Las potencialidades de la Cope
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La situación en el panorama radiofónico español ha sufrido una transformación sustancial en el área de deportes. El equipo líder del deporte español, que realizaba el programa ‘Carrusel Deportivo’ en la Cadena SER, con Paco González y Pepe Domingo Castaño a la cabeza, además de Manolo Lama como principal narrador, cambió de camiseta y de micrófono, abandonó el amarillo y abrazó el azul de la COPE la pasada temporada. La operación está provocando un trasvase de oyentes de la cadena de Prisa a la de la Conferencia Episcopal, trasvase que es posible que en varias oleadas más del EGM, supere o iguale a la SER, haciéndole perder su histórico liderazgo en deportes, pese al esfuerzo evidente de preservar su liderazgo con una nueva, y atractiva ciertamente, oferta.
Esta circunstancia –superar la imbatibilidad de la SER en deportes- se convertiría en el mayor hito de la reciente historia de la radio española de los últimos quince años. Y sería un triunfo. Pero la batalla la seguiría ganando la Cadena SER si no se ampliara la operación a otras áreas de contenidos, más allá del deporte, cuyo tiempo de emisión se concentra en el fin de semana y en competiciones puntuales de lunes a viernes. No es, de ninguna manera, la columna vertebral de la programación de una cadena de radio generalista, sino sólo un aldabón –aldabón fundamental, pero sólo uno- del mecanismo principal de una cadena que aspire al liderazgo.
Paco González y Pepe Domingo Castaño, en otro tiempo la 'fuerza de la SER'. (Fotografía Pedro Menéndez) |
La posible pérdida de liderazgo de la SER en los contenidos deportivos y la situación empresarial más que complicada que atraviesa el Grupo Prisa al que pertenece, lastrado por una deuda millonaria y la entrada en el accionariado de un grupo americano que sólo persigue la rentabilidad de sus inversiones, son circunstancias que deben aconsejar a la competencia mover ficha para beneficiarse de la debilidad de su competidor más directo.
Las potencialidades de la COPE han quedado de manifiesto en el nuevo ‘Tiempo de Juego’, que todavía arrojará mejores resultados de audiencia y de facturación. Sin embargo, no resulta rentable que oyentes declarados de la SER cambien de dial para oír los deportes y regresen inmediatamente después a su emisora de referencia. ¿Qué hay en la COPE que provoque su rechazo más allá de los deportes?
Se trata de una pregunta que requiere una reflexión profunda, que abarca razones sociológicas e ideológicas, y sobre todo, de posicionamiento, de imagen de marca. Todo influye y todo merece ser estudiado y reflexionado, a fin de corregir los defectos que están provocando en los nuevos oyentes un rechazo a los contenidos no deportivos de la COPE.
Dejando al margen de esta reflexión en voz alta la línea editorial de COPE, que equivaldría al fondo; lo que deberían proponerse sus responsables, si pretenden aspirar al liderazgo, es acometer una profunda renovación de sus contenidos, dirigida a rentabilizar la operación puesta en marcha con la nueva área de deportes.
De no hacerlo así, el deporte se convertirá en una isla programática de esta cadena de emisoras, sin apenas repercusión en la audiencia, más allá de los programas inmediatamente anteriores y posteriores que se benefician del potente EGM de ‘Tiempo de Juego’ y del correspondiente incremento proporcional en la audiencia global de la cadena.
Los mismos Paco y Pepe, con los colores cambiados, en COPE
en la rueda de prensa de presentación (Fotografía EFE) |
La renovación, siempre en la forma, nunca en el fondo, debería, a mi modesto modo de ver, rejuvenecer la antena, consolidar la audiencia tradicional de COPE –de un perfil de edad más elevado que el de otras cadenas de radio de la competencia-; fidelizar a los nuevos oyentes atraídos por el deporte para que permanezcan en su dial y no emprendan la huída (o el regreso a su emisora de referencia) y por último, y no menos importante, ganar nuevos oyentes.
La imagen de COPE que se proyecta entre los nuevos oyentes atraídos por Paco González y su equipo es negativa. No ayudaron mucho las declaraciones iniciales en varias redes sociales del propio González cuando, poco después de fichar por COPE, y a modo de justificación de su nuevo destino profesional, manifestó que “ni en la SER me obligaban a jalear a Zapatero ni en la COPE me obligan a ir a misa”. No resultaría muy gratuito concluir, a la vista de estas declaraciones, que la mayoría de los oyentes de COPE van a misa.
Al contrario, se debe aspirar a que no sólo las personas que acuden a misa puedan encontrarse cómodas escuchando la COPE. Lo contrario equivaldría a reducir innecesaria e irresponsablemente el marco de actuación de COPE sobre la curva ideológica mayoritaria de nuestro país situada en torno al centro.
El humanismo cristiano inspirador de la labor de COPE es perfectamente compatible con una forma más moderna en la exposición y planteamiento de los temas y en un mejor aprovechamiento de las nuevas herramientas digitales para acercar y vincular más al oyente a su dial.
La Cadena Ser fue la culpable de que estudiara periodismo y, posteriormente, de que amara esta profesión al realizar mis primeras prácticas en esta emisora. Hasta la llegada de Paco González y CIA no solía sintonizar la COPE, pues temía escuchar a Federico Jiménez los Santos y, por qué no decirlo, como ateo que soy no me apetecía escuchar la emisora de los obispos, con los que difieron en muchos aspectos.
ResponderEliminarSin embargo, dejando a un lado mis creencias, escuchar Tiempo de Juego no es cambiar de ideología, simplemente de frecuencia. Sigo admirando la profesionalidad y la cercanía de Paco González y hoy mismo a las 7 le estaré escuchando.
Eso no quita que la Cadena Ser, en bloque, sea mejor que la Cope a pesar de sus últimos más que discutibles movimientos.
Llevaba mucho tiempo queriendo leer un artículo como este, y si viene de Gorka Zumeta, mucho mejor. Felicidades y enhorabuena por el blog, lo añado a mis preferidos.
Un abrazo, Diego O.
Y además de lo dicho, estamos los jóvenes. Los nuevos amantes de la radio, los que aún conservamos intacta la ilusión al ponernos al frente de un micrófono aunque no tengamos sueldos millonarios. Los que no pensamos en audiencias sino en personas a las que les acompañamos e informamos cada mañana.
ResponderEliminarJóvenes carentes de grandes oportunidades, que tenemos mucho que aprender, pero mucho que aportar a la magia de la radio.
Es bueno leer y escuchar a los que llevan un camino recorrido, hace que no se pierda la referencia.
Un abrazo!