-Sí, pueden coexistir. De hecho, recientemente, en el mes de Julio pasado, el Gobierno español lo ha recogido así en el establecimiento de las bases del Plan de Digitalización de la Radio.

Receptor DAB con pantalla de datos y diseño futurista

El Gobierno quiso cambiar el modelo de mercado

-Has hablado del cambio de modelo que provocaba la implantación de la DAB en España. ¿Crees que ése fue el objetivo prioritario del Gobierno a la hora de propulsarlo con tanto empeño?

-Sinceramente sí. Por lo prematuro del momento no debería haberse tomado ninguna decisión de este tipo. Sencillamente entonces se desconocía qué sistema o modelo podría desarrollarse y ser adoptado por el mercado.

-¿Cuál hubiera sido la mejor opción entonces, Agustín?

-La mejor opción, creo, habría sido establecer entonces un plan de digitalización de la radio, tal y como se pretende ahora, que permitiese explorar y evolucionar en los sistemas posibles para esta digitalización, manteniendo un estricto criterio de neutralidad tecnológica.

-¿Pero la DAB europea, desde un punto de vista estrictamente técnico, era un buen sistema de transmisión de radio?

-Muy satisfactorio, sin duda, una vez resueltos problemas de niveles de señal suficiente y admitidos los inherentes a cualquier transmisión digital. Su implantación no obliga a una transición analógico-digital en las mismas frecuencias con transmisión simultánea en ellas como sí obligaba el IBOC, una particularidad fundamental porque representa el principal escollo de este sistema americano, al que hay que sumar además que el resultado en banda de OM no es bueno.



Una de las muchas reuniones de trabajo en las que participó
Agustín Ruiz de Aguirre. Ésta en concreto dedicada al DRM,
en marzo de 2008



-¿La DAB obligaba a una reinstalación de todos los centros emisores?

-La propagación de la DAB es similar a la propagación de la FM. Sigue las mismas leyes físicas. En principio, cuestiones de potencia necesaria aparte, se puede decir y particularmente hablando en términos de cobertura local, que un buen emplazamiento de FM sería bueno para la DAB. Por consiguiente no sería necesario replantear los centros emisores, salvando, eso sí, la necesidad de instalar nuevas antenas y la compra necesaria del nuevo material, emisores, multiplexores, enlaces, etc.

-¿Pero qué tenían que hacer los radiodifusores para compartir una misma frecuencia dividida en varios programas, mediante ese múltiplex?

-Ése era el problema. El nuevo escenario obligaba a recurrir a un operador global y externo que, con su red de centros emisores, pudiera dar servicio a los diferentes concesionarios que compartían frecuencia. Es la razón por la cual el servicio DAB lo esté prestando, a la difusión me refiero, entes como Abertis –entonces Retevisión-, con su red de centros emisores propios y diferentes a los que estábamos empleando los radiodifusores para la FM.

La cobertura de interiores, el gran problema

-¿Para cubrir la transmisión en interiores –verdadero quid de la cuestión- cuántos postes, y de qué potencia se necesitaban, por ejemplo, para cubrir una gran ciudad como Madrid o Barcelona, núcleos estratégicos de la cobertura, en comparación con la FM?

-Ésta fue una de las primeras grandes sorpresas para la mayoría de los radiodifusores, particularmente para los de nueva aparición.

-¿Por qué?

-Porque con los criterios de señal fijados por la Administración española, los mismos de la conferencia de Wiesbaden, no se cubría el interior de los edificios satisfactoriamente. Y digo para la mayoría porque algunos sí lo sabíamos, gracias a que la Cadena SER hizo una prueba de emisión completa, con audio y datos, en Pamplona, aprovechando la Convención anual de directores en el año 1996. Estamos hablando de cuatro o cinco años antes de producirse el concurso de la DAB.

-¿Y qué ocurrió?

-Hicimos un gran esfuerzo, instalamos dos centros emisores. Uno dentro de la ciudad, en la terraza de nuestra emisora y otro fuera de la ciudad, en el monte del Perdón. Ambos con 1 kW de potencia y antenas de 8 dB de ganancia y polarización vertical. Íbamos alternando los emisores y comprobando tanto coberturas como parámetros de calidad en rutas en el exterior y también en el  interior de edificios. Pero la señal no era buena en el interior. De hecho para mejorarla tuvimos que recurrir a la instalación de una antena receptora en el tejado del hotel, incluso transmitiendo desde el emplazamiento de los estudios.

Receptor DAB portátil

-¿Entonces, la difusión de la señal DAB es mucho más crítica que la propagación en FM?

- En FM, para que te hagas una idea, cada localidad se cubre con un solo centro emisor con la potencia y la ubicación adecuadas. En DAB estaba previsto también un solo centro emisor. Pero, ante los problemas detectados, en el año 2005 Retevisión nos presentó un estudio para modificar la red de difusión en Madrid y Barcelona, y así poder cubrir interiores.

-¿En qué consistió?

-Tanto para Madrid, como Barcelona, Retevisión proponía duplicar la potencia de los centros emisores principales (pasaban de 1 a 2 kW), y además se añadían cuatro  repetidores (gap fillers o rellenadores), de 250 W cada uno, estratégicamente situados. Todo ello, como te digo, en cada localidad.

Las inversiones se disparaban

-Imagino que estos inconvenientes complicarían mucho la viabilidad económica de la implantación prevista en el concurso.

-Claro, puedes darte cuenta de la dimensión económica de la cuestión. Todos los planes de negocio establecidos al principio para acceder al concurso –si es que alguno era cierto- se iban al traste. Un disparate más que demuestra claramente lo prematuro del concurso de la DAB.

-¿Cuántos esfuerzos realizados para no poder recuperar la inversión?

-Muchos, y todos baldíos. Y no sólo los económicos, sin retorno alguno. Tanto y particularmente desde el plano comercial, en cuyo grupo participaste, como desde el punto de vista técnico. Planteamientos, actuaciones, presentaciones, conversaciones con fabricantes y distribuidores tanto nacionales como extranjeros.  Nada fructificó. Sencillamente creo que no existía la necesidad de una digitalización de la radio en ese momento ni tampoco el eco necesario en la sociedad. En definitiva, como podemos ver, un fiasco total.

-¿En el caso de la DAB, se contemplaba el ‘apagón’ analógico, como ocurrió con la TDT?

-No, al menos en principio.

Continuará...