A los sustitutos del verano (y II)

Antonio Jimeno y Fernando Martín,
mano a mano, en las mañanas de Cope

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La Cope, maleducada

El caso de la Cope me ha sorprendido. A sus mañanas ha llegado un tipo con mucho oficio detrás, José Luis Pérez, el actual director de los Servicios Informativos de la cadena de los obispos (que se ha quedado sin vacaciones de verano, por cierto), con buena presencia ante el micrófono, con sentido del ritmo y la tensión narrativa, y ha logrado crear un buen tempo de radio. Cualquier comparación con el original es pura coincidencia. Si me piden que me pronuncie, debo hacerlo. Cuando surge una voz cargada de oficio, se nota. Ernesto Saénz de Buruaga, pese a su condición de buen periodista, no sabe de radio, y de mise en scène tanto como José Luis Pérez.

El tiempo de radio, a partir de las 10:00 horas, ha seguido, en la sustitución, el mismo criterio que justificó el desembarco de Javi Nieves en “La Mañana” de Cope: la cantera de Cadena 100. Pero reconozco que me ha costado hacerme con los nombres de los conductores de este tramo –un popular dúo en la cadena de los obispos- porque las cortinillas e indicativos siguen manteniendo a Nieves como titular de este horario, también en agosto, lo que es radicalmente falso. Antonio Jimeno y Fernando Martín son, mano a mano, los conductores de este tiempo de radio en el que el humor está muy presente, más como condimento, que como contenido. Ambos son conductores del programa de la Cope “De Higos a Brevas”, emitido los fines de semana. Me ha pasado con ellos lo mismo que con Nieves con algunos temas: que me cuesta creérmelos. A dos profesionales que se manejan con soltura en el campo de la radio de/con humor, hablar del accidente de Spanair, o del conflicto internacional generado este verano entre España y Gran Bretaña a causa del Peñón de Gibraltar, con su tono natural reconducido –estoy convencido- no les ha resultado fácil; aunque han salido como han podido del trance. Eficaces, pero no dúctiles.

Paloma Tortajada con el actor Gabino
Diego. Me quedo con las entrevistas de
Paloma, donde ha sido más ella misma

Pero lo que más he lamentado ha sido encontrarme con una Paloma Tortajada, en  “Fin de Semana Cadena Cope” que no me esperaba. Por Paloma siento devoción, y también en su caso hay que subrayar el oficio que lleva dentro. Pero me ha parecido encorsetada. No solo por su procedencia de informativos y la dificultad inicial de cambiar de tono en un magazine; sino por la falta de medios, de equipo, y de, por cierto, la mínima cortesía de la casa que por no apoyarle, no ha querido producir indicativos con su nombre (al igual que para el resto de sustitutos estivales); sino, muy al contrario, ha mantenido los de la titular en plaza, Cristina López Schlichting, lo que considero una absoluta descortesía. La SER ha desmontado la parrilla en su web y ha actualizado nombres. La Cope ha mantenido todas las autopromos de los programas habituales, en vez de defender lo que ahora tienen en antena. Incomprensible. ¿Será que no les gusta lo que hay?

Tampoco entiendo el tuteo de Paloma a los oyentes, o la exagerada presencia de información (cada media hora) en un programa de fin de semana ¡de agosto! Por mucho que el eslogan de la Cope sea “Estar informado”. ¡Señores, relájense! Tampoco los contenidos (omnipresencia de una agenda de ocio nacional y pregrabaciones durante demasiado tiempo), ayudan a hacer del programa una oferta interesante para quedarse en compañía de Paloma Tortajada que, por cierto, se ve obligada a identificarse cada cierto tiempo, dando su nombre para situar al oyente ante quien le está hablando. Paloma es un peso pesado de la radio española, pero mucho me temo que la han dejado sola con unos cuantos becarios de buena voluntad, pero de escaso conocimiento y dominio del oficio. Una verdadera lástima. Una oportunidad desperdiciada. Certifico que la Paloma Tortajada que presenta los fines de semana en la Cope es mucho menos fría de lo que aparenta este mes de agosto y que en ocasiones, ciertamente breves, se atisba.

José Luis Pérez, director
de los SS.II. de la Cope

Da la impresión de que, pese a su voluntad pública de plantar batalla a la competencia, y de aspirar a situarse en segundo lugar del ranking de audiencias de cadenas de radio españolas, la Cope no se ha preocupado mucho por reforzar sus programas y por ofrecer, también en verano, la calidad que se espera de una cadena radiofónica de su categoría. No sé qué les habrá recomendado su consultora Radio Intelligence pero creo, sinceramente, que se equivocan de plano. No solo por simple educación hacia quienes se encargan, con eficacia, de sustituir a las estrellas; sino porque cada tiempo tiene su  escenario y confundir a los oyentes con parrillas y conductores inexistentes conduce irremediablemente a la confusión.

El caso de Victorio Duque y  “El peligro número 1”

Vitorio

A Victorio lo conocí hace muchos años, en la SER, cuando triunfaba en el “Hoy por Hoy”, con Iñaki Gabilondo, como uno de los miembros del genial “Guiñol”, dirigido entonces por el actual subdirector de “La Ventana”, Antonio Martínez. Su prodigiosa garganta, y su ingenio (aunque apoyado en un poderoso guión) le permitía enfundarse decenas de personalidades, todas ellas hilarantes. Este verano la Cope le ha encargado que pusiera en marcha un programa para los fines de semana, que él ha bautizado como “El peligro número 1”. Duque adopta en él el papel de un ignorante absoluto del lenguaje radiofónico, un desconocedor del medio, recalcitrante, e invita a personajes, muchos de la propia casa, a participar de una conversación ingenua, a veces casi infantil, pero siempre inteligente. El gran Victorio ha entrevistado a Pepe Domingo Castaño, a Ramón García, a Ernesto Saénz de Buruaga, Anne Igartiburu, Javi Nieves, Manolo Lama, etc. y de todos ellos ha aprendido –y nosotros con él- algunos aspectos llamativos y desconocidos de su vida o profesión. La Radio, como medio, siempre ha estado presente porque es a ella a la que le dedica el programa, en el fondo, Victorio Duque, por amor y convicción. Lo que se nota, y se agradece. Las conversaciones han resultado deliciosas en casi todos los casos, y Duque ha logrado una complicidad que no es fácil de alcanzar delante de un micrófono.

La cantera de RNE: el caso de Ángel Carmona

Carmona, valiente en RNE

Radio Nacional de España está mejorando sus marcas. Este verano ha vuelto a demostrar no solo que tiene un buen banquillo, sino que suma ganas de hacer buena radio. La cadena de radio pública ha partido sus mañanas. A Manolo H.H. le han sustituido dos voces. En el primer tramo, Miguel Ángel Domínguez –número dos de Manolo- se ha ocupado de ordenar la información, con la pericia y eficacia con que lo viene haciendo durante el resto del curso. Más tarde, Pepa Sastre, ex Punto Radio, llevó las riendas, con solidez. Pero, a partir de las 10:00 toma el relevo Ángel Carmona, procedente de Radio 3, la más joven de las emisoras del grupo de RNE. Carmona me ha recordado en sus modos y maneras al desparpajo, y a veces la insolencia, de Manolo Ferreras, lo que considero un auténtico piropo. Fue el subdirector del programa “Asuntos Propios”, de Toni Garrido y por tanto participó de la misma filosofía marcada por él, rica en ingenio y creatividad.  “Hoy empieza todo” es el programa de Radio 3 por el que abandonó su puesto en “Asuntos Propios” y con él se ha trasladado a Radio 1 (ahora RNE) demostrando su versatilidad. No niego que en ocasiones su tono es demasiado alto, algo desajustado, y provoca cambios de nivel con sus interlocutores, que no le alcanzan o que en ocasiones no habla, sino que ametralla, por la rapidez; pero me gusta cómo conduce el programa, su aparente facilidad para hacerlo, que esconde detrás muchos años de oficio, pese a la juventud de este jerezano -34 años- que me ha hecho seguirle por las mañanas bastante más de lo que lo hacía con Manolo H.H. al frente. Carmona me ha reconciliado con la radio pública este verano. Y me ha hecho sonreír. Definitivamente, me ha divertido, y convencido.

Carles Mesa, premiado
con su propio programa

Las tardes de la radio pública las ha llevado Carlos Navarro, el coordinador de “Nunca es tarde” de Yolanda Flores. Todo queda en casa, por tanto. Carlos conocía el programa desde dentro, al dedillo, y aunque ha introducido algunas secciones y contenidos nuevos, básicamente está haciendo una sustitución desde la continuidad. Correcta, sin algarabías

Y un año más, y me temo que será el último, “No es un día cualquiera”, de Pepa Fernández, cuenta con su subdirector Carles Mesa, como presentador del verano. ¡Qué agradable resulta escucharle! Mesa adopta una postura ante el micrófono que me atrae mucho: discreta, elegante, curiosa y educada. Sus invitados –se nota- se sienten cómodos con él y sus oyentes percibimos el ambiente creado. Incluso en los debates sectoriales, que sobre diferentes temas ha coordinado, en los que han fluido algunas discrepancias de posturas, ha conseguido apaciguar los ánimos y reconducirlos con tanta maestría como discreción. Carles se marcha del programa para asumir su propio espacio, en las madrugadas de RNE. Han premiado su trabajo y le han promocionado. Por justicia. Seguiré sus pasos. “No es un día cualquiera”, el programa más consolidado de la radio pública, sigue siendo igual de entretenido que en el resto del año.

Si no hablo de más nombres, y cadenas de radio, es porque no he tenido oportunidad de escucharlos. Y hablar gratuitamente no va conmigo. Prefiero valorar con conocimiento de causa y transmitir mis sensaciones con honestidad. En cualquier caso, a los bomberos de la radio estival española mi reconocimiento más sincero por su contribución profesional. Insisto en que el verano es un momento muy propicio para pulsar la cantera en cada una de las cadenas de radio. Pero que no se quede solo en una palmadita en la espalda, y suponga –para quienes lo han hecho bien- un verdadero reconocimiento que se plasme en otras responsabilidades. Las parrillas son muy amplias y 24 horas al día, los 365 días al año, multiplicadas por los diferentes productos de que disponen cada una de las cadenas, públicas y privadas, suponen muchísimas horas que completar. Las oportunidades deben llegar para quienes luchan por ellas.

Se buscan voces para llevar las mañanas de la radio

Lo dije en su día, y los hechos me van dando la razón. Tras la desaparición de Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo de las matinales de la radio española, solo queda Carlos Herrera de esa generación de animales radiofónicos. Capaces de asumir ambos registros –el informativo y el magazine- aunque con procedencias, y escuelas, diversas. Voces, con peso y presencia en antena, poderosas, creíbles, magnéticas, que enganchan a los oyentes y los atraen con su sola presencia en la antena. El verano ha vuelto a demostrar que los directivos de la radio prefieren encargar la responsabilidad de sus mañanas a dos voces: la informativa y la del entretenimiento, como si fueran incompatibles, como si un profesional de la radio de noticias no pudiera sonreír en antena, so pena de menoscabar su credibilidad. No estoy de acuerdo. Un verdadero profesional de la radio se hace desde la solidez del conocimiento de los temas y el dominio del oficio. Solo así es capaz de ofrecer verdadera calidad. Y mantengo que hay, hoy mismo, nombres que aglutinan ambos registros, ambas necesidades, y que podrían, por derecho propio, seguir la estela de los grandes nombres que he citado. En cabeza, y lo digo con conocimiento de causa, sitúo al navarro Pedro Blanco, de la SER, a quien en algún momento le corresponderá (no sé si en la propia SER…) asumir esta decisiva responsabilidad en una cadena de radio; y a Carlos Alsina, de Onda Cero, que encabeza “La Brújula” en la cadena radiofónica de AtresMedia, en lo que él mismo define como “un programa de noticias”, un tiempo de radio que maneja, y comparte, ambos registros, el del periodista y el del entretenedor, con igual eficacia.