Los felices, y duros, comienzos de Mara Torres
https://www.gorkazumeta.com/2012/11/los-felices-y-duros-comienzos-de-mara.html
Mara Torres vive uno de sus momentos profesionales más dulces tras quedar finalista del LXI Premio Planeta, junto con su amigo Lorenzo Silva, por su novela “La vida imaginaria”. Twitter fue el primer canal a través del cual su amigos de la SER, sus grandes amigos de la SER, me permito adjetivar, manifestamos nuestra alegría por la noticia. Hace unos días comprobé, durante una llamada suya que recibí alborozado, que Mara sigue siendo la misma buena gente que hace 17 años, cuando entró por primera vez por la puerta de Gran Vía 32 y subió hasta la octava planta de Radio Madrid, donde recibimos a todos los becarios de aquella promoción. Yo estaba esperando, un verano más, a mis becarios del alma, para afrontar un verano en ‘La Ventana’, junto a mi compadre Goyo González. Y allí se presentó ella, dispuesta a comerse el mundo.
Profesionalidad, simpatía natural y autenticidad, no hay más secretos en Mara Torres |
Dirigiendo ‘La Ventana de
Verano’
Teníamos
la costumbre entonces, muy aplaudida, y sin duda recordada por los protagonistas,
de invitar a los becarios del programa a presentar el último programa de la
temporada, actuando, Goyo y yo, como sus productores. Y así fue aquel verano de
1994, cuando llegó la última tarde en que abrimos ‘La Ventana’. Recuerdo perfectamente, cómo Mara, sentada en el
lugar del editor del programa, en el vértice inferior de la mesa en U del
estudio principal de la SER, dirigía con decisión. Tanta que ensombrecía a sus
otras dos compañeras en la presentación, cuyos nombres no recuerdo (pero seguro que lo averiguo gracias a los lectores). Goyo y yo
vimos enseguida, no hacía falta ser un águila, que aquella becaria morena, de
nombre Mara Torres, se iba a comer el mundo. Tenía fuerza, carácter y valor
para ello. Le faltaba el dominio del oficio, pero esto era solo cuestión de
tiempo. Goyo y yo convinimos entonces reequilibrar las fuerzas de aquella ‘Ventana de las becarias de 1994”. Entré
en el locutorio y les dije que íbamos a intercambiar sus puestos en la mesa del
estudio. Otra becaria pasó al puesto principal y Mara se situó a su izquierda. Pero a
pesar de ello, y eso que el emplazamiento marca, su impronta, y naturalidad,
seguían marcando las pautas del programa, pero sin intención de copar el
protagonismo, ni malicia alguna.
Aquel
verano en que conocí a Mara fue uno de los más divertidos que viví en la SER.
Goyo y yo trabajamos una “Ventana”
que recuerdo con cariño, a veces caústica, a veces entrañable, pero siempre
entretenida y simpática, con invitados de postín, pese a que los veranos los
VIP, salvo que trabajen, hibernan, y
hay que buscarlos debajo de las piedras. De ahí mi permanente admiración por
los compañeros que siguen ocupándose de las sustituciones estivales. Recuerdo
cómo a mi paisano Javier Gurruchaga,
líder de la Orquesta Mondragón, le
sorprendimos con el enorme bufido de una vaca en sus auriculares, durante la
entrevista en que presentaba su último disco, precisamente “Memorias de una Vaca”, y luego le regalamos un saxofón de plástico
y una corbata de dudoso gusto, que compré en Londres.
La mirada de Mara Torres siempre ha sido limpia y curiosa, permanentemente curiosa |
Y una de las que más
llamó la atención: la entrevista al actor cubano Jorge Perugorría. Jorge presentaba película, ‘Guantanamera’, y le
invitamos al programa. Pero le hicimos una jugarreta. A él y a los oyentes.
Buscando buscando dimos con un ‘Jorge Perugorría’ que vivía en Bilbao, y daba
la casualidad de que, como el cubano, también era actor. Así que cerramos el
sonido de la móvil en que estaba esperándonos el protagonista de “Guantanamera” y saludamos en antena a
Jorge Perugorría. Por supuesto el que contestó fue su ‘paisano’ vasco. La
aparente y controlada confusión provocó el desconcierto más absoluto en el
actor cubano que no sabía qué hacer, al igual que el compañero técnico que
asistía a la móvil y le acompañaba, imagino, con cara de póker. Recibimos
llamadas internas de compañeros de la radio que nos hacían ver el error en que
estábamos. Tras unos minutos en que conversamos, de cine y teatro, con el ‘alter
ego’ del cubano, regresamos a la móvil y la situación se recondujo con
sonrisas. El cubano quedó con su primo
el vasco en conocerse algún día. No sé si lo habrán logrado.
De la “Escuela Arriaza”
En
este ambiente divertido, en que volcábamos toda nuestra imaginación y
creatividad, en una “Ventana” que
intentaba mantener alto el listón con respecto a la original de Xavier Sardá, transcurrió el primer
verano de Mara Torres en la SER. E iba a sumar unos cuantos más a su lista
personal. Desde el primer momento, de aquella promoción del 94 luché por la
continuidad de Mara. Lo hablé con Ramón Gabilondo, mi jefe de programas, y él también coincidía
conmigo en que era una perfecta candidata para quedarse en la redacción.
Eran otros tiempos, no como los de ahora, tan decepcionantes.
A
partir de entonces, Mara Torres inició un camino triunfal, modesto al
principio, muy sufrido, muy silencioso, para llegar a sus más altas cotas en el
“Hablar por Hablar” de todos conocido.
Pero me interesa más recordar, y reflejar, sus inicios, más desconocidos,
porque dicen mucho de lo que ha sido profesionalmente y, sobre todo, de lo que
es humanamente.
Una feliz Mara Torres en la sesión fotográfica del 'Premio Planeta', del que ha quedado finalista |
Mara
pasó a ejercer de productora en diferentes programas en la SER. Estuvo con José Luis Arriaza en su ‘Hola Madrid’, en la FM de Radio Madrid,
aprendiendo de la forma de hacer radio, tan inmediata, improvisada y a veces
genial, de este comunicador de primerísimo orden por el que tengo admiración
desatada. Recuerdo los enfados de Mara, o de Inmaculada López, cuando Arriaza desmontaba el programa, de cabo a
rabo, en el que habían trabajado durante varios días de producción, porque la
actualidad -o su 'instinto'- demandaba un cambio de contenidos de última hora. Y allí estaban las
dos, en el estudio, colgadas del teléfono literalmente, rebuscando
protagonistas que se ajustaran al criterio de José Luis, que no dejaba de hacer
aportaciones, que sacudían a las productoras, a través del micrófono interno de órdenes.
yo también recuerdo aquellos veranos de la ventana con Gorka y Goyo... y el Sr Conde!! Muchas felicidades a Mara Torres, la sigo desde que dirigía su primer programa en la cadena SER "A Contraluz". También vi mucho futuro la primera vez que escuche su voz, y lo sigo viendo. Me alegro de sus éxitos. Besos y abrazos (fdo. petroleo)
ResponderEliminarHace ya casi un año de este post... pero lo he encontrado por casualidad.
ResponderEliminarY aunque sea una tontería, que fuese publicado el día de mi cumpleaños, es un motivo tan bueno como cualquier otro para entenderlo como una "señal", un empujoncito para responder.
Si bien no conozco a Mara Torres personalmente, me alegro de todo lo bueno que le pase.
Yo también trabajé en la producción del Hablar, también trabajé con Arriaza, pero en El Club de las Siete, y es bueno ver que hay cosas... que nunca cambian :)
Mi camino en la SER terminó cuando lo hizo mi licenciatura... hace ya unos años.
Y me da pena, mucha pena; pero aunque a veces duela, nunca está de más sentirse un poco identificada con alguien que ha conseguido tantas cosas buenas.
Un saludo
Permite que yo también te salude Carlita y me pregunte por tu identidad, porque seguro que nos conocemos. Pero te pido disculpas por no recordar a todos y a todas los/las que habéis desarrollado vuestro periodo de prácticas en la cadena SER. La memoria, suelo decir, es tan voluntariosa como limitada e imperfecta y mi disco duro cada vez tengo que 'desfragmentarlo' más para que funcione. Me agrada encontrar, pese a la decepción, esa brizna de esperanza, sentido positivo, y admiración en tus palabras. Gracias por escribir y compartir conmigo, y mis lectores, tus sentimientos.
EliminarHola de nuevo Gorka, qué alegría que hayas leído mis palabras y que hayas contestado.
EliminarMi nombre es Carla Rojo, estuve haciendo prácticas de julio de 2007 a enero de 2008 en Hablar por Hablar, con Paloma Delgado primero y Cristina Lasvignes después. Y el verano siguiente (julio y agosto), como te comenté, en El Club de las Siete, con José Luis Arriaza y, además, en Ser Consumidor, con Jesús Soria y Ser Digital, con Chema Lapuente.
Es cierto que, como dices, la "desfragmentación" de la memoria es una actividad necesaria, pero a lo mejor recuerdas un curso de Liderazgo que recibisteis en el Petit Palace algo antes de estas fechas, que ya de por sí son un poco lejanas...
El formador que impartió ese seminario a Informativos es mi padre, Alejandro Rojo.
Es curioso como una casualidad puede conectar tantas cosas... :)
No me des las gracias a mi... Es difícil no escribir cuando algo te "toca", cuando hay admiración de por medio.
Gracias a ti por perder un ratito de tu tiempo conmigo.