Javier Gallego: "Me he chamuscado, pero no estoy quemado"
https://www.gorkazumeta.com/2014/09/entrevista-javier-gallego-i.html
Entrevista al director
de “carnecruda.es” (I)
Mi memoria, más voluntarista que infalible, sitúa a Javier Gallego a finales de los noventa,
en la SER. Llegó en una magnífica
hornada, junto con Toni Garrido y Celia Montalbán. Yo, que había
conocido, y trabajado, años atrás, con Toni, sabía que quien le acompañara tenía
que participar en su mismo club de la
creatividad radiofónica y tener su misma madera inconformista con la radio
imperante. No me equivoqué. ¡Tampoco la apuesta era tan arriesgada! Javier
demostró, allá donde trabajó (“De nueve a
nueve y media”, “No somos nadie”,
etc.) que su inquietud por este oficio le llevaba a circular por caminos complicados,
no exentos de riesgo. Caminos que le conducían a veces a la brillantez, las más;
y a veces al exceso, a la polémica, nunca a la indiferencia. Ha practicado esta
misma filosofía durante toda su vida profesional y se ha llevado varios palos
que le han hecho crecer aún más, tal vez por esa frase que dice “los profesionales de éxito son, ante todo,
profesionales del fracaso”. De RNE
le echaron. Y con su salida, prácticamente, le llegó el Ondas que le concedió Prisa Radio en 2012. Al mismo tiempo, la SER le fichó pero, y ahora se confirma con
los hechos, más llevada por la pelea política que realmente por su convencimiento
en el producto: “Carne Cruda”, un programa de sátira política,
casi siempre despiadado en la crítica y rotundo en los planteamientos, que
relegaron a su página web. Ahora, también fuera de la cadena de Prisa, ha decidido subirse al carro de la
radio online y encabezar su propio proyecto. “Carne Cruda 2.0”
ha muerto, señores; pero ha nacido “Carnecruda.es, la república independiente de la
radio”.
Javier Gallego Garrido (Captura video 'Carne Cruda') |
-Es una peli de acción y de tiros en la que está siendo difícil sobrevivir. Parece claro que vivimos malos tiempos para la libertad de prensa en España que nunca ha gozado de muy buena salud pero que hoy está para que la hospitalicen. Con la crisis empresarial de los medios, el periodismo se ha quedado en manos de bancos, fondos de inversión, grandes empresas o partidos de gobierno que no llevan bien la crítica desde dentro y mucho menos en un momento en el que están en la diana de una gran parte del público que les hace responsables de la situación del país y con razón. En ese territorio comanche, es difícil ejercer el periodismo con libertad y mucho menos el periodismo crítico.
-Pero sin embargo, hay compañeros nuestros que sí mantienen la crítica al poder
-Pero sin embargo, hay compañeros nuestros que sí mantienen la crítica al poder
-Creo que algunos lo hacen con más habilidad que yo, más mano izquierda, quizá en mi caso voy demasiado de frente y eso me ha costado ya dos trabajos y no pocos disgustos. Pero la reflexión que hago es, sin embargo, positiva: al mal tiempo, muchos periodistas le están poniendo mejor periodismo.
-¿El periodismo, ante estas nuevas circunstancias, está también espabilando a muchos?
-¡Sin duda! Creo que nos ha comprometido con la profesión y al margen de los grandes medios, están surgiendo iniciativas periodísticas más independientes y muy estimulantes. Parafraseando a Golpes Bajos, son malos tiempos para la libertad de prensa y sin embargo buenos tiempos para el periodismo libre.
Imagen de su tiempo en la SER, junto al periodista Eugenio García Gascón, en octubre de 2013 (Foto Mikel Ayestarán) |
-En alguna de las entrevistas que te han hecho he podido leer una brillante frase tuya en la que decías que “el periodismo no tiene que ser el cuarto poder, sino el contrapoder”. ¿Quién juega con fuego termina por quemarse, sobre todo si el lanzallamas es muy potente…?
-Si me preguntas si me he quemado por intentar pelear contra el lanzallamas, no. Me he chamuscado sí, pero no estoy quemado. Al contrario, el conflicto me enciende. Creo que el que se quema es el periodismo que se queda hipnotizado con esa llama tan sugerente para algunos que es el poder. Se quema y no hace más que humo y cada vez hay más gente que se da cuenta de cuando le están intentando vender humo. En ese sentido digo que el periodismo no debe ser un poder más.
-¿La proximidad, la convivencia, con el poder puede restar independencia?
-Desde luego. Cuando esta profesión se sube ahí arriba con los jerifaltes y hace migas con ellos, pierde la cercanía con la calle por un lado y, por otro, la distancia necesaria para juzgar con rigor a la clase dirigente, a la que no me negarás Gorka que hay que atar en corto porque si no, se desmadran. Es una obviedad que, sin embargo, hay que repetir: el periodismo debe servir al ciudadano, no al poderoso. Es un servicio público y la información veraz, un derecho constitucional. El periodista es el interlocutor, el enviado, que tiene la sociedad para controlar y certificar que quien manda no se exceda en el uso de su poder. Entre otras funciones, el periodismo es una auditoría de los poderes públicos y privados. Creo que no se le da la suficiente importancia a esto que es una de las bases de una democracia.
-¿Terminaste siendo incómodo para RNE, con el PP detrás, y has vuelto a ser incómodo en una SER algo descafeinada de la izquierda y acomodaticia? ¿Ahora, cómo te planteas la aventura: pretendes ser incómodo sólo con el poder? ¿Te dejarán?
-Como te decía, creo que el periodismo no debe resultar cómodo porque el periodismo es pregunta, es un cuestionamiento de la realidad y todo lo que cuestiona la realidad, lo que interrumpe la inercia, lo que pone en tela de juicio el orden cotidiano, incomoda. Y creo que eso está también en el ADN del periodismo. Preguntar. Dudar. No dar nada por hecho.
-¿Y tu forma de concebir el periodismo es, entonces, generar incomodidad?
-No, te matizo. Dicho esto, no es mi intención ir generando incomodidad allí donde voy pero es que vivimos una época en la que muchos ciudadanos sufren muchas incomodidades por culpa de decisiones políticas y empresariales que son muy injustas con la mayoría y creo que eso hay que denunciarlo aunque no guste al gobernante o empresario de turno. El periodista tiene que correr ciertos riesgos. También para nosotros tiene que haber una cierta incomodidad porque si no, haremos periodismo de carril, acomodaticio.
-A ti no te han dejado ser incómodo en los medios tradicionales..
-…cierto, pero ahora voy a hacer el programa con la financiación de la audiencia así que ya no sé cómo van a evitar que diga lo que pienso. Por otro lado, no es solo al poder al que debes resultarle incómodo. Creo que también es una función del periodista cuestionar a la sociedad en la que vive, empezando por sí mismo.
-¿La autocrítica?
-¡Exacto! Ninguno tenemos la verdad absoluta y a los periodistas nos viene muy bien cuando nos rebaten y nos obligan a repensar. Yo tengo debates muy encendidos en las redes que me han hecho cambiar puntos de vista y eso es sano, creo. A todo esto parece que vivo la profesión como una incomodidad y no es así. Pero sí que pienso que no debe acomodarse. Me gusta que tenga tensión, sorpresa, imprevistos.
La radio envuelta en carne cruda... |
-Los límites los ponen la ley y la buena educación. Creo no haber caído nunca en el insulto. Es cierto que he hecho sátira y la sátira es despiadada. La sátira es cruel, dura, borde. Si no, es inofensiva. Se bordea la falta de respeto y alguna vez es posible que yo haya rebasado esa línea. He discutido sobre esto con algún oyente y en ocasiones no me ha importado reconocer el error. Pero también es verdad que a los ciudadanos nos faltan también mucho el respeto últimamente nuestros presuntos representantes y como dice Lucio Urtubia, un anarquista admirable al que entrevisté en la radio, no se puede respetar a quien no te respeta.
-¿Si puedes elegir, eliges una crítica más elegante, o la más burda.
-Soy de los que piensa que la crítica es más efectiva cuando es menos histriónica y más afinada. Es a lo que yo aspiro aunque probablemente me quedan años y puede que por eso haya gente que me acusa de extremista y demagogo. Puede ser que algunos argumentos que he utilizado lo hayan sido, aunque no conscientemente, pero también creo que parece extremista lo que digo porque la realidad en nuestro país es extrema. Lo es para mucha gente que lo está pasando muy mal, que lo ha perdido todo o casi todo, y lo es porque tenemos una clase política con comportamientos extremadamente inmorales. Creo que no es demagogia denunciarlo. A algunos les puede parecer que sermoneo y seguro que no estoy libre de pecado, pero siempre he estado abierto a discutir lo que pienso con quienes opinan distinto a mí. Me gusta hablar claro, crudo, precisamente para abrir debates, no para cerrarlos.
Continúa…
Me llamo José luis y soy un oyente activo. Compre mi primera radio wifi en 2007. Escucho radios en Francia, Bélgica, Inglaterra, Argentina, México... No puedo vivir sin Tunein Radio.
ResponderEliminarLuego soy un oyente dispuesto y abierto a descubrir nuevas radios y nuevos medios de difusión.
Estoy siguiendo con mucho interés los artículos en este blog relacionados con la radio online.
Y me he puesto a escuchar algunas de ellas como el nuevo proyecto de Miguel Abellan y su Radio 4g.com y el Morning Glory del Grupo Mediaset.
Sinceramente todavía no entiendo que tipo ventaja aporta este tipo de medios con relación a la programacion existente ya en la FM en España.
Como oyente mi dirijo a las radios onlines si ofrecen una programacion distinta a la que ya puedo escuchar en el dial.
Estos días en Radio 4g.com he escuchado una entrevista a Raúl del Pozo, a Isabel San Sebastián, a Hermann Tertsch y al hijo de Isabel Pantoja. Ademas tiene programa el omnipresente Alfonso Rojo.
¿Para eso se monta una radio online?
De la misma forma en el proyecto de Radio de Morning Glory de Mediaset su inicio es a las 9h30 con un programa deportivo y obviamente basado casi exclusivamente en en el fútbol
Como oyente para escuchar radios onlines necesito escuchar una programacion alternativa a la que me esta ofreciendo ya la FM. Me tienen que aportar un contenido distinto, para que haga el esfuerzo de buscar en Internet.
A mi me gusta el Jazz y es muy difícil oír programas en la FM salvo en Radio3.
Me he convertido en un adicto del portal jazzradio.com ya sea desde Google o Tunein Radio.
Me ofrece una programacion diferente, que no puede escuchar en las radios del dial.
Igualmente me parece interesante poder escuchar programas como Carnecruda.com proyecto tan transgresor que no se puede ya escuchar en ninguna radio generalista. Igual con el programa francés “Là bas si j´y suis” que estuvo en antena durante 25 años en la radio publica francesa: France Inter. El programa de reportajes critico que dirigía Daniel Mermet siempre ha molestado a una parte de la sociedad francesa y desde esta “rentree” ya no esta en Antena. Igualmente están buscando el método de poder montar una radio online con una programacion distinta a la ofrecida por las radios francesas.
Luego como oyente activo siempre haré el esfuerzo de buscar radios y programas onlines que me aporten algo distinto a lo que ya puedo escuchar en el dial pero sinceramente montar una proyecto online para invitar al hijo de la Pantoja o analizar al día siguiente los partidos de la Liga no me parece el mejor método para que los oyentes dejen las radios tradicionales.
José Luis! Lo primero mil gracias por compartir tu afición y tus reflexiones. La radio, como medio, te merece, porque le prestas atención y mantienes por ella el cariño. Sobre tus gustos nada debo decir, tan sólo tomar nota de tus recomendaciones. Pero sí quiero puntualizarte tres aspectos.
ResponderEliminarEl primero se refiere a tu final, cuando dices: “no me parece el mejor método para que los oyentes dejen las radios tradicionales”. Mi opinión no coincide con tu visión. La radio digital no pretende acabar con la ‘radio tradicional’ como tú le llamas. Al contrario, lo que persigue es enriquecer la oferta con otros contenidos, generalmente más especializados. Por tanto, ampliar el abanico de posibilidades y, si me apuras, ampliar el número de oyentes. Estoy convencido de que la radio digital está logrando atraer a más gente, que antes no se sentía atraída por la radio off line.
La segunda se refiere al proyecto de radio online de Mediaset, que conozco bien. Primero, no pretende de ninguna manera, lo contrario resultaría muy pretencioso, competir con la radio off line. Su objetivo se centra en el enriquecimiento del catálogo multimedia del grupo Mediaset (televisión, digitales y, ahora, radio); en el aumento del tráfico de sus webs; en la notoriedad de la iniciativa y, lógicamente, en una mayor generación de ingresos publicitarios atraídos por este nuevo soporte.
Por último, y en lo que se refiere a lo que ha escuchado en Radio Siglo XXI, coincido en parte con su análisis. La parrilla de esta emisora es bastante parecida a la de las cadenas convencionales y en este sentido su aportación quedaría en entredicho. Pero permítame que le demos tiempo, para observar, siempre con respeto, su trayectoria y resultados.
Gracias de nuevo por utilizar este blog con sus reflexiones, y por el amable seguimiento que reconoce hace de él. Un saludo cordial.