Digitalización de la Radio en España (IV)

"Sólo en costes de emisión hablamos de 31 millones de euros"

Agustín Ruiz de Aguirre, ex Director Técnico de Unión Radio

-Tú eres crítico hoy día con las aplicaciones de datos que DAB incorpora, y que lo hacían comercialmente muy atractivo.

-Claro, porque cada día que pasa están más satisfechas por la telefonía móvil.

Las cifras de la DAB en España

-¿Y si le ponemos números a la historia?

-Pues hemos estado diez años cubriendo el 51% de la población con veintiún centros emisores diferentes, lo que ha supuesto un pago al operador de 176.000 € al año por concesión. Afortunadamente, con los nuevos planteamientos de cobertura solo del 20%, es decir Madrid y Barcelona y la transformación a DAB+ estas cantidades se reducen notablemente.

Agustín Ruiz de Aguirre

-¿Qué decían los fabricantes de receptores a las peticiones de los radiodifusores españoles?

-Muchas fueron las reuniones mantenidas con ellos a lo largo de estos años. He de decir que siempre fuimos bien recibidos pero con escaso o nulo resultado. Desgraciadamente en España no había fabricantes de receptores y, necesariamente, nos teníamos que dirigir a los representantes de los grandes fabricantes internacionales: Sony, Samsung, Philips, Sanyo, Blaupunkt, etc. Todos ellos manifestaban un cierto interés inicial pero, necesariamente, debían dirigirse a las casas matrices y… ahí quedaba la cosa. Nunca tuvimos respuestas prácticas. Lo mismo te podría decir de los fabricantes de vehículos con los que estuvimos hablando en numerosas ocasiones con el propósito de que incorporasen receptores DAB en los coches.

-¿Y en Gran Bretaña, donde sí iban más avanzados?

-Sí, tenían una línea de producto propio, con unos receptores que, además de no ser baratos precisamente, eran más bien feos, con una estética retro. El Consorcio británico de la DAB ha realizado importantes esfuerzos para la consagración de la DAB en todos los países europeos sin mayores éxitos.

-¿Y los responsables de transportar la señal DAB, cuando se daban cuenta de que aquello no prosperaba?

-Hay que tener en cuenta que ellos eran conscientes también, porque formaban parte del Foro de la Radio Digital, de que todas las gestiones realizadas para lanzar el sistema no prosperaban. Pero creo que de verdad fueron conscientes del fracaso cuando los concesionarios comenzamos a plantear la posibilidad de no ampliar la cobertura y quedarnos en el 51%. Es más, pretendíamos abaratar los costes incluso reduciendo cobertura. Estoy hablando del año 2004 ó 2005. Era vox populi que ningún sector tiraba del carro. Ni receptores, ni aplicaciones de interés complementario a la transmisión de programas, ni programas nuevos y diferentes, ni relanzamiento global europeo.

Europa, sorprendida con España

-¿Qué os transmitían vuestros colegas de otros países cuando os veían metidos hasta las cejas en esta digitalización ‘administrativa’?

-Salvando el caso de Gran Bretaña, inmersa en su particular cruzada DAB que, como ya sabes, adjudicaron múltiplex a empresas determinadas y ellos se encargaron de contratar los programas con los generadores de programas o producto, te puedo decir que los demás no entendían lo que ya decíamos al principio. Es decir, embarcarse en un proceso definitivo, aparentemente incierto y sobre todo muy costoso. Paradojas del destino, y como dices, la tecnología DAB es hoy obsoleta, encaminada a la DAB+ con incompatibilidad de receptores.

-Sin embargo, Alemania también tiraba del carro…

-En el año 1996, visitamos la fábrica de Blaupunkt para hacernos con todo el material necesario de cara a las pruebas de Pamplona. Descubrimos que Alemania tenía unos planes de negocio interesantes. Pero los colegas tampoco entendieron después la manera de desarrollarse el tema en España. Con el tiempo, los alemanes fueron disponiendo de redes DAB en banda III e incluso incorporando receptores en sus vehículos de gama alta, bajo opción, como por ejemplo la casa Mercedes Benz.

Móvil de Nokia con radio DAB

-¿De qué cifras de inversión global estamos hablando con la implantación de la DAB en España?

-Si hablamos sólo de los costes de emisión la cuenta en fácil; 176.000 €/año por concesión o programa, que son dieciocho (tres múltiplex de seis programas cada uno), a lo largo de diez años, suponen una cifra aproximada a los 31.000.000 €.

La radiodifusión digital se ha analogizado

-Esto sólo en la factura a los transportadores de la señal, a lo que hay que sumar los gastos que ocasionó la aventura a los radiodifusores de nuevo cuño, que no disponían de infraestructuras de producción de radio.

-Pues en estos casos, la broma, para unos estudios centrales solamente, podría rondar entre el medio millón y el millón de euros, como así fue realmente. Evidentemente, en estos casos, las inversiones han ido destinadas a las emisoras analógicas que han ido adquiriendo y a sus emisoras web.

-O sea, los radiodifusores digitales se han ‘analogizado’, han hecho el camino a la inversa, algo anacrónico. Pero el concurso DAB exigía un despliegue mayor ¿no?

-Sí, establecía la construcción de estudios o centros de producción en todas y cada una de las capitales (provincias en realidad) en las que se disponía de centro emisor acompañando el despliegue de estos, cosa que nunca se llegó a hacer por parte de ningún concesionario, afortunadamente.

-Los radiodifusores tradicionales lo tuvieron más fácil.

-Era nuestro negocio. En el caso de la SER ya disponíamos de estudios suficientes convenientemente digitalizados como para dar acomodo a la DAB sin mayores esfuerzos, salvo unas pequeñísimas actualizaciones.

Campaña de radio DAB del Foro de la Radio Digital,
que nunca se puso en marcha

-¿Con qué ánimo participaba la Cadena SER en esa implantación de la DAB en España al ver reducidos sus productos a sólo 2?

-Primero hay que tener en cuenta que, como se dijo antes, la implantación de la DAB no suponía el apagón analógico, es decir, seguíamos teniendo nuestros seis productos en el aire. No obstante, es evidente, que si la tecnología DAB fuese la destinada a triunfar en el futuro como única tecnología posible, digital en este caso, y sin nuevas posibilidades de acceder a ella mediante nuevos concursos, nos veríamos perjudicados  claramente.

Diferencia de tempos de los radiodifusores

-¿El punto de vista de la SER para motivarse en esta aventura era, pues, la coexistencia de señales digitales y analógicas?

-Sí, nosotros siempre contemplamos las concesiones DAB como una vía, canal o posibilidad diferente y añadida al tradicional modelo analógico de carácter local y emitiendo en cadena, por dos razones. En primer lugar porque las concesiones DAB eran de cobertura nacional. Una sin desconexiones lo que significa difundir el mismo programa en todo el territorio nacional y en la misma frecuencia y otro con desconexiones provinciales, es decir, diferente frecuencia en cada provincia.

-O sea que una de las fuentes de ingresos fundamentales en la radio –los mercados local y regional- se quedaban fuera de la digitalización, en manos analógicas?

-Al menos de momento. Cabrían más adelante concursos DAB de frecuencias a esos niveles geográficos. Pero sí, no había posibilidades de realizar programación y desconexiones locales como se hace ahora con las concesiones analógicas tanto de AM como de FM. Quedaba todo un mercado local, el tradicional,  por explotar tanto programáticamente como comercialmente, lo que seguiría en manos de las emisoras analógicas y/o, como te digo, de posibles futuras concesiones DAB locales que las pudiesen sustituir.

-¿No es verdad entonces esa acusación a la SER de que no quería que prosperara la DAB?

-En absoluto. Nuestro ánimo fue siempre positivo en este sentido, incluso desde antes de publicarse el concurso DAB. Como muestra, nuestra experiencia en Pamplona, primera transmisión completa realizada en España con esta tecnología. No hay que ocultar, por otra parte, que los más interesados en el desarrollo rápido de la DAB eran aquellos nuevos radiodifusores que, en virtud de una concesión única, tenían una cobertura nacional sin haber realizado el tremendo esfuerzo a lo largo de muchos años para constituir una red de emisoras. Lamentablemente para ellos la realidad se impuso.

Próxima entrevista: Javier Sánchez, responsable de planificación técnica de RNE.