La carrera de obstáculos de la radio online

Emitir por radio online incrementa 40 veces los costes de difusión de la DAB+

Según el estudio “Analysis of radio transmission in Bavaria through DAB+ or LTE - comparing the costs of supply”

La radio online tiene un compromiso imprescindible que cumplir y, conjuntamente con la monetización, está obligada a superar otro reto. De lo contrario, se juega su propia supervivencia. Me refiero a la movilidad. Todavía hoy el mayor consumo de radio online se produce en ordenadores de sobremesa, en portátiles, en tabletas que toman la señal de la red a través de wifi. Es cierto que la tecnología avanza a pasos gigantescos (ya estamos con la generación del 4G), y que en los vehículos –verdadera cruzada por la que tiene que batirse la radio online si quiere triunfar- empiezan a ofrecer el audio streaming por bluetooth como opción del equipo de audio, de manera que éste reproduce el audio del smatphone en el vehículo.

¿Radio analógica o radio digital?

Y hay otra apuesta, propulsada al menos por la firma japonesa Sony en la gama alta de sus smartphones, y es que están suprimiendo la recepción de radio por frecuencia modulada y están sustituyendo esta función, directamente, por radio online. Pero, ¿qué ocurre? Que, contrariamente a lo que ocurre con la FM, la radio online en los smartphones consume no solo mucha batería, sino también supone un coste añadido, desconocido hasta ahora, para las dos partes de este proceso de comunicación: para los radiodifusores que, es cierto, históricamente siempre han asumido el coste de emisión de su señal y sus contenidos, y para los oyentes, que deben abonar religiosamente su tarifa de datos a través de la que les llega la señal online de su emisora favorita.

No es un problema menor. Es un serio problema, al que hay que añadir las conclusiones surgidas de una reciente reunión en Baviera (Alemania) en la que se debatió, precisamente, el coste de las emisiones de radio, comparativamente, entre la DAB+ -¿recordáis? el sistema de transmisión terrestre digital de radio- y la LTE -Long Term Evolution, un estándar de la norma 3GPP-. Es la eterna disyuntiva de la radiodifusión del siglo XXI. De hecho, en este mismo blog, el post que titulé  “El desarrollo de la radio digital terrestre en España (y III)”, en el que entrevistaba a uno de los máximos responsables técnicos de RNE, Javier Sánchez, es uno de los más leídos, porque el titular ya avanzaba muchas de sus intenciones: “Replicar el escenario analógico en el mundo IP móvil, es matar moscas a cañonazos”.

Vamos con el estudio surgido de la mencionada reunión en Baviera, “Analysisof radio transmission in Bavaria through DAB+ or LTE - comparing the costs of supply”. Éste era el punto de partida, como comentaba antes. Pero la cita, que reunió tanto a radios públicas como a radios privadas europeas, ya partía de una presunta oposición entre dos formas de difusión de la señal de radio: “Broadcastor broadband ? On the future of terrestrial radio supply”. Ciertamente, luego lo veremos, en realidad no se trata de una disyuntiva stricto sensu, sino de una complementariedad de la difusión online, respecto de la radiodifusión digital terrestre, representada, hoy por hoy, por la norma DAB+, que sucede, y mejora a la ya anticuada, y fracasada, al menos en España, DAB.

Receptor de radio Philips, con estética
retro, que incluye FM y DAB+

¿Cuáles han sido las conclusiones más destacadas de esta reunión en Baviera de los radiodifusores públicos y privados en la que se planteaba el escenario que sucederá a la frecuencia modulada? La mayoría de ellas abundan en la idea que nos transmitía Javier Sánchez en la mencionada entrevista. Vamos con los titulares:

ü  Los costes de difusión de la radio a través de LTE superan en 40 veces a los de DAB+.

ü  No es realista pensar en una difusión de radio basada únicamente en LTE. Ello conllevaría un elevado riesgo económico para los radiodifusores y, a su vez, los consumidores tendrían que pagar más por escuchar la radio (mayor consumo de datos).

ü  Debe acelerarse en los próximos años el proceso de migración de FM a DAB+, pero dejando la puerta abierta a un futuro híbrido sin excluir la prestación adicional del servicio de radio terrestre a través de LTE. En otras palabras: el mecanismo primario de difusión (y de escucha) debe ser la DAB+, pero sin excluir a LTE como mecanismo complementario.

ü  La utilización de receptores híbridos que integren señales de radiodifusión y contenido de internet con la ayuda de RadioDNS presenta buenas oportunidades para los radiodifusores y consumidores de lograr una transición armónica de la radiodifusión sonora terrestre analógica a la radiodifusión sonora terrestre digital.

Estas son las circunstancias tecnológicas actuales, que condicionan inevitablemente el progreso, y la difusión, de la radio online, no solo en España, sino en todo el mundo. Ahora vamos a pagar con creces el retraso evidente que sufre España en la implantación de la DAB. Como se sabe, se sigue emitiendo en Digital Audio Broadcasting (DAB), pero nadie se compra un receptor para escucharla, primero porque la oferta no es mínimamente atractiva, sino incluso repetitiva (la misma que en analógico), los costes de los receptores (que ya los hay) son relativamente caros y por último, la cobertura, excepto Madrid y Barcelona, y con muchas limitaciones (creo recordar que con un veinte por ciento) tampoco garantiza la plena recepción.

Ejemplo de radio híbrida, con tecnología DNS,  capaz de
recoger las señales de radio analógica (FM),
digital terrestre (DAB) y online

En Baviera han abordado el problema con realismo y hasta valentía. Algunos operadores de radio online, según esto equivocadamente, piensan que en algún momento su producto gozará de la misma difusión que la red analógica de FM actual. No está tan claro que esto ocurra, lo que no quiere decir que no resulte atractiva y rentable su oferta, sino solo que existen condicionamientos que impedirán su desarrollo completo, al menos a corto y/o medio plazo. Deberá luchar contra estas limitaciones y reconducirlas en positivo. Complicado, pero no imposible.

Salvando las distancias, en este asunto ocurre algo parecido a las ondas medias respecto de las frecuencias moduladas. Ambas son tecnologías analógica de transporte de señal de radio. Tanto el DAB+ como la LTE comparten apellido, ambas son tecnologías digitales, pero la primera utiliza menos postes y más baratos para la propagación de la señal y la segunda se sirve de la red para llegar a su oyentes. Los costes, ya lo hemos leído, se disparan 40 veces de DAB+ a LTE, algo inasumible por los radiodifusores.

Bien es cierto que la gran ventaja de la radio online de cara a los radiodifusores es la ausencia de regulación jurídica de la banda de frecuencias que, en el caso de la DAB+, volverá a ser de control gubernamental y otorgada mediante concesiones administrativas. La DAB+ ha conseguido duplicar la capacidad de los múltiplex de DAB, con lo que la oferta de productos se incrementaría. En todo caso, no creo que sea éste –el aumento del número de emisoras ofrecido- un fin en sí mismo. Ahí tenemos el ejemplo de la TDT en televisión y hemos comprobado que la llegada de los canales especializados, salvo el de unas pocas excepciones, ha resultado tal fracaso que han ido desapareciendo canales, cuando no los han cerrado directamente desde el propio gobierno, lo que ha provocado el desagrado de los grandes operadores de televisión afectados.

En Baviera se ha apuntado a un método híbrido de recepción de la señal, que reuniría a la DAB+ y a la LTE. Pero la difusión primaria se realizaría a través de la red terrestre digital, y no a través de internet, que supone asumir un coste sobreañadido, 40 veces más alto que el de la radiodifusión terrestre, ahí es nada. Los aparatos receptores conmutarían automáticamente una u otra señal, en función de la disponibilidad de cada una de ellas, priorizando, como está ya claro, la DAB+ frente a la red.

Aunque mi condición de periodista, y no de técnico, me impide entender en todos sus términos los detalles que rodean a este problema, sí tengo claro al menos, a fecha de hoy, que los operadores de radio online tienen que priorizar su catálogo de podcast, y hacerlo fácil, cómodo e intuitivo en sus respectivas páginas webs, de manera que los consumidores últimos –los oyentes- puedan sortear el problema de la red LTE y eviten el consumo excesivo de datos en movilidad (3G o 4G), con el consiguiente gasto que ello les supone. Es cierto que en la radio el directo es mucho directo. Pero, salvo la información, para el resto de contenidos no resulta imprescindible. Como he comentado a menudo en este blog, la radio online ha desnaturalizado las dimensiones espacio-tiempo en la radio y ha recolocado muchas piezas que antiguamente nos llegaban de otro modo.

Ivoox, el mayor almacén online
español de contenidos de audio

Así, el mundo del podcast debería ser reforzado y promocionado mucho más. Un oyente puede descargarse un contenido determinado y oírlo cuando quiera y donde quiera, sin necesidad de depender de la existencia o no de cobertura de red online. Y mucho menos tener que pagar por bajarse un contenido con su red 3G. Puede perfectamente descargarse ese contenido cuando disponga de red fija de datos (ADSL) o wifi, almacenarlo en su Smartphone y escucharlo posteriormente.

En definitiva, tenemos que seguir haciendo buena radio. Los oyentes, al final de todo este proceso, sabrán elegir el método menos oneroso para ellos, pero –si el producto merece la pena- no pararán hasta conseguirlo. Los métodos de monetización de esos mini o micro contenidos, ofrecidos en paquetes de podcast, en el escaparate web, ya existen, y se aplican con éxito –a veces el exceso de presencia publicitaria provoca efectos negativos-  pero el oyente no es tonto: tiene criterio y sabe perfectamente cómo acceder a la información.