Las entrevistas de Carlos Alsina, para cuatro cafés
https://www.gorkazumeta.com/2017/03/las-entrevistas-de-carlos-alsina-para.html
El codirector de "Más de Uno", en Onda Cero Radio
Periodismo de casta: reivindicar
la información sobre la opinión
El periodista Segundo Sanz, en VozPópuli.com escribía
el pasado 24 de marzo que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quedó en evidencia delante de los oyentes de Onda Cero, al desconocer los entresijos del
Código Penal, que tan a menudo y, al parecer, tan gratuitamente, critica. El striptease político se produjo en el
programa “Más de Uno”, en su primera parte, responsabilidad directa de Carlos Alsina, al que la profesora de
radio de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Chelo Sánchez Serrano califica de “narrador
más completo y sólido que tiene en estos momentos la radio española”.
Iglesias, ignorando las reformas
introducidas en el mencionado Código legislativo, volvió a insistir en que la
agresión sufrida por dos guardias civiles en Alsasua (Navarra)
el pasado octubre a manos de un grupo de radicales no puede considerarse un presunto
"delito de terrorismo", sino "falta de lesiones".
Fue entonces cuando el conductor del espacio radiofónico, Carlos Alsina, salió al paso de sus
declaraciones espetándole: "Señor
Iglesias, las faltas de lesiones no existen desde la reforma del Código Penal
que se hizo en 2015". El cambio normativo las encuadró en el
bloque de "delitos leves".
Los desayunos de Alsina se le pueden atragantar a "Más de Uno". Fotografía El Mundo para esta entrevista |
A partir de aquí, el secretario
general de Podemos, “descolocado” -calificaba
Sanz-, afirmó que en todo caso ‘cuando hay un ilícito penal,
corresponde al juez decidir qué tipo se le aplica’. Pero Alsina, con la
información en la mano, volvió a desarmar a Iglesias, indicándole que “eso ya lo ha hecho el tribunal y aquí apreció que el tipo es
delito de terrorismo”.
Aun estando de acuerdo, como no
puede ser de otra forma, con la profesora Sánchez Serrano, me atrevo a seguir
sumando condiciones a la valoración que le merece el trabajo de Alsina, en Onda Cero. Además de narrador, que tiene que
ver con los resortes y los intríngulis del medio, que tan bien maneja, de uno y
otro lado de la pecera, por vocación militante; además, digo, puede afirmarse
que Alsina está haciendo, hoy por hoy (y no es una referencia irónica a la
competencia, o sí, por qué no…), el mejor periodismo que pueda hacerse en
radio.
Debe ser labor del periodista desarmar al político, amputarle de su zona de confort, extirparle su previsibilidad y mostrarle sus carencias
Alsina, contra lo que pueda
parecer, no es un crítico con la labor de Pablo Iglesias, ni en su interés está
ridiculizarle, no; en su verdadero interés está el reivindicar la información
sobre la opinión. Aquel mismo argumento que Iñaki Gabilondo empleó en un
postcast que tuve la oportunidad de
publicar en mi web no hace mucho tiempo, en el que el periodista vasco se
quejaba de los ‘tertulianos ignorantes’, afirmando que "hay demasiada
gente que tiene opinión antes de tener información; es más, no necesita tener
ninguna información para tener opinión; es más, no hay información que
modifique su opinión". Resulta
tremendamente fácil interpretar la realidad que uno ve, aunque no sea la
verdadera, sino una mera visión interesada. Lo que ocurre es que, si no media
la labor de un auténtico profesional que se haya molestado por verificar si esa
interpretación se ajusta a la realidad, la ciudadanía continúa sumergida en el
error deliberado.
Alsina está jugando muy bien sus cartas. Y Onda
Cero, desde luego, por extensión, se está beneficiando de las
circunstancias. Pero este periodista madrileño, del 69, de la generación de ‘Los
Chiripitiflaúticos’, está -como todos- en el mercado. Ya en su día, allá
por 2008, se llegó a anunciar que había sido fichado por Punto Radio y Onda
Cero, in extremis, consiguió retenerlo a base de engordar su nómina.
Quiero pensar que en este caso era cierto (lo era…), pero no me resisto a recordar la simpática anécdota referida por Juan Luis Cano en torno a la estrategia
que utilizaron en Antena 3 Radio Guillermo
Fesser y él para lograr un considerable aumento de sueldo de su jefe Manolo Martín Ferrand. El
caso es que la cadena de radio de Atresmedia consiguió retener a su estrella,
entonces director de “La Brújula”.
Precisamente por este ‘programa
informativo’ (y digo bien, ‘programa’ e ‘informativo’, porque
así lo denomina el propio Alsina, subrayando en primer lugar el sustantivo)
recibió el Premio Ondas en 2015, por “crear un estilo propio en las
noches de la radio española”. Y allí, en el atril, con el caballo alado en
su mano, ante toda la plana mayor de Prisa, con Juan Luis Cebrián a la cabeza, se atrevió a ‘locutar’ una cuña
promocional de Onda Cero. ¡Toma ya! ¡Me dan un premio por mi
trabajo, pues muy bien, ensalzo dónde me dejan hacer lo que hago! Aquel
episodio fue muy criticado por algunos de los miembros del staff de Prisa.
"A ver qué me va a preguntar este Alsina", seguro que piensa Rajoy (Fotografía OndaCero.es) |
Por aquel entonces escribí que Alsina sería un buen fichaje para la SER.
Y este premio, el Ondas, suponía sin duda allanar el camino de
acercamiento. De hecho, pese a las críticas a las que me he referido, Alsina
estuvo departiendo muy amablemente, incluso con grandes elogios de por medio a
su labor, y cordiales felicitaciones a su trabajo, con los directivos de Prisa
Radio, anfitriones del sarao. El propio periodista de Onda
Cero no dejaba de mostrar su sorpresa, en algunos de sus círculos más
próximos, por haber sido elegido para premiarle con un Pegaso.
Alsina está haciendo, hoy por hoy, el mejor periodismo que pueda hacerse en radio
Sin embargo, las entrevistas de Carlos Alsina, lejos de adular, utilizando
la elegancia de la lisonja como estrategia, marcan una diferencia -y un sello
evidente- con respecto al resto de sus competidores de la mañana. Frente a los interrogatorios
amarillos del líder o las preguntas tan comedidas de la pública, por no
citar, en ocasiones, el descabello al que somete a algunos de sus
invitados quien dice en su logo que es radio, otrora incomodando a los
obispos; Alsina responde a esa máxima que aprendí de mis mayores, y a la que me
he referido en numerosas ocasiones de que “ante la duda, haz periodismo”.
El codirector de “Más de Uno”, en Onda
Cero, no se casa con nadie. Y se niega en rotundo a ofrecer pistas
en torno a su etiqueta ideológica. No en vano, me reconocía que la cadena radiofónica en la
que trabajaba carecía de una adscripción política clara, por decisión propia.
De hecho, tras la concesión del Ondas escribía que
este galardón venía a “coronar una labor callada que intenta desideologizar la
antena, alejarla de las etiquetas partidistas que todos conocemos.
Pero siendo como es España, tan vehemente siempre, la operación no está exenta
de grandes riesgos, que él conoce bien”. Lo de Alsina es una apuesta por el
buen periodismo, alejado de pegatinas de partido. Un periodismo arriesgado,
callado, elegante, que prescinde de la altivez de otros colegas, y del grito
como discurso.
A este paso, quien se acerque a las mañanas de la radio en Onda Cero, a ser entrevistado por Carlos Alsina, va a tener que tomarse cuatro tazas de café bien colmadas para estar muy despierto ante las preguntas de este periodista que se crece en la réplica, porque la ha trabajado previamente en profundidad. El de Pablo Iglesias no es un caso aislado. La actitud de Alsina es igual para todos. Busca el ‘zasca’, lo persigue; pero no -insisto- por el hecho de ridiculizar a sus invitados; sino por el desiderátum del respeto escrupuloso a los hechos, tan esquivos a menudo.
Entrevista de Carlos Alsina a Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo de Prisa. La tensión se cortaba con cuchillo (Fotografía OndaCero.es) |
A este paso, quien se acerque a las mañanas de la radio en Onda Cero, a ser entrevistado por Carlos Alsina, va a tener que tomarse cuatro tazas de café bien colmadas para estar muy despierto ante las preguntas de este periodista que se crece en la réplica, porque la ha trabajado previamente en profundidad. El de Pablo Iglesias no es un caso aislado. La actitud de Alsina es igual para todos. Busca el ‘zasca’, lo persigue; pero no -insisto- por el hecho de ridiculizar a sus invitados; sino por el desiderátum del respeto escrupuloso a los hechos, tan esquivos a menudo.
Así ocurrió con Artur Más,
el expresident, que sumó tensión extrema al encuentro, "usted le verá base legal a mi juicio,
pero no la tiene" o las más llamativas, por el personaje,
de todas cuantas ha realizado recientemente, centradas en el presidente del
gobierno, Mariano Rajoy, que salió trasquilado en un par de
ocasiones: la primera por desconocer si los catalanes, caso de
independizarse de España, perderían su condición de ciudadanos europeos y la segunda,
más próxima en el tiempo, cuando el
presidente tuvo que admitir -no le quedaba otra salida- que Alsina le había “sorprendido”,
porque no sabía que el abogado del PP en el juicio que tiene lugar en la
Audiencia Nacional de San Fernando de Henares por el Caso Gürtel, había pedido
la nulidad del proceso.
Pero sin duda el encuentro más tenso de los vividos en las mañanas de “Más
de Uno” tuvo lugar el pasado 12 de diciembre cuando acudió a la invitación
de Onda
Cero el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, al que saludó en Barcelona en 2015, en la gala
de los Ondas. Cebrián estaba de promoción de su libro “Primera Página” y,
como las folklóricas, se encontraba en gira de promoción. Pero, como todo
(¿buen?) periodista, debería saber que el libro, en argot, era “la percha” (la
excusa) para entrevistarle y, claro, Alsina no se iba a brindar, tal y como es,
a facilitarle el publirreportaje.
Los papeles de Panamá surgieron de por medio, la referencia al demonio
de La Sexta, los despidos de la SER de periodistas próximos a Atresmedia y
hasta su propio patrimonio personal, y Cebrián se sintió acosado por un
cuestionario de Alsina que intentaba buscar respuestas, en algunos casos a la
sinrazón y al berrinche. La propia web de Onda Cero tituló, siendo
generosa, que la entrevista se había convertido en un rifirrafe,
pero en realidad lo que pudieron escuchar los oyentes de “Más de Uno”
aquella mañana fue, directamente, una disputa verbal, en toda regla, en la que
el culmen de tensión se produjo cuando Cebrián, auténticamente incómodo (se pueden ver las imágenes, que confirman su embarazo) le inquirió: “Me
puede preguntar usted cuántas veces me he masturbado”, a lo que,
muy hábil Alsina, le respondió: “pero eso no es relevante”.
Alsina con Pablo Iglesias, el líder de 'Podemos' (Fotografía OndaCero.es) |
Tras la entrevista a Cebrián , no creo que Alsina sea invitado a fichar por la SER, pero haría un muy buen ‘Hoy por Hoy’
Tras esta entrevista, desde luego, y pese al ‘efecto Ondas’, Alsina no
creo que sea invitado a fichar por la SER, pero haría un muy buen ‘Hoy
por Hoy’ (entero, por favor). Cebrián no creo que atienda a otra de sus
invitaciones “envenenadas”… Pero, quién sabe, la historia se escribe con muchos
renglones, y tal vez el cierre de la página de Cebrián en
la cúpula de Prisa no esté muy lejano, a juzgar por la situación interna de los
accionistas de Prisa y la pérdida de la familia Polanco de su condición de máximo
accionista del Grupo.
Pero, volviendo a las entrevistas de Alsina, hay que apuntar que, pese
a que no todas adquieren lógicamente, la condición de muy relevantes, sí que es
cierto que se evidencia el esfuerzo del periodista por hacer prevalecer la
información, lo más ajustada posible a la verdad, frente a los circunloquios tan
propios de los políticos. Debe ser labor del (buen) periodista desarmar al político,
amputarle de su zona de confort, extirparle su previsibilidad y mostrarle sus
carencias. Pero no mediante interrogatorios, sino a través de entrevistas elegantes. Y en esto, Alsina nos demuestra que su escudo de armas
tiene extraordinarios soportes.
Sin animo de enmendarte la mayor (que ni por asomo y así te lo hice saber en Twitter, pues coincido hasta con los entrecomillados de tu artículo), no le veo acomodo al gran Carlos Alsina en la Cadena SER. Ni con Cebrián ni sin él. Por mucho que haya cambiado el accionariado y la propiedad del Grupo PRISA, que lo ha hecho y eso es indudable, no le veo haciendo a un canterano de la competencia el buque insignia de esa casa y, en resumen, de la radio española.
ResponderEliminarMe da la sensación de que PRISA siempre ha mirado mucho eso. En el caso concreto de Pepa Bueno me entran las dudas porque es canterana de RNE y siempre fue trabajadora de la corporación RTVE, pero sospecho que hizo algún pinito en Radio Extremadura SER en sus comienzos en la profesión. Seguro que tú lo sabes a ciencia cierta, Gorka. Eso demostraría que hasta en el caso particular de Bueno, conocida por su labor en el ente público, se ha vigilado que tenga algún tipo de pasado en PRISA; tal fue el caso del propio Carles Francino que, sin ser canterano SER, sí lo fue de la división audiovisual del grupo al pertenecer a la plantilla fundacional de Canal+, siendo uno de los primeros presentadores de la primera cadena de pago que tuvimos en nuestro país.
Por la idiosincrasia de PRISA y su línea editorial adscrita (para qué engañarnos) a la izquierda, creo que, de pescar en Onda Cero, Cadena SER pescaría antes a Julia Otero, que tiene una afinidad ideológica mayor con el grupo. Por ello y por su exitosa trayectoria en la competencia, sostenida a lo largo del tiempo (ha plantado cara a Javier Sardá, Gemma Nierga y ahora a Carles Francino), sostengo que Julia tendría más acomodo en la SER que Carlos Alsina. A nivel de audiencia, incluso, creo que la propia Otero le ha quitado más oyentes al líder que el gran Alsina. Ahí está el EGM que tan bien conoces para comprobarlo. Sin ser Julia Otero, también le veo mayor cabida en 'Hoy por Hoy' a Juan Ramón Lucas, otro canterano de la SER que dio sus primeros pasos con Iñaki Gabilondo y Carlos Llamas, entre otros, en Radio Madrid. Y Lucas también le quitó bastantes oyentes cuanto dirigió el matinal "En días como hoy" en la radio pública, como también se los sigue quitando a Gemma actualmente dirigiendo y conduciendo el tramo de variedades de 'Más de Uno'.
En resumen, pescando o no en Onda Cero, con Cebrián o sin Cebrián, yo creo que la SER apostará por un canterano o una canterana de la casa cuando toque sustituir a Pepa Bueno. No sé si apostarán por alguno de sus actuales presentadores (Javier del Pino, por ejemplo) o trasladarán a Àngels Barceló a las mañanas, algo que no veo muy factible pues ella ya ha dejado claro que se siente cómoda en su actual horario y no le apetece nada un cambio. O bien apostarán por algun/a de l@s canteran@s que tienen desperdigad@s por las televisiones: Ana Pastor, Ferreras, Mamen Mendizábal, Silvia Intxaurrondo, Javier Ruiz o Jesús Cintora. Si se me admite mi opinión, este último sería mi favorito; aunque tengo clarísimo que cualquiera de los nombres que hemos propuesto, empezando por Alsina, harían un gran 'Hoy por Hoy'.
A Carlos Alsina, por su parte, le vería más acomodo en la Cadena COPE de salir de Onda Cero. Allí está su ex compañero y amigo Carlos Herrera, con el que siempre se ha intercambios reconocimientos y halagos mutuos, y quien supongo daría su aprobación a que Alsina fuese su sustituto en Onda Cero. Tengo la certeza de que cuando don Carlos dé un paso al costado después de su exitosa etapa en COPE, su favorito para sustituirle será Alsina. Y ante esa recomendación, poca resistencia deberían oponer los señores obispos.
Gracias de nuevo Álex por dedicar tu tiempo a esta web y enriquecer el debate.
EliminarEs cierto que en Prisa se mira el ‘pedigrí’ de los profesionales que trabajan en la casa, pero esto no constituye obstáculo para fichar nombres que carecen de ese origen, como Pepa Bueno, que empezó en Onda Imefe (Madrid) y pasó por RNE en Extremadura y Aragón -y no se le conoce vinculación con la SER, que yo sepa- ni Àngels Barceló, por citar nombres muy conocidos. Sí en cambio, y discrepo de tu análisis, por tanto, a Carles Francino, que participó en el equipo fundacional de Canal +, es cierto, pero antes había ‘nacido’ profesionalmente en Radio Reus, junto a nombres como el de Andreu Buenafuente. Francino era, por tanto, un ‘hombre de la SER’ que se pasó al ‘lado oscuro’ de la televisión, cosechó un éxito razonable en Canal + y se hizo mucho más popular en TV3 Cataluña presentando sus informativos.
Pero si hay alguna casa que ha apostado por la cantera ha sido la SER, una política que, en los últimos años, no se ha prodigado mucho, no por falta de nombres en Gran Vía 32, y en el resto de la cadena, doy fe, que lo merezcan; sino por otra serie de circunstancias, entre otras por directivos valientes que apostaran por esta política, como Daniel Gavela. Ahí están los nombres, sobre todo, de Carlos Llamas, o de Gemma Nierga; aunque el mayor representante de esta corriente empieza por el del propio Iñaki Gabilondo.
Alsina está construyendo una magnífica marca personal. Y el premio Ondas, así lo escribí en su día, y me reitero en el argumento, no es una casualidad. Todos los premios tienen detrás una intencionalidad. Más o menos clara o manifiesta. Dices que la SER tiene una línea clara ‘de izquierda’. Vuelvo a discrepar contigo, desde el respeto, como no podría ser de otra forma. Pero esa línea, que en su momento pudo existir, se ha descafeinado producto de la situación económica, y su (gran) dependencia de los poderes económicos, y políticos. Los amores de Prisa con el PP, por puro interés, nunca mejor dicho, son conocidos y palmarios y en muy poco favorecen esa imagen progresista que enarboló otrora.
¿Alsina en Cope? ¿Por qué no? Pero no le veo. Y sería muy poco astuta Onda Cero si le dejara escapar. Ya pujó en su día por él cuando -como comentaba en el post- existió la posibilidad de su fichaje por otra cadena. Pero debería tenerlo en palmitas, porque es su principal activo.
Hablas de Alsina en Cope, y lo relacionas, o justificas, con Herrera, en su condición de “excompañero” y “amigo”. Sí a lo primero, no a lo segundo. No porque se llevaran mal. Simplemente, no se llevaban mucho. Pero existe, efectivamente, el respeto mutuo, y cada uno conoce las fortalezas y debilidades del otro. De hecho, las relaciones de los grandes comunicadores de Onda Cero entre sí son muy mejorables. Pero esta situación de reinos de Taifas de la cadena de Atresmedia, no es una exclusiva suya. En la SER no es novedad escuchar los desplantes de Pepa Bueno a Gemma Nierga en los momentos del relevo matinal o, en sus tiempos, los malos modos de Luis del Olmo con su gente, en la propia antena. La radio todo lo filtra y el oyente lo percibe, sin grandes esfuerzos.
Sinceramente, creo que Alsina no desentonaría nada en la SER, pero esta casa debería apostar, de una vez por todas, por nombres que tiene dentro, y que no ha promocionado como debiera, y no recurrir a los profesionales que has citado, que (aunque con pedigrí SER) se han pasado a la televisión y algunos de ellos están marcados por una manera de ejercer el periodismo que los aleja del ‘estilo SER’ que, desgraciadamente, está en extinción, si exceptuamos nombres como los del citado Javier del Pino, Pedro Blanco o mi paisano Aimar Bretos.
Gracias de nuevo por tu reflexión. Un saludo!